pamplona - EH Bildu ha estado muy pendiente de las negociaciones entre el PSN, Geroa Bai, Podemos e I-E. Al menos, para recordar a los socialistas una realidad impepinable que, parece, alguna vez no quieren ver: los 23 escaños que suman los firmantes del documento de Gobierno, esa “mayoría posibilista” de la que habla el PSN, pueden ser insuficientes -la mayoría absoluta está en 26- si continúa el veto que el PSN ha colocado a EH Bildu. Es una realidad: Chivite necesita o bien la abstención de Navarra Suma, o bien la de EH Bildu. La de Navarra Suma es imposible: Esparza aspiraba a que el PSN le regalase el Gobierno, y como el PSN decidió andar otro camino el líder de la coalición de derechas comenzó una campaña de hostigamiento político y mediático para propiciar la intervención de Ferraz sobre la federación navarra, a la que acusó de traicionar a los muertos socialistas a manos de ETA. Cuanto más avanza el acuerdo progresista, más se enfada Esparza, que ya ha dicho que ni hablar de una abstención si el PSN intenta liderar un gobierno con Geroa Bai. Con esa vía más que agotada, el PSN necesita la abstención de EH Bildu. Pero tampoco está fácil: el partido soberanista no entiende el veto que desde la campaña ha colocado Chivite sobre EH Bildu. Durante ocho años, socialistas y soberanistas han convivido con normalidad en el Parlamento, llegando incluso a acuerdos puntuales. Ahora, con todos los ojos puestos sobre Navarra, el PSN dice que con los soberanistas ni a heredar: niegan no ya un posible acuerdo, sino la mera interlocución hasta ahora normalizada. Es una situación que no entienden ni Bakartxo Ruiz ni Adolfo Araiz, que han recordado a Chivite que la política de exclusión sobre 50.000 votantes puede materializarse en un baño de realidad el día de la investidura. “Vamos a esperar a que haya fecha de investidura y tomaremos una decisión”, anunciaba esta semana Araiz, que aseguraba que tendrán argumentos políticos tanto para la abstención como para el voto en contra. Su máxima es que no vuelva la derecha, pero el ninguneo puede pasar factura. - A.I.R.