pamplona - Conforme avanza el calendario y la negociación para formar el próximo Gobierno de Navarra, al PSN le resulta cada vez más difícil mantener su pretensión de que el organigrama de Chivite esté formado únicamente por consejeros socialistas. Si el martes Geroa Bai expresaba públicamente, a través de Itziar Gómez, que la aspiración del partido de Barkos es la de ejercer responsabilidades desde la primera fila, ayer la ejecutiva de Podemos aprobó por unanimidad entrar también a formar parte de las consejerías del futuro organigrama, a la espera de que I-E, el cuarto actor en discordia -y cuyos órganos de Izquierda Unida y Batzarre se reúnen esta semana- adopte una posición similar. Es quizá el acontecimiento definitivo, la apertura de la espita que aclara una de las incógnitas que están encima de la mesa -hoy a las 12h continúan las negociaciones en el Parlamento precisamente para avanzar en el diseño del Gobierno-, como es que el Ejecutivo de Chivite será de coalición o no será.

Todo apunta, por tanto, que las aspiraciones del PSN a formar un gobierno “monocolor”, con la única presencia de los socialistas, van perdiendo enteros. Se entiende que a día de hoy lo mantengan en los pronunciamientos públicos, pero más como una estrategia negociadora que como línea roja. Con una débil base de 23 escaños -la mayoría del Parlamento está en 26-, a los socialistas les va a tocar repartir responsabilidades dentro de un Gobierno con más consejerías, la fórmula que plantea el PSN para facilitar el encaje de todas las piezas.

En un primer momento, la idea es pasar de las nueve carteras actuales a once, además de la presidencia. Los socialistas, que lideran las negociaciones, quieren imprimir al Ejecutivo un cariz más parecido al del Gobierno de Sánchez: se estudia la posibilidad de desgajar de la cartera de Medio Ambiente y Desarrollo Rural todo lo relativo a la Administración Local, cohesión, vertebración y lucha contra la despoblación del territorio, que podría tener una cartera específica. Y también se plantea que innovación se separe de economía y forme parte, junto con las áreas de universidades y transformación digital, de otra cartera específica. Sería algo similar -es la aspiración- a lo que hizo Sánchez en el Estado con el ministerio de Pedro Duque.

proporcionalidad Ahora bien, toca concretar todo esto, tanto en estructura como en nombres. No será algo que quede zanjado en la sesión negociadora de hoy en el Parlamento y todo puede sufrir cambios. Hoy podrían zanjar la estructura (número de consejerías, de dónde depende cada dirección general...), pero quedaría lo más rocoso: el peso de cada fuerza en el Gobierno. No hay duda de que el PSN será el partido con más presencia. Los socialistas quieren un Ejecutivo más político que técnico, de personas de la más estricta confianza de María Chivite. Incluso podrían salir nombres de su propio grupo parlamentario, en el que Carlos Gimeno, por ejemplo, ha sido el principal opositor a Mendoza y Solana la pasada legislatura. Geroa Bai, por su parte, considera que su presencia tiene que ir acorde al acuerdo ‘a 23’, los escaños que suman PSN (11), Geroa Bai (9), Podemos (2) e I-E (1). Es decir, que como segunda fuerza a dos escaños de la primera aspiran a tener un notable protagonismo en el Ejecutivo, no un papel residual.

Podemos, por su parte, ayer solo hizo oficial lo que ya se venía barruntando -y expresando en declaraciones públicas- durante estas últimas semanas: que la formación morada quiere tener algo que decir dentro del Ejecutivo. Aceptan que de forma residual si es preciso, pero con voz propia. El consejo de coordinación de Podemos Navarra, la ejecutiva del partido, lo consideraba ayer “imprescindible” en un comunicado. “Apostamos de una forma clara y decidida por la presencia de consejeros y consejeras de la formación morada en el próximo consejo de Gobierno, tal y como expresó la ciudadanía de Navarra al no dar la mayoría a ninguna formación y optar por gobiernos de coalición y entendimiento entre diferentes”, afirman en un comunicado. Y también I-E se encuentra en una situación similar. Su representación es mínima: Marisa de Simón es la única parlamentaria. Pero la coalición de izquierdas quiere mantener, de alguna forma, el papel que desempeñó en el Gobierno del cambio, con peso en áreas sensibles como derechos sociales. A partir del mediodía de hoy se negociará cómo queda, finalmente, el próximo Gobierno.

12.00 h

continúa la negociación. Los grupos continúan hoy, a partir de las 12.00 h en el Parlamento, la negociación para fijar el organigrama del futuro Gobierno. Está previsto que sea una reunión larga, pero no que mañana zanje todo el esquema.

Cohesión territorial. Una de las opciones que están encima de la mesa es la de ampliar el número de carteras del Gobierno. Actualmente son nueve más la presidencia, y la idea es que puedan ser once. Todo lo relativo a la cohesión y la vertebración del territorio, así como la lucha contra la despoblación, sería en sí mismo una consejería desgajada de Desarrollo Rural.

Innovación. La otra propuesta es separar innovación de Desarrollo Económico, y junto con universidades y transformación digital hacer una cartera al estilo de lo que Sánchez hizo con Pedro Duque en Madrid.