Bruselas -Los acontecimientos de las últimas horas solo precipitaban lo que estaba cocinándose durante meses: un choque de trenes entre la Francia de Emmanuel Macron y la Italia de Matteo Salvini, líder de la Liga Norte, y Luigi di Maio, cabeza del Movimiento 5 Estrellas. Hasta en dos ocasiones en poco más de un mes ha llamado París a consultas al embajador transalpino, en un movimiento inusual entre dos países fundadores de la UE y aliados históricos. Tras meses de tensión entre los dos vecinos, la chispa era el apoyo público que el Gobierno transalpino hacía a los chalecos amarillos, el enemigo público número uno en la actualidad de la estabilidad del Ejecutivo de Macron, que calificaba este hecho de acto “inamistoso”.

“Los vientos de cambio han atravesado los Alpes”, señalaba este jueves Di Maio tras reunirse cerca de París con líderes de los chalecos amarillos. El italiano había mostrado en varias ocasiones previas su apoyo a este movimiento espontáneo que ha puesto durante semanas contra las cuerdas al Elíseo. Pero este espaldarazo público y sin complejos fue para París ir demasiado lejos, que lo ha tildado de “falta de respeto” y de un hecho “sin precedentes desde la guerra”. La última vez que París llamó a consultas a su embajador italiano fue en 1940. “Esta nueva provocación es inaceptable entre países vecinos y aliados en el corazón de la Unión Europea”, contestaba Jean-Yves Le Drian, ministro de Exteriores galo. El Elíseo apuntó además que “el señor Di Maio, que tiene responsabilidades gubernamentales, debe de frenar las repetidas interferencias en las relaciones bilaterales”. Pero este era solo un choque más en un camino de profundos desencuentros y reproches de Roma a París, y en menor medida en la dirección opuesta. Desde que en julio del año pasado la coalición antinatura que conforman el antiestablishment Movimiento 5 Estrellas y la ultraderechista Liga Norte llegó al poder, las relaciones con un aliado histórico como es Francia se han enfriado. Al fin y al cabo, Macron llegó al Elíseo con el objetivo de fortalecer y reforzar la Unión Europea, todo lo contrario que Di Maio y Salvini.

inmigración Hace un mes, la tensión entre las capitales se disparó después de que Di Maio culpase a Francia de la llegada de inmigrantes a las costas europeas con una acusación incendiaria que obligó a París a llamar a consultas al embajador italiano: “La UE debería imponer sanciones a países como Francia por colonizar África y obligar a su gente a huir. Los africanos deberían estar en África no en el fondo del Mediterráneo”, apuntó el líder del M5S, lo que provocó la primera llamada a consultas del embajador de Italia en París.

Di Maio y Salvini están en las antípodas ideológicas. Pero en la diana contra la Francia de Macron sí han estado en el mismo barco. El ministro de Interior fue incluso más allá calificando al galo como un “presidente terrible”. “La oportunidad llegará el 26 de mayo cuando los franceses tomen su destino y orgullo en su propias manos (?). Me siento cercano al pueblo francés que vive bajo un terrible Gobierno y un terrible presidente”, apuntó Salvini en Facebook poco después de que París y Berlín firmasen el Tratado de Aquisgrán para fortalecer el eje francoalemán e impulsar el papel de la UE en el mundo exterior.

Las discrepancias entre ambos encuentran su origen en la política migratoria. Francia miraba con lupa su frontera con Italia y amparándose en la actual política de asilo Común -obsoleta pero que no encuentra consenso para renovarse- enviaba de vuelta a Roma a los solicitantes de asilo que llegaban, lo que desató la furia del Ejecutivo anti-inmigración que lidera Italia los últimos siete meses.

Macron tiene “ideas confusas”

Migrantes. El ministro del Interior y vicepresidente de Italia, Matteo Salvini, afirmó ayer que quien gobierna en Francia “tiene las ideas un poco confusas”, al referirse a la política sobre inmigración del Gobierno de ese país, uno de los motivos de la tensión que existe entre Roma y París. “Podemos vivir sin Francia, no sin los franceses, que son un pueblo estupendo. Evidentemente, quien está gobernando tiene las ideas un poco confusas”, dijo Salvini. El líder de la Liga comentaba así la decisión de Francia de no acoger a los migrantes desembarcados del buque Sea Watch que se había comprometido a recibir. - Efe