Bruselas - Praga acogió el domingo su mayor manifestación desde la Revolución de Terciopelo hace 30 años. En torno a 250.000 personas salieron a las calles para pedir la dimisión del primer ministro, Andrej Babis, acusado de defraudar fondos de la Unión Europea en beneficio de su conglomerado empresarial. Las protestas de la sociedad civil pueden poner en un compromiso al mandatario, cuya imagen ha quedado tocada tanto en Bruselas como en las filas de Renovar Europa, su familia política en la Eurocámara. Tras la masiva manifestación del 4 de junio, los checos han vuelto a llenar la histórica Plaza Wenceslas para exigir la renuncia Andrej Babis, primer ministro y uno de los hombres más ricos del país, y de Marie Benesová, ministra de Justicia y amiga del Babis. La marcha fue convocada por un movimiento cívico llamado Un millón de momentos para la democracia liderada por Mikulas Minarm que organiza la protesta contra el primer ministro. Lejos de disminuir, el descontento del pueblo checo ha ido in crescendo desde que se conociera el borrador de un informe de la Comisión Europea que apunta que el mandatario podría haber defraudado fondos de la UE hacia su conglomerado empresarial, Agrofert.

Desviación de dinero público Las protestas tienen su origen en la filtración por parte del periódico checo Hospodarske Noviny del borrador de un informe de auditoría de la Comisión Europea. En el texto, el Ejecutivo de la Unión Europea apunta que el primer ministro checo podría haber incurrido en conflicto de intereses a la hora de recibir subsidios comunitarios, que luego fueron destinados a empresas de su propiedad. El primer ministro, de 64 años de edad, niega las acusaciones y las considera un ataque contra el país. De confirmarse lo que indica el informe, Babis se vería obligado a devolver 17.5 millones de euros de subvenciones y enfrentaría una pena de entre cinco y diez años de prisión. Por ello, el nombramiento de Benesová como ministra de Justicia hace unos meses ha levantado sospechas entre los ciudadanos checos, que ven posible que su aliada interfiera para retrasar y entorpecer el caso ante los tribunales. - Aquí Europa