pamplona - La relación entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias está en su peor momento. Una llamada telefónica constató ayer que el bloqueo entre ambos es más que evidente y parece que no cambiará, pues ninguno está dispuesto a ceder ante las peticiones del otro. Fuentes de Podemos explicaron que Iglesias trasladó a Sánchez que quiere comenzar una negociación integral. Sin embargo, el socialista mantiene su posición “inamovible” y “no está dispuesto a negociar un programa de gobierno de coalición ni a compartir responsabilidades de gobierno con Unidas Podemos proporcionales a los votos”.

El día de ayer comenzaba con la intención de Sánchez de llamar a su posible socio, sin embargo fue el propio Iglesias quien dio el primer paso y contactó con él a media mañana. Le mandó un mensaje y acordaron hablar por la tarde. Esa llamada se produjo a las 16.00 horas y en ella Iglesias le transmitió su intención de negociar “sin líneas rojas ni vetos” y su “absoluta disposición a empezar de una vez a trabajar”. Podemos explicó tras esa llamada que Sánchez “no está dispuesto a negociar el programa de un gobierno de coalición ni a compartir responsabilidades de gobierno con Unidas Podemos”. El presidente en funciones, sin embargo aseguró que es el líder de la formación morada quien se niega a negociar. “He llamado a Pablo Iglesias para negociar primero el programa y, después, la composición del Gobierno. Debemos hablar de contenidos y conocer el grado de consenso. Lamentablemente ha rechazado la propuesta. Seguiremos intentándolo”, escribió Sánchez en su Twitter.

esperanza y reclamos Desde Podemos todavía confían en que el socialista vuelva a su “idea inicial” de cederles ministerios, una posición que aseguran que Pedro Sánchez varió tras las elecciones autonómicas y municipales pese a haber puesto sobre la mesa antes nombres de carteras de manera informal. Aunque aseguraron que el nombre de Iglesias no es para ellos imprescindible en esta negociación, ven como un “insulto” un posible veto al líder de la formación morada. La intención de Podemos es que los socialistas comiencen a negociar sin líneas rojas, que dejen de lado la idea de un gobierno monocolor y que acepten un gobierno de coalición con ellos. “Lo lógico es que nos pongamos de acuerdo y seamos capaces de compartir el poder”, consideró el líder de Podemos, quien en cualquier caso deja abierta la puerta a seguir negociando en agosto si la investidura de julio resulta fallida, como cada vez parece más posible.

Una opción, la de seguir negociando tras una investidura fallida que no comparte en absoluto el PSOE y que hace aparecer la sombra de nuevas elecciones el 10 de noviembre. Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, pidió ayer a Unidas Podemos “lealtad, altura y voluntad” para negociar un proyecto político para la legislatura, hablar del “para qué” y dejar para después la conversación sobre cargos y estructura. Pedro Sánchez continúa recalcando que su Gobierno debe tener una “cohesión interna absoluta” que no ve posible por las “discrepancias de fondo” en cuestiones de Estado como Catalunya.

Los socialistas, de momento, no avanzan cuál será su próximo paso para lograr los apoyos necesarios para su investidura el 22 y 23 de julio. No informan si habrá nuevos intentos de negociación entre Sánchez e Iglesias o serán ahora a través de la portavoz socialista, Adriana Lastra. Lo único que avisan es que la vía del diálogo sigue abierta.

casado y sánchez, de acuerdo Esa incertidumbre es la que quizá lleva al líder socialista a buscar nuevas posibilidades en caso de que se lleguen a repetir las elecciones. Y es que, como su homólogo Pablo Casado, Sánchez explicó ayer su intención de llevar a cabo una reforma institucional que cambie la ley electoral y lograr así que, si no se llega a un acuerdo, gobierne la lista más votada. La reforma será del artículo 99 para impedir que se vuelva a bloquear la investidura. En su opinión, ese artículo “no funciona” y “hay que reformarlo”.

El actual escenario de pluralismo político une a los dos partidos políticos históricos que, acostumbrados al bipartidismo, no quieren quebraderos de cabeza a la hora de formar gobiernos. - D.N.

psoe y podemos, en la diputación

El bloque de izquierdas, mayoría. La Mesa del Congreso acordó ayer el reparto de los 68 miembros de la Diputación Permanente, el órgano rector de la Cámara Baja cuando se encuentra en período inhábil. Parece que en este caso PSOE y Podemos sí se han puesto de acuerdo y han logrado mayoría con 33 votos, frente a los 29 de la derecha. La Diputación Permanente, que se constituirá el próximo día 23, estará formada por 24 miembros del PSOE; 13 del PP, 11 de Ciudadanos, 8 de Unidas Podemos, 5 de Vox, 3 de ERC, 1 de PNV, y 3 del Grupo Mixto, aparte de la propia presidenta del Congreso, Meritxell Batet, según fuentes de la Mesa.