pamplona - El caso del pamplonés Xabier Sagardoi es muy significativo de la negativa del Estado a que los presos vinculados de alguna manera al denominado conflicto vasco alcancen el tercer grado. Detenido el 29 de septiembre de 2013, fue condenado a seis años de cárcel por pertenencia a Segi y trasladado desde la prisión de Pamplona, donde ingresó en segundo grado, a la de Soria.

Su abogada, Jaione Carrera, explicó que en todo este tiempo “no ha tenido ninguna sanción, cuenta con 17 informes favorables y ha disfrutado de siete permisos sin incidencia alguna”, además de que desempeña trabajos de forma regular dentro del centro penitenciario.

A primeros de diciembre del pasado año, la Junta de Tratamiento de la cárcel de Soria acordó “por unanimidad” el acceso de Sagardoi a tercer grado. Sin embargo, todavía hoy Instituciones Penitenciarias ha incumplido al plazo de respuesta, fijado en dos meses, y ha pedido una prórroga por otros dos meses más, en lo que es claramente una maniobra dilatoria para obstruir su progresión de grado.

Sagardoi ha sido el primero del colectivo de presos vascos (EPPK) en gozar de permisos de fin de semana. Pero todo indica que ahora Instituciones Penitenciarias no quiere que logre el tercer grado para evitar que siente precedente.

La letrada Carrera tiene claro que “están utilizando argucias” para impedir esta progresión. Hay que tener en cuenta que a Sagardoi le corresponde salir de la cárcel el próximo 6 de abril, día en la que la totalidad de su condena estará cumplida. Y todo apunta que Instituciones Penitenciarias no va a responder antes a la solicitud de la dirección de la cárcel de Soria para que acceda al tercer grado. - J.E.