pamplona - El histórico dirigente de ETA José Javier Zabaleta Elosegi, Baldo, abandonó ayer la cárcel de Zuera (Zaragoza) tras cumplir un total de 29 años de condena y fue objeto de un homenaje por parte de varias decenas de simpatizantes de la izquierda abertzale a su llegada a Hernani, su localidad natal. Zabaleta Elosegi fue considerado por las Fuerzas de Seguridad del Estado como el número dos de ETA en el momento de su detención en Francia, el 23 de septiembre de 1990. Ha permanecido encarcelado desde entonces en Francia y España en cumplimiento de varias condenas por perpetrar distintos atentados, y ayer por la mañana abandonó la prisión zaragozana, según informó la asociación de familiares de presos de ETA, Etxerat.

Después se dirigió a Hernani, donde fue recibido por decenas de personas que le esperaban con ikurriñas, pancartas y banderas a favor del acercamiento de presos, y que celebraron con cohetes y bengalas su excarcelación, al tiempo que hicieron un pasillo para recibirle en las calles del municipio. La presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), Consuelo Ordóñez, denunció a través de las redes sociales este homenaje y difundió un vídeo en el que se aprecian imágenes del recibimiento.

La hermana del dirigente del PP Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA el 23 de enero de 1995 en Donostia, lamentó que este tipo de homenajes signifique “la normalización de lo anormal en Euskadi: La exaltación del asesino, sus fines y medios”. Criticó por ello que se rinda tributo “por todo lo grande al sanguinario etarra Baldo”, cuyos “méritos, entre otros”, han sido asesinar el 3 de noviembre de 1980 a cuatro guardias civiles, que se encontraban fuera de servicio, y a un civil en el bar Haizea de Zarautz.

El Departamento de Seguridad del Gobierno vasco informó ayer de que tuvo lugar “una concentración” en la calle Nafarroa de Hernani, pero explicó que la Ertzaintza no ha abierto ningún atestado por estos hechos al no apreciar enaltecimiento del terrorismo en el recibimiento al exdirigente de la banda.

Tras su detención, cumplió una primera condena de ocho años por asociación de malhechores en Francia, que autorizó después su extradición a España, donde tenía varias causas pendientes. Zabaleta fue condenado por tanto varias veces por su participación en numerosos atentados, entre ellos el cometido en 1980 contra un bar de Zarautz en el que murieron cinco personas -cuatro guardias civiles que estaban fuera de servicio y un vecino-, crimen por el que los tribunales le impusieron en diciembre de 2001 una pena de 100 años de cárcel.

Además, en 2005 volvió a ser condenado a 49 años de cárcel por un atentado con coche bomba perpetrado el 24 de mayo de 1984 en Iruñea, en el que murió el capitán de la Guardia Civil Luis Ollo. Ese mismo año la Audiencia Nacional lo sentenció a otros 33 años de prisión por el lanzamiento de granadas contra un cuartel del Cuerpo Nacional de Policía en Donostia, que se saldó sin heridos y con numerosos daños materiales. - Efe/E. P.