Boris Johnson parece decidido a cumplir con sus promesas en todo lo que rodea a la salida de Reino Unido de la Unión Europea. El controvertido primer ministro británico sigue defendiendo un brexit duro, sin medir las consecuencias y hacer oídos sordos a los expertos que aseguran que esa salida no sería beneficiosa para ningún país comunitario. Su primera reunión con Bruselas este verano provocó un desencuentro esperado. El primero de la era Johnson, pues este asegura que no negociará nada con la UE si ésta no retira el plan para la frontera irlandesa. El primer ministro destina cada vez mayores cantidades de dinero al fondo creado para lidiar con un eventual brexit sin acuerdo.

Johnson se comprometió ayer a adelantar la financiación del servicio de salud pública de Reino Unido, al anunciar 1.800 millones de libras (unos 2.000 millones de euros) para la mejora de 20 hospitales, parte de la campaña del nuevo líder británico para cumplir su promesa de sacar a Reino Unido de la Unión Europea a cualquier precio. Parece que la línea del dinero es la elegida por Johnson para convencer de su objetivo de salida de la UE a todo aquel que se haya mostrado contrario hasta el momento. A finales de julio, anunció un plan de inversiones de 300 millones de libras (329 millones de euros) en Escocia, un territorio mayoritariamente contrario a una salida de la UE, sobre todo sin pacto.

contra bruselas Desde su llegada al número 10 de Downing Street, Johnson mantiene el pulso a Bruselas y le advierte que no negociará con ellos si no se retira antes la salvaguarda incluida en el acuerdo de salida para evitar una frontera dura en Irlanda. Así, el primer ministro británico aumento el montante destinado a realizar controles fronterizos y aduaneros, y comprar medicamentos, eleva el montante total a más de 6.900 millones de euros. Los fondos adicionales permitirán el despliegue de 500 agentes de control de fronteras y aumentará la capacidad de Reino Unido de procesar solicitudes de pasaportes.

Johnson, figura de la campaña Leave (salida de la Unión Europea) en el referéndum de 2016, promovió la idea de que el Reino Unido podría gastar 350 millones de libras a la semana en el Servicio Nacional de Salud si abandonaba la UE. El nuevo primer ministro se está movilizando a favor del brexit, un intento de restaurar parte de la confianza en los políticos que ha sido erosionada en los tres años transcurridos desde el referéndum que dividió profundamente al país. Sin embargo, al iniciar una ola de gasto en salud, educación y seguridad tras años de austeridad económica, Johnson ha alimentado las expectativas de unas elecciones anticipadas, algo que su equipo dice que no sucederá antes de que Reino Unido abandone la UE el 31 de octubre.

El periódico Sunday Times publicó ayer un artículo en el que Johnson declaraba que quería conseguir más fondos para la primera línea del Servicio Nacional de Salud e intentar poner freno a los “retrasos, las cancelaciones. Por eso estoy tan decidido a cumplir las promesas de la campaña del referéndum de 2016: no sólo para cumplir la voluntad de la gente, sino para aumentar el dinero disponible para esta increíble entidad nacional”, argumentaba en el texto publicado.

Johnson no está solo. Ni mucho menos. A su lado, el controvertido director de campaña a favor del brexit y también su asesor, Dominic Cummings, advirtió ayer de que “es demasiado tarde” para impedir que se produzca un brexit sin acuerdo, apostando así por una salida dura de la Unión Europea. Cummings está seguro de que el primer ministro cumplirá su promesa de abandonar la Unión Europea en octubre con o sin acuerdo, aunque el líder laborista, Jeremy Corbyn, y los parlamentarios que están a favor de permanecer en la Unión Europea logren forzar unas elecciones generales, según el diario Sunday Telegraph. “No se dan cuenta de que si hay una moción de censura en septiembre u octubre, convocaremos elecciones para después del 31 y nos iremos de todas formas”, afirmó Cummings.

La semana pasada Cummings sugirió que Corbyn “había perdido su oportunidad de conseguir que se celebren elecciones” antes de la fecha prevista para la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Johnson ha prometido sacar a Reino Unido de la UE con o sin acuerdo; sin embargo, tras la victoria de la candidata liberaldemócrata en las elecciones anticipadas celebradas el jueves en un distrito de Gales, la mayoría tory en el Parlamento británico ha quedado reducida al mínimo.

en contra Algunos de sus parlamentarios han insinuado que votarán en su contra para impedir un brexit sin acuerdo, una perspectiva cada vez más posible que ha provocado el desplome de la libra esterlina frente al dólar en los últimos días.

Así, los miembros del Parlamento no podrán presentar una moción antes del próximo mes, porque la Cámara de los Comunes disfrutará de un receso por verano que durará hasta el 3 de septiembre.

Por su parte, Johnson ha dicho que prefiere abandonar la UE con un acuerdo, aunque exige la retirada de la denominada “salvaguarda” irlandesa, una política de seguridad para impedir el regreso de una frontera dura entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte y que el bloque considera fundamental en cualquier pacto. El opositor Partido Laborista asegura que se opondrá a cualquier acuerdo de brexit presentado por Johnson si no protege el empleo, los derechos de los trabajadores y el medio ambiente. - D.N/Efe