ávila - El presidente del PP, Pablo Casado, abrió ayer el curso político con la idea de acabar con la Ley de memoria histórica y sustituirla por una “ley de concordia” que reivindique la Transición y eche por tierra la interpretación “sectaria” de la historia que hacen, en su opinión, la izquierda y los nacionalistas.

Casado inició oficialmente el curso en la provincia en la que es diputado, con un acto frente a la muralla de Ávila que quiso dedicar, casi en su totalidad, a defender la Transición y la vigencia de la Constitución.

Con la promesa de que “concordia” será la palabra que guíe sus pasos en su nueva etapa política, Casado anunció, además de esta propuesta de reforma, el nombre de la nueva fundación del Partido Popular y de la persona que la va a dirigir: se llamará Concordia y Libertad y tendrá como presidente a Adolfo Suárez Illana.

Y cuando finaliza este verano en el que el Gobierno ha puesto en marcha la maquinaria legal para sacar los restos de Franco del Valle de los Caídos, Casado acusó al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de hacer lo mismo que hizo, en su momento, José Luis Rodríguez Zapatero, al promover la “crispación” en torno a la historia de España para contentar a Podemos y los separatistas.

Acompañado del secretario general del partido, Teodoro García Egea, y de los presidentes de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y del partido en esa comunidad, Alfonso Fernández Mañueco, Casado anunció su intención de presentar una “ley de concordia” que sustituya a la de memoria histórica.

Con esa norma, dijo, pretende “derogar” la “reescritura sectaria de la historia” que se está haciendo actualmente, aunque fuentes “populares” aseguraron que no se trata tanto de una derogación de la Ley de memoria histórica como de su “sustitución”, en su mayor parte, por esta nueva norma.

Advirtió de que no piensa consentir que “se muerda el anzuelo de debatir sobre qué pasado hay que desenterrar” y por eso defiende esta ley que pretende “reivindicar la Transición” e impedir que se sigan arrojando “palabras de rencor sobre la sociedad española”.

Pablo Casado, que presidirá hoy el primer comité de dirección del nuevo curso político del PP, insistió en defender la ejemplaridad de la Transición y lamentó que se esté hablando “otra vez de la Guerra Civil”, una “ridícula coartada de la izquierda radical para justificar su sectarismo y disimular su incompetencia”.

“guerra civil” en el psoe Y para “guerra civil” la que existe, dijo, dentro del socialismo en este momento, y que enfrenta a los “radicales” representados por Pedro Sánchez y José Luis Rodríguez Zapatero con los “constitucionalistas” y defensores de la Transición que no están de acuerdo con el camino elegido por el presidente del Gobierno y líder del PSOE. “Los socialistas prefirieron echarse en manos otra vez del radicalismo y secesionismo para volcar el sistema a su favor”, añadió el líder del PP, para quien es “muy grave” que el PSOE “haya aceptado que su camino hacia el gobierno ya no pase por las urnas”.

Pero, además, advirtió de que lo que quiere el populismo y el secesionismo es que el PSOE “renuncie a su historia democrática” y “que se olvide su participación en la Transición” para que parezca que ese proceso histórico fue una “imposición” de una “derecha grotesca” sobre todos los demás.

Frente a quienes quieren imponer esa visión de la historia, la “verdadera” habla de la “voluntad de concordia, integración, constitucionalismo y Estado de Derecho”, dijo Casado, quien anunció después la creación de la nueva fundación del partido, Libertad y Concordia.

Una institución que presidirá Adolfo Suárez Illana, a quien Casado cedió después la palabra. El hijo de Adolfo Suárez subió al estrado para reivindicar la Transición de la que su padre fue protagonista y prometió que la fundación servirá para contrastar ideas y promover proyectos siempre con respeto a ese legado.