PAMPLONA. El expresidente del Gobierno de Navarra Miguel Sanz ha negado que propusiera el nombramiento de Enrique Goñi como director general de Caja Navarra para tener "un aliado o un conocido" que le pudiera favorecer en la gestión de la entidad financiera y ha señalado además que Goñi fue propuesto por una comisión integrada por distintas personas.

Sanz ha señalado que "nadie, absolutamente nadie en esta tierra puede decir que a mi me ha venido a pedir algo en relación con la Caja, porque sabían donde tenían que ir en sus relaciones financieras relativas a sus negocios, tenían que ir a los responsables de CAN". "Ni mi familia, ni mi partido, ni ninguna empresa me ha planteado absolutamente nada en relación con las decisiones que pudiesen tomarse por los profesionales de la entidad", ha afirmado Sanz, en la comisión de investigación sobre Caja Navarra en el Parlamento foral.

El expresidente del Gobierno ha afirmado que "Goñi empezó a prestar sus trabajos en la corporación industrial de Caja Navarra en base a lo que había sido su trayectoria empresarial y su trayectoria en la corporación industrial permitió labrar una opinión del señor Goñi acerca de su capacidad y competencia para gestionar en el futuro Caja Navarra".

Sanz ha afirmado que en el año 2002 se "constató" que Lorenzo Riezu, hasta entonces "un buen director general mientras duró la posibilidad de gestionar la inercia de la CAN", tenía "incapacidad para conformar equipos sólidos y la gestión a futuro de Caja Navarra estaría ya muy alejada del estricto negocio financiero de comprar y vender dinero y tendría que orientarse mucho más a conseguir ingresos atípicos o extraordinarios". Por ello, "constatamos que procedía un cambio y no debimos equivocarnos mucho cuando un informe del Banco de España vino a poner los puntos sobre las íes en relación a lo que había sido nuestro pensamiento".

En este sentido, ha señalado que un informe del Banco de España decía que Caja Navarra tenía "rentabilidad escasa, que era solvente pero daba poco rendimiento, que la liquidez era débil, que el control interno era deficiente". "Si miramos el interés general de todos los navarros, se requería un cambio", ha indicado.

LÓPEZ MERINO

Durante su comparecencia, Miguel Sanz también ha hablado de López Merino, quien fuera director de la Caja Municipal de Pamplona, para señalar que no le "reconoce". "Me cuesta creer que el señor López Merino que yo conocí era el que estuvo en esta comisión", ha indicado, para mostrar su sorpresa por "descubrir años después que ha grabado la conversación en una comida de trabajo" en la que participaban ambos, entre otras personas.

Además, ha criticado que López Merino le "atacara" achacándole "falta de liderazgo en la fusión de Caja de Ahorros de Navarra y Caja Municipal y de otras lindezas". "El que mucho habla mucho yerra, y López Merino habló mucho y erró mucho más", ha asegurado.

El expresidente ha planteado que estas declaraciones de López Merino pueden estar motivadas por "la disconformidad del Consejo de Administración de Caja Navarra, no solo de Miguel Sanz" respecto a la liquidación de su finiquito. "Quizá las diferencias que tuvo con el Consejo de Administración en los tribunales fueron los barros que han traído los lodos arrojados contra mi persona, contra los consejeros de entonces y contra Enrique Goñi. No se ha dicho que López Merino reclamaba 100 millones de pesetas más de lo que la justicia dictaminó, junto a su pretensión de que no se le practicase retención fiscal por parte de la Hacienda foral, porque estaba viviendo en Madrid. También esa diferencia se sustanció en los tribunales, que le dieron la razón a la Caja", ha indicado.

Así, ha calificado de "sorprendente la aparición del señor López Merino por esta comisión, que podría titularse como 'Un exfinanciero declarando como si fuese político'".