GRANADA. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, no quiere prolongar sine die la negociación de los apoyos para su investidura y mantiene la determinación de presentarse a la investidura en el mes de julio, tenga o no tenga amarrados para entonces los votos necesarios para que prospere.

Así lo han confirmado este martes fuentes de su equipo en Moncloa, que apuntan a que el debate de investidura podrá programarse a partir de la segunda semana de julio, descartando ya la primera.

Sánchez pondrá rumbo este miércoles a Osaka (Japón) para participar en la cumbre del G-20 y desde ahí deberá desplazarse a Bruselas para la cumbre extraordinaria sobre el reparto de cargos institucionales en la UE.

La agenda internacional del presidente le impedirá por tanto intensificar los contactos en estos próximos días sobre su investidura.

En Moncloa siguen esperando la respuesta de Podemos a su oferta para que miembros de la formación 'morada' ocupen cargos intermedios en la Administración, pero fuera del Consejo de Ministros.

Y se mantienen expectantes ante la evolución que pueda tener la crisis interna en Ciudadanos tras las dimisiones de dirigentes críticos con el giro a la derecha de la formación 'naranja'.

Así las cosas, en el entorno del presidente no descartan nada, ni siquiera que esta situación de bloqueo, de no revertirse, pueda llevar a una repetición electoral que la ciudadanía, están convencidos en Moncloa, no desea bajo ningún concepto.