pamplona - El testimonio de Salvador Beltrán, representante Eve Estrategia, se sumó ayer de forma unánime al de todos los comparecientes que hasta ahora han desfilado ante la comisión parlamentaria que investiga la gestión de Sodena en Davalor Salud: nadie ha puesto en duda, ni siquiera inversores ni acreedores y arruinados proveedores, que el proyecto, la tecnología y la idea desarrollada por Davalor y su equipo era merecedora de atención pública y que sobrevivirá a la quiebra de la empresa. Así lo manifestó de nuevo ayer Salvador Beltrán, consultor especialista en reestructuración de empresas en crisis y que actualmente trabaja para Davalor Salud gestionando el concurso de la compañía. Beltrán defendió que a día de hoy la idea de Davalor está “viva” y que entiende “que la obligación de Sodena es apoyar proyectos de estas características, novedosos, que incorporen conocimiento”. Además, explicó que la empresa Panorama Holding “ha presentado una oferta vinculante” por la quebrada Davalor que tiene una parte fija de precio y otra variable. Con ambas la administración concursal deberá pagar primero los créditos contra la masa y si hay algún sobrante, los concursales, los presentados antes del concurso.

Beltrán, que compareció este miércoles en el Parlamento de Navarra, señaló que esperan que el proyecto “pueda llegar a buen puerto”. Tras recordar cómo conoció al promotor de Davalor Salud y los contratos firmados para elaborar un plan de viabilidad, su seguimiento y representarle en el concurso de acreedores, Beltrán defendió que, desde que la conoce, la labor de Sodena en este asunto ha sido “impecable desde el punto de vista técnico y político”.

También destacó que su despacho “sabía perfectamente la situación de la empresa, una start up, y ayuda a la financiación porque lo que vale al final es el proyecto”, punto en el que ha recordado que igual pensaron en 2016 y 2017 distintos acreedores pese a la crítica situación financiera que había desde 2015, acreedores entre los que figuran firmas como IBM, Google o Telefónica. Esto demuestra para Beltrán que importa “mucho más el proyecto que el NIF, que el nombre y los propietarios que están detrás”, y en este caso lo que importa es el proyecto de Davalor, no la empresa, “dificultoso” pero “disruptivo” y “único en el mundo”. Beltrán argumentó por ello que “todos deberíamos estar orgullosos de que se produzca en nuestro país” pese a las deudas que Davalor mantiene, también con EVE Estrategia. A su juicio, en todo caso los acreedores pueden cuestionar la manera en que se ha llevado la dirección del proyecto pero “no pueden decir que se les ha engañado”, y destacó que el plan de viabilidad elaborado por su compañía “modificó algunas cosas mejorables, como marcar puntas de lanza”, objetivos parciales que se tienen que conseguir para tirar del resto del proyecto.

El primero de ellos , según explicó, fue “demostrar que la máquina ya puesta en mercado puede realizar las funciones para las que ha sido concebida” y esto, puntualizó, “ha sido testado con éxito gracias a que Sodena y otros inversores dieron apoyo financiero”. “Lo que no hemos podido demostrar es que se puede convertir en negocio en el ámbito comercial. Este es el reto, el comercial”, concluyó Beltrán. - D.N.