pamplona - Los partidos arrancaron el año tras las vacaciones navideñas con el proyecto de Presupuestos del Estado para 2019 prácticamente sobre la mesa, después de que el presidente Pedro Sánchez anunciara que el Consejo de Ministros lo aprobará este mismo viernes. Aunque Sánchez tendió la mano a PP y Cs para sacar adelante las cuentas, todas las miradas volvieron a dirigirse a los independentistas catalanes, de los que en realidad depende que puedan tramitarse, para lo cual bastaría con que no presentaran enmienda a la totalidad. El escollo radica en que el PDeCAT y ERC vinculan la negociación de los presupuestos con la del conflicto soberanista, mientras que Sánchez ha dejado claro que son dos cosas distintas.

Desde Barcelona, el presidente del PDeCAT, David Bonvehí, exigió al Gobierno que active una mesa de negociación bilateral para que su formación avale la tramitación de las cuentas. “Si los presupuestos generales son inminentes y el presidente no hace algo inminente, presentaremos una enmienda a la totalidad”, avisó. El PDeCAT podría reconsiderar esta negativa si el Gobierno ofrece un diálogo a Cataluña con concreciones. También el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès (ERC), invitó al presidente a crear una mesa bilateral y advirtió a Sánchez de que no es posible desvincular la negociación presupuestaria de la crisis de Cataluña.

Entretanto, será el propio Sánchez el que acuda este sábado a Barcelona para defender su proyecto presupuestario junto al líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta. Por su parte, el presidente del PP, Pablo Casado, se mostró “disponible” para negociar con el Gobierno si presenta un proyecto que baje la deuda pública y los impuestos y cumpla la senda de déficit. Mientras, Podemos volvió a advertir a Sánchez de que sólo apoyará sus cuentas si cumple todas las medidas del acuerdo que alcanzaron hace pocos meses, incluida una regulación que ponga límites a los precios de los alquileres.

Otros de los socios de Sánchez y que es clave para la aprobación de los presupuestos, el PNV, recordó a éste que no puede exigir un “cheque en blanco”, pero al tiempo avisó a los soberanistas catalanes de que “a veces en política uno tiene que elegir entre Guatemala y Guatepeor. Los partidos catalanes son conscientes de que las pocas esperanzas que hay de alumbrar un cambio político para buscar una vía pactada que les permita decidir su futuro político, pasa por que lo que ahora está en la Moncloa continúe”.

La secretaria general del PSN, María Chivite, consideró que esta es “una oportunidad de oro” para que UPN se “desmarque” del PP, con el que hasta ahora pactaba las cuentas, y apoye unos presupuestos que son buenos para España y sobre todo para las personas que más lo necesitan.

El presidente de UPN, Javier Esparza, lamentó que el PSOE no haya cumplido con lo acordado por UPN y PP en los Presupuestos de 2018 que asumió el Gobierno de Sánchez. Así se ha referido a los 12 millones de euros para la gratuidad de la A-15; los 10 millones para la autovía Soria-Tudela; otros 10 millones para desdoblar la carretera N-121-A; y otras medidas recogidas para las jubilaciones o los contratos relevo para Volskwagen, medida que la ministra de Industria, Reyes Maroto, desveló en agosto que no estaba recogida en los Presupuestos de 2018. - D.N.