Pamplona - Terminó la campaña electoral, y llegó el momento de los pactos. La triple cita con las urnas del último mes -generales, autonómicas y municipales- ha dejado a las principales instituciones pendientes de acuerdos que garanticen la gobernabilidad los próximos cuatro años. A la formación del Gobierno de España, abierta desde abril, se suman ahora el resto de instituciones. Y si a ello se añade que la pluralidad política se ha consolidado en prácticamente todas las instituciones españolas, queda el escenario más abierto que nunca, y en manos de alianzas entre partidos que no siempre van a ser coherentes.

Los pactos se han cruzado así en el debate político nacional, donde los grandes partidos aspiran a mantener y recuperar varios gobiernos autonómicos y municipales en negociaciones que vinculan a unas con otras, y que juegan con el Congreso de fondo, donde todavía no hay alianzas definidas. Un coctel con muchas combinaciones que se cruza ahora en el camino del PSN hacia la presidencia del Gobierno de Navarra. En el que necesitará el apoyo de Geroa Bai y de Podemos y, al menos, la abstención de EH Bildu. Con quien los socialistas rechazan entablar cualquier negociar para evitar un desgaste en Madrid.

Un escenario que recuerda mucho a antecedentes similares vividos no hace tantos años, y que acabaron con la derecha en el poder con la sumisa resignación de los socialistas navarros. Y que puede condicionar las negociaciones que en los próximos días se puedan dar en Navarra. “Seguramente, donde más nos jugamos en toda España es en Navarra”, advirtió Albert Rivera en su visita a Estella durante la última campaña electoral. Y Ciudadanos ha entrado en juego.

El baile de alianzas Las elecciones autonómicas y municipales han supuesto un retroceso importante de Podemos, que deja a Ciudadanos como único socio viable del PSOE en lugares como Aragón, Castilla y León o la Comunidad de Madrid. Pedro Sánchez emplazó ayer además a Pablo Iglesias a descartar un posible Gobierno de coalición, al tiempo que el secretario de Organización, José Luis Ábalos invita a Rivera a facilitar la investidura de Sánchez.

Hay ganas de acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos, que se reprochan mutuamente los posibles apoyos de EH Bildu y Vox, y que exploran posibles vías de acuerdo en diversas instituciones. Proceso que puede tener su eco en Navarra, donde una abstención del PSN -pendiente todavía del recuento final- podría dar la presidencia a la coalición formada por el partido de Rivera.

Un escenario que rechazan, con vehemencia además, los dirigentes del PSN, que cuentan a su favor con el cambio estatutario aprobado en su último congreso, que delega en la militancia los pactos de gobierno. Así como con el apoyo de Santos Cerdán, coordinador territorial del PSOE, y partidario de buscar una mayoría de Gobierno en torno a María Chivite. Y Cerdán volverá a tener un papel relevante en el proceso de negociación que el PSOE abre a partir de ahora en todo el Estado.

También juega a favor del PSN el papel del PNV, tanto en Madrid como en Euskadi, donde cuenta con un pacto general con el PSE en las principales instituciones de la CAV, y que prevén revalidar para los próximos cuatro años. “El PNV buscará alianzas para gobernar en Euskadi sin abstraerse de los posibles acuerdos a los que pueda llegar en el Congreso y en Navarra”, apuntó ayer su responsable de Política Institucional, Koldo Mediavilla.

El escenario sin embargo está abierto, va para largo, y hay muchas piezas en movimiento. Algunas visibles y otras soterradas. Y de especial valor, como la presidencia de la Comunidad de Madrid, que el PSOE reclama para Ángel Gabilondo, y para la que necesita el apoyo de Ciudadanos, que ahora se debate entre una posición frontal a los socialistas o una más pragmática que pueda condicionar las mayorías, también las del Gobierno central.

Porque esa será la última pieza en mover, y puede estar condicionada por todas las demás. Puede incluso que por los dos escaños en el Congreso de UPN, que sigue con interés todos los movimientos en Madrid. De momento, Sánchez rechaza compartir el Consejo de Ministros con Podemos en un pulso con Pablo Iglesias todavía por resolver, y cuyo resultado puede determinar toda la política de alianzas. También en Navarra.