PAMPLONA. Colectivos como Greenpeace o Ecologistas en Acción, y los sindicatos como ELA, LAB, CGT, ESK y Steilas, han firmado el manifiesto 'Nafarroa bizirik nahi dugu' ('Queremos una Navarra viva'), en el que proponen 12 medidas a los partidos políticos que se presentan a las elecciones forales del 26 de mayo para afrontar "la mayor crisis medioambiental de la historia de la humanidad".

Los firmantes de este escrito critican que los diferentes gobiernos de Navarra, "los del régimen y el actual cambio", "han mantenido la lógica del capital, del desarrollismo y del heteropatriarcado, impulsando y manteniendo" proyectos como el TAV, el Canal de Navarra, el proyecto urbanístico de Aroztegia o el polígono de tiro de las Bardenas.

Han puesto en valor "la capacidad de iniciativa y cuestionamiento de quienes, a lo largo de barrios, pueblos y comarcas de Navarra, han expresado su voluntad en favor de un nuevo modelo de gestión ecológico y social que supere la depredación del sistema económico que sufrimos".

Por ello, han propuesto 12 ejes para "abordar de una forma distinta la gestión de los recursos naturales, el diseño de una política territorial racional y respetuosa con el medioambiente, las decisiones democráticas, así como el bienestar y la igualdad a la hora de responder a las necesidades de las personas".

Así, los firmantes de este manifiesto quieren que el nuevo Gobierno de Navarra implemente "un nivel de información riguroso" para que la sociedad "conozca los graves retos a los que nos enfrentamos". Igualmente, han apostado por constituir "marcos de participación con posibilidad de contraste real de todas las opciones alternativas".

Asimismo, exigen que se "corte de raíz la especulación inmobiliaria", que se "realicen planificaciones claras para la reducción de los consumos de energía", se "paralicen la construcción de macro-infraestructuras de nulo beneficio social" pero que "suponen un altísimo coste económico y medioambiental", y que se impulse "una gestión responsable de los residuos" con "una implicación conjunta de sociedad y administraciones para un tratamiento que garantice una alta reutilización y un buen compostaje".

También plantean que se "ponga freno a un nivel de consumo que se encuentra fuera de las necesidades habituales", una "nueva cultura del agua", la defensa y conservación del patrimonio cultural material e inmaterial, el impulso de "una agricultura campesina y una ganadería extensiva", la defensa de los comunales, así como "un compromiso inequívoco en la defensa de las especies y espacios protegidos, poniendo fin a la vulneración sistemática de las leyes en defensa de las mismas".

Para los colectivos y sindicatos adheridos a este manifiesto "es urgente una planificación democrática, racional y humana que recoja todas estas propuestas y que pivote su actuación sobre la base del equilibrio territorial, buscando entre otros una huella ecológica positiva, entendida esta última con el objetivo de recuperar la destrucción provocada por años de una nefasta política de ordenación del territorio".