Varsovia - El vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, afirmó ayer que la Unión Europea no va a renegociar con el Reino Unido el denominado backstop (salvaguarda) de Irlanda, uno de los puntos más conflictivos del brexit. “Apoyaremos a Irlanda, y eso significa que el backstop es una línea roja sobre la que no podemos negociar con el Gobierno británico”, aseguró Timmermans durante una visita a Cracovia, en el sur de Polonia.

El lunes, la primera ministra británica, Theresa May, propuso un nuevo plan de salida de Reino Unido de la UE, respecto a lo que ayer afirmó que posponer la fecha de partida más allá del 29 de marzo “no solucionará nada”, si no que solo postergará el momento de tomar decisiones.

En dicho documento se incluye una modificación de dicha salvaguarda, el mecanismo destinado a evitar que el brexit suponga la vuelta a una frontera con todas sus consecuencias entre la república de Irlanda, que seguirá en la UE, e Irlanda del Norte, bajo soberanía del Reino Unido.

La salvaguarda, diseñada por los negociadores comunitarios para defender a Irlanda y la paz alcanzada tras décadas de conflicto en los Acuerdos de Viernes Santo, fue una de las principales razones por las que la mayoría del Parlamento británico rechazó la semana pasada el acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea acordado entre Bruselas y Londres.

Por su parte, el diputado Jacob Rees-Mogg, uno de los líderes de la facción euroescéptica del Partido Conservador británico, defendió “reabrir” el acuerdo del brexit que han sellado Londres y Bruselas para acometer “cambios fundamentales” en el texto. “Mientras la salvaguarda para Irlanda del Norte esté ahí, no votaré a favor de este acuerdo”, recalcó Rees-Mogg en un acto organizado por el grupo de pensamiento Bruges Group.

menos exigentes Durante los últimos días, la prensa británica ha estado especulando sobre la posibilidad de que los conservadores euroescépticos rebajen sus exigencias hacia May, que trata de explorar vías que le permitan aprobar en el Parlamento el pacto al que ha llegado con la Unión Europea.

Rees-Mogg subrayó, sin embargo, que los tories que se oponen al pacto no van a entregar un “cheque en blanco” a la jefa del Gobierno, así como que “unas pocas palabras añadidas” no van a hacerles cambiar de opinión. El pasado 15 de enero, los votos de esa facción de los conservadores y de sus socios del norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP) tumbaron el acuerdo en la Cámara de los Comunes. Los euroescépticos temen que el mecanismo para evitar una frontera en Irlanda del Norte deje al Reino Unido integrado en las estructuras comunitarias durante años, por lo que piden garantías “legalmente vinculantes” de que esa salvaguarda será temporal.

“Si la única forma de lograrlo es reabriendo el texto, entonces eso es lo que tendrán que hacer. Esto es realpolitik”, aseguró el euroescéptico Rees-Mogg.

Asimismo, Bruselas anunció que los pescadores y operadores europeos podrán recibir compensaciones económicas en caso de que el Reino Unido se vaya de la UE sin un acuerdo y los buques se queden de forma repentina sin acceso a aguas británicas.

Se mantendrá, además, el acceso de los barcos británicos a aguas europeas bajo la condición de que el Londres otorgue las mismas garantías. - Efe