pamplona - El candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, quiso echar ayer más leña al fuego y presentó una denuncia ante la Fiscalía para que investigue el acoso sufrido durante un acto electoral el pasado domingo en Errenteria (Gipuzkoa).

En la denuncia, Rivera acusa a la izquierda abertzale de estar detrás de estos sucesos. En declaraciones a los periodistas, y acompañado por la candidata al Parlamento Europeo, Maite Pagazaurtundúa, Rivera señaló directamente a Ernai y a Sortu: “No les va a gustar nada esta denuncia”, ironizó. Una denuncia en la que se afirma que los hechos pueden ser constitutivos de “un delito de amenazas, injurias y odio”.

Rivera llevó al Ministerio Público para su investigación varios vídeos y fotografías que muestran pancartas, cuentas de Twitter y de otras redes sociales así como varias imágenes e informaciones de aquel día de varios medios de comunicación.

La denuncia refleja un argumento esgrimido ya en otras ocasiones, y asegura que no se trata de un hecho aislado, sino que es “una maniobra perfectamente organizada y coordinada por el entorno de la izquierda abertzale para generar odio frente al colectivo político constitucionalista”.

El candidato de Cs a la Presidencia del Gobierno insistió en que confía en que la Fiscalía “tire del hilo y se sepa toda la verdad” porque lo que su partido ha encontrado es que hay una relación “entre los que organizan homenajes a los asesinos y los que revientan sus actos”, dijo Rivera volviendo al discurso del todo es ETA.

Rivera dejó claro que su escenario a combatir es la pluralidad nacional y afirmó que “acabamos con el terrorismo porque les derrotamos pero con el nacionalismo todavía no se ha acabado, sigue imperando”. Y no contento con las acusaciones lanzadas, quiso encender más los ánimos a costa de localidades vascas y catalanas: “A los españoles que viven en pueblos como Rentería, Alsasua o el de Carles Puigdemont, donde el nacionalismo campa a sus anchas, cuando Ciudadanos gobierne no van a estar solos”, amenazó Rivera. - D.N.