Bruselas - El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, pidió ayer a los Estados miembros de la Unión Europea que dejen de lado el “resentimiento mutuo” y adopten una postura “constructiva” para buscar soluciones comunes en materia de inmigración. “Si algunos quieren resolver la crisis, mientras otros quieren utilizarla, seguirá sin poder resolverse”, dijo Tusk en la carta de invitación remitida a los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho para la reunión informal que celebran hoy y mañana en Salzburgo (Austria).

Tusk insistió en que la “misión de poner fin a la crisis migratoria es una tarea común” de todos los países e instituciones europeos, tras constatar que durante el verano “han reaparecido una vez más tensiones” entre socios comunitarios por la llegada de inmigrantes a la UE. “Espero que en Salzburgo seamos capaces de poner fin al resentimiento mutuo y volver a un enfoque constructivo”, dijo el político polaco, quien subrayó que el esfuerzo conjunto ya ha dado frutos con una reducción de las llegadas a la Unión a los niveles previos a 2015.

El presidente del Consejo abogó además por celebrar a principios de 2019 una cumbre entre la UE y la Liga de Estados Árabes tras reunirse el lunes en El Cairo con el presidente egipcio, Abdel Fattah Al Sisi, y con el canciller austríaco, Sebastian Kurz, cuyo país preside este semestre la UE. Asimismo, llamó a aumentar la cooperación con Egipto también en inmigración.

Por otro lado, en su misiva, Tusk advirtió de que todavía es bastante posible que no haya un acuerdo sobre el brexit entre la UE y el Reino Unido cuando llegue la fecha prevista para que el país deje el bloque comunitario, en marzo de 2019. “Desafortunadamente un escenario de no acuerdo es todavía bastante posible. Pero si todos actuamos de forma responsable podemos evitar la catástrofe”, dijo sobre el brexit, tema que se tratará en mañana sin la presencia del Reino Unido.

Los líderes debatirán sobre cómo organizar la fase final de las negociaciones, para lo que Tusk propondrá celebrar una cumbre adicional en noviembre dedicada al tema.

Asimismo, se centrarán en encontrar una posición común sobre la “naturaleza y forma” de la declaración política sobre la relación que desea mantener la UE con el Reino Unido tras su salida.

También están llamados a “reconfirmar” la necesidad de un mecanismo de contingencia “legalmente operacional” para asegurar que no existe una frontera dura entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.

“Limitar los daños provocados por el brexit es un interés compartido”, recordó Tusk a los líderes.

Relevan al jefe de espionaje Por otro lado, la gran coalición de Gobierno de la canciller Angela Merkel acordó ayer relevar al jefe del espionaje interior, Hans-Georg Maassen, tras las polémicas declaraciones en las que ponía en duda un vídeo de persecuciones de neonazis a extranjeros. Maassen pasará ahora a ocupar una secretaría de Estado en el Ministerio de Interior, según la decisión alcanzada en Berlín entre Merkel, presidenta del cristianodemócrata CDU, el presidente socialdemócrata del CSU bávaró y ministro de Interior, Horst Seehofer, y la líder del Partido Socialdemócrata (SPD), Andrea Nahles.

La decisión trata de poner punto final a la crisis suscitada en el seno del Gobierno alemán por las declaraciones de Maassen sobre los incidentes de Chemnitz del 26 de agosto, en los que la muerte de un hombre acuchillado -presuntamente a manos de dos refugiados- desembocó en escenas de “cacerías de extranjeros”. - Efe