Vitoria. Un grupo de cuarenta víctimas de ETA y organizaciones afines consideran un "error político y humano grave" no querer reconocer a las víctimas de abusos policiales y de grupos de extrema derecha, algo que ven "pre-político, por encima de siglas, banderas u opciones políticas concretas".

Este grupo de víctimas, entre las que están hijos de asesinados como Sara Buesa, Naiara Zamarreno, Jaime Arrese y Rosa Lluch, o viudas de algunas de ellas, como Rosa Rodero, Bárbara Dührkop y Maixabel Lasa, ha publicado este martes una carta en los diarios del grupo Vocento.

En ella defienden este reconocimiento que, argumentan, "no supone caer en un intento interesado de 'totum revolutum'" ni referirse "de manera genérica a las 'víctimas del conflicto político'" en la CAV.

"Reconocer a las víctimas de abusos policiales y grupos de extrema derecha no significa blanquear, equiparar ni legitimar nada con relación a nuestros atentados o al asesinato de nuestros familiares", añaden.

Para este grupo de damnificados por el terrorismo tan solo "implica reconocer" que estas otras víctimas "también tienen derecho a la verdad, la justicia, la reparación y la memoria".

Aclaran que con su reconocimiento no verán" mancillado ni el honor ni la memoria" de sus familiares asesinados e insisten en reconocer a esas víctimas aunque son conscientes de que los procesos que vivieron ellas fueron "radicalmente distintos a los de estas personas".

"Nuestros atentados o el asesinato de nuestros familiares fueron una deliberada estrategia de aniquilamiento del diferente con el apoyo de una parte muy importante de nuestra sociedad, pero no podemos admitir que en el caso de las víctimas de abusos policiales y de grupos de extrema derecha se menosprecien actos irreversibles contra la vida y la dignidad humana", recalcan.

Esta carta sale a la luz después de que el Parlamento Vasco aprobara el pasado día 4 la reforma de la conocida como ley vasca de abusos policiales en una sesión bronca en la que el parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga comparó a los sindicatos policiales que se oponían a ella con los nazis y los franquistas, lo que ha provocado varias denuncias de estos contra él.