pamplona - Llega en bici, con el tiempo justo tras el acto electoral en el que acaba de presentar el programa de su formación. Lo hace acompañado de Armando Cuenca, que permanece sentado a su lado durante toda la entrevista sin parar de toquitear su dispositivo móvil.

¿Cómo le convencieron para liderar este proyecto?

-Llevo más de 40 años trabajando en diversos grupos sociales y siempre me había planteado cómo se podía trasladar todo eso al campo legislativo, que es donde se toman las decisiones. No es que tuviera mucho interés en estar aquí pero en el último momento me presenté a las primarias. Me decidí porque Aranzadi cumplía con dos cuestiones muy importantes para mí. Por un lado cumplir con lo que se promete, en el sentido de defender lo que se propone. Igual hay que plantearse proponer menos cosas y ser menos ambicioso. La otra cuestión es el código ético. Aranzadi plantea un máximo de dos legislatura para los cargos públicos, cobrar 1.500 euros y estoy de acuerdo. No me gusta que la política se convierta en profesional, creo que la da más savia el hecho de que la gente vaya cambiando.

El concejal Manuel Millera reconoció en su despedida las dificultades por las que atravesó su formación al carecer de experiencia política. No sé si ya le han prevenido.

-Pudo ser difícil al principio porque no conocíamos cómo funcionaba por dentro el Ayuntamiento ni a las personas que ahí trabajan. Ahora no me parece un problema, porque tengo a las personas que han estado ahí durante este tiempo, que me pueden dar las claves, y además he estado tomando parte en diversos procesos participativos. Ya veo por donde van las cosas.

Si Aranzadi era un proyecto que nació solo para 4 años, ¿cómo es que vuelven a presentarse?

-Porque Aranzadi se ha juntado con otros proyectos a nivel estatal en una red municipalista que plantea presentar en los distintos sitios candidaturas con personas que vengan de los partidos y con personas de los movimientos sociales que no quieren estar en los partidos, con un código ético y un sistema de primarias que evite que un líder venga y presente a su candidato estrella. La tradición nos dice que Navarra está llena de candidaturas unitarias y creemos que es importante por lo que supone de esfuerzo juntar diferentes sensibilidades para forjar un programa común y sobre todo, para obtener mejores resultados.

Algunos en Podemos lo han considerado una deslealtad teniendo en cuenta el compromiso de 2015 de no volver a presentarse.

-No entendemos qué ha pasado con Podemos. Desde octubre se han celebrado un montón de reuniones con Podemos, con Equo, con Izquierda Unida y con Batzarre, que en ese momento todavía no habían decidido compartir coalición, planteando la posibilidad de ir juntos y no han querido, sobre todo Podemos.

La versión que ofrecen ellos es diferente.

-Podemos no ha querido ir juntos en Pamplona, ni en Noáin o en Burlada. Creemos que han cambiado la estrategia de hace 4 años. Entonces nos dijeron que había que juntar fuerzas para asaltar los cielos, pero para eso necesitamos unir a más gente. Cuando les propusimos en octubre ir juntos ese no era el problema. Hoy tendríamos que haber estado disputando conjuntamente la Alcaldía a Joseba Asiron y me da lo mismo quién hubiera ido en primer lugar de la lista. Teníamos fuerza suficiente. Planteamos entonces hacer primarias y ellos planteaban otra cosa. Ese era el reto y no han sabido entenderlo, prefiriendo ir solos, aunque nosotros hemos mantenido las puertas abiertas hasta el último momento.

Las explicaciones y las culpas son parecidas, pero la realidad es que van a concurrir tres formaciones con un ideario y electorado casi idénticos. No parece muy sensato.

-No lo es, pero nosotros hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos, sin poner líneas rojas.

¿Tomó parte en este proceso negociador?

-No, pero cuando fui elegido cabeza de lista mandé un mensaje personal a una persona de Podemos para ver si mi perfil facilitaba el hecho de llegar a un acuerdo. Procedo de los movimientos sociales, siempre he sido muy dialogante, mediador que pretende llegar a acuerdos.

El candidato de Podemos, Gaxán Sad, ha desvelado que se ofreció quitarse del número uno si con eso se lograba el acuerdo.

-Gaxán Sad fue la persona a la que mandé el mensaje y lo que dijo él es que emplazaba a Izquierda-Ezkerra a buscar un acuerdo y que no iba a ser problema quién fuera el cabeza de lista. Nunca nombró a Aranzadi. Como las relaciones son buenas nos dijeron que si llegaban a un acuerdo con Izquierda-Ezkerra lo harían también con nosotros. No sé qué cálculos han hecho, pero quiero recordar que el actual secretario general (de Podemos) me propuso en su momento ir en las listas al Consejo Navarro por la relación que teníamos. Podía haberse dado, mi perfil era muy integrador. Quiero saber qué explicaciones dan ellos.

Va a resultar muy complicado que las tres formaciones superen la criba del 5%.

-Sí, pero Aranzadi cuenta con dos activos: que tenemos tres concejalas (sic) y que a día de hoy somos el voto útil para que los sufragios no se pierdan en favor de la derecha.

Las relaciones del grupo municipal de Aranzadi dentro del equipo gobierno han sido complicadas.

-Nos echaron del equipo de Gobierno, pero la razón por la que nos expulsaron, las inversiones financieramente sostenibles, son casi las mismas que EH Bildu y Geroa Bai aprobaron luego con el voto del PSN. Para eso no hacía falta echarnos, pero no sé si fue un guiño para poder pactar con los socialistas.

Han terminado enfadados y criticando a todos sus exsocios, hasta a Edurne Eguino con la que compartieron expulsión.

-Aranzadi e Izquierda-Ezkerra hemos llevado una sintonía muy amplia en casi todos los asuntos, por eso no entiendo muy bien por qué han preferido ir solos. Estaba claro que había dos bloques en el Ayuntamiento, mejor dicho tres. Estaba Geroa Bai, que quería moderar el cambio; estábamos Aranzadi e Izquierda-Ezkerra, que queríamos ir más rápidos; y en medio se quedó EH Bildu, que decidió ir de la mano de Geroa Bai. Es lícito, no vamos a decir que no, pero el cambio a nosotros se nos ha quedado tranquilo. Hubiéramos querido un cambio más profundo.

¿Puede condicionarle en sus relaciones futuras con sus exsocios lo sucedido durante esta legislatura?

-A mí en nada. Primero habrá que ver los resultados, pero si dan, que es lo que creemos que va a pasar, por supuesto que estamos dispuestos a reeditar. Si prefieren ir a un cambio más profundo y transformador Aranzadi estará ahí, lógicamente después de saber lo que piensa nuestra gente. Nosotras (sic) queremos que el cambio siga avanzando y que sea valiente, pensando en las personas que menos tienen. Una ciudad como Iruña no puede dejar atrás a tanta gente. Hay que hacer todos los esfuerzos posibles en ese objetivo.

¿Y si no les secundan en ese cambio profundo y transformador que plantea?

-Bueno. Nosotras (sic) siempre vamos a apoyar aquello que se vaya haciendo bien. Lo que también haremos es criticar, o como en algún momento hicimos y no sentó bien, abstenernos pero sabiendo que las cosas iban a salir adelante. No vamos a torpedear los avances buenos para la ciudadanía. Otra cosa es que si no pactamos evidentemente buscaremos fórmulas para decir que creemos hay que ir más allá.

¿Será Aranzadi un socio fiable si los resultados del 26-M permiten reeditar la mayoría de hace cuatro años?

-Sí. Aranzadi ha cumplido todo lo que decía. Los problemas vinieron por los incumplimientos del acuerdo programático. En mi caso, cuando doy la palabra es tan importante como cuando firmo un documento. Tendremos que acordar cuál es el programa, tendremos que crear una comisión de seguimiento, que en esta legislatura no ha habido, y pediremos también que haya una persona facilitadora para el caso de que haya discrepancias y para que las áreas no se conviertan en espacios estancos sin comunicación entre ellas. Por ejemplo, no tiene sentido que se licite el bar de la Ciudadela sin que se incluya en las condiciones que la adjudicataria debe instalar cuatro papeleras para residuos y encargarse de la materia orgánica que se puede generar. Lo que nos interesa es llegar tan lejos como podamos.

En Catalunya plantearon una figura similar, la del famoso relator, y mire la que se montó.

-No es un intermediario y su función estaría más centrada en las áreas.

Si la mayoría dependiera de los votos del PSN, ¿negociaría con los socialistas?

-Hombre. Tenemos claro que no vamos a facilitar con nuestro voto que la derecha llegue al poder. El problema del PSOE es que por lo hecho hasta ahora no es un socio de fiar. Nosotros podemos llegar a un acuerdo con Geroa Bai porque sabemos dónde están las diferencias. Luego es cuestión de lo que cede cada uno. El PSOE nos ha estado fallando, pero si las cuentas obligan habrá que mirarlo, con la base de un programa claro.

¿Cuál es el mejor aval de Aranzadi para los electores?

-Aranzadi ha aportado un código ético que han cumplido a rajatabla todos sus concejales y ha promovido algunos de los proyectos insignia de la legislatura, como los de movilidad, con el corredor sostenible de Pío XII; la Concejalía de Igualdad la pusimos en marcha nosotros; la seguridad vial, el vaso reciclable o la comercializadora de energía renovable, una herramienta fundamental pensando en las personas que peor lo están pasando. Solo Barcelona tiene una comercializadora así y está más retrasada que la nuestra. También pusimos en funcionamiento el área de Participación y Empoderamiento, pese a las trabas que nos encontramos más tarde en su desarrollo. Es verdad que todas estas cosas las hemos hecho con el apoyo del resto de fuerzas, pero creo que nuestra presencia ha dejado poso.

¿Piensa que la labor desarrollada por Aranzadi en la legislatura le dará para repetir los resultados de 2015?

-Aspiramos a mantener los 3 representantes, para que el cambio sea posible.

¿Qué le parecen las camisetas de Spiderman? (Gesto de contrariedad de Cuenca).

-Me gustaba más el Hombre de Hierro que Spiderman, pero no tengo camisetas de ninguno.

¿Le van los formalismos institucionales?

-No. Me preocupan más los formalismos que tienen importancia, como la palabra.

¿Cómo lleva su primera campaña como candidato?

-Me ha sorprendido por la cantidad de actos que hay. Sabía que iba a tener muchos, pero no tantos. La llevo con ilusión y sobre todo con bastante ánimo e intentando dar apoyo a la gente que está trabajando por detrás.

¿Se ve bien en ese papel?

-Me veo bien (se ríe).

¿Qué intervenciones precisa su barrio de Azpilagaña?

-El local comunitario ya está prometido, que estará en un edificio sostenible en el que podrán vivir jóvenes y personas mayores del barrio . Creo que eso ya está solucionado. También pienso que habrá que acometer un calmado del tráfico, porque la avenida Zaragoza separa dos zonas, que el transporte urbano tenga más velocidad y buscar una vía para la circulación segura de las bicicletas. También propondría un espacio para la conciliación familiar de estancias cortas, un huerto urbano, el sistema de compostaje comunitario y de recogida de residuos. Este es un reto para Iruña y yo abogo por implantar también un sistema puerta a puerta en todos los barrios para captar a la gente que mejor se adapta a la colaboración. Creemos que hay que pagar por lo que se produce.

¿Qué proyectos de su programa le gustaría ver cumplido?

-Además la lucha contra la pobreza, queremos pinchar la burbuja de vivienda de alquiler, para lo que planteamos arreglar todas las viviendas municipales para ponerlas a disposición de las necesidades sociales, que se haga un censo con las viviendas vacías, que se grave a las que llevan tiempo vacías y se expropien las viviendas de las grandes inmobiliarias y bancos. También queremos frenar los pisos turísticos ilegales, que al final tiran para arriba de los precios. Es fundamental que la gente tenga vivienda y hay personas que no pueden pagarse ni el alquiler. En movilidad, hay que empezar a actuar sin esperar a que se aprueba el PMUS.