dublín - El Gobierno irlandés insistió ayer en que un brexit sin acuerdo tendrá un “profundo impacto” sobre el sistema “político, legal y económico” de este país y pidió a las empresas que intensifiquen los preparativos para hacer frente a ese escenario.

Así lo expuso ayer el Ejecutivo en una versión actualizada del llamado Plan de Acción de Contingencia, que prevé que podrían destruirse hasta 55.000 empleos en Irlanda si el Reino Unido abandona la Unión Europea de manera desordenada.

El viceprimer ministro irlandés, el democristiano Simon Coveney, indicó que un brexit salvaje es ahora más “probable que nunca”, cuando se acerca la fecha límite del 31 de octubre impuesta por Bruselas para cerrar este divorcio.

Además de la pérdida de puestos de trabajo, el Gobierno estima en este último análisis que una ruptura no pactada podría costarle a la economía nacional unos 6.500 millones de euros durante el primer año.

“Un brexit sin acuerdo será un evento sin precedentes (...). No obstante, está claro que la tasa de crecimiento podría caer un 3% sobre las previsiones actuales”, señaló en el documento.

áreas afectadas El texto identifica un número de áreas que se verán especialmente afectadas, entre las que destaca la actividad comercial entre el Reino Unido e Irlanda, que se vería interrumpida por “retrasos en puertos y aeropuertos”.

También se verían afectadas las exportaciones irlandesas que viajan a mercados comunitarios a través del Reino Unido, debido a los controles en los puntos de salida y entrada y a la “incapacidad de las empresas” para hacer frente a los “nuevos requerimientos reguladores”.

En ese contexto, según el informe, el aumento de los “costes, de los aranceles”, así como las “oscilaciones de las divisas”, podrían provocar el “cierre de negocios”, sobre todo en el sector agroalimentario, la pesca, las manufacturas y el turismo.

Asimismo, el Gobierno de Dublín reafirmó su compromiso de proteger el mercado único y la unión aduanera si Londres sale del bloque sin acuerdo, con controles sobre las importaciones británicas que entren en la isla de Irlanda. - Efe