bilbao - Mientras Pedro Sánchez deja caer que quiere reactivar las conversaciones con los grupos para pactar su investidura y que visitará al PNV en Euskadi durante la segunda mitad del mes, los jeltzales están lanzando de manera constante un llamamiento a la claridad en sus intenciones. Quieren que el candidato a la presidencia española tome como referencia Nafarroa, donde se ha demostrado que es posible el pacto plural y progresista, en lugar de pedir a la derecha española una abstención que confunde y ofende a sus socios de la moción de censura. Pero el emplazamiento también va destinado a Podemos, que en Nafarroa sí ha hecho posible el acuerdo. El PNV pide cesiones a ambas partes, que se negocie un programa, y que se deje de amenazar con la repetición electoral.

La presencia de Andoni Ortuzar en el Parlamento navarro durante la investidura de la socialista María Chivite no pasó inadvertida. La asistencia del presidente de la ejecutiva del PNV estaba justificada porque su partido es uno de los integrantes de la coalición Geroa Bai, que compartirá gobierno con los socialistas y Podemos; pero, más allá de ese dato, suponía un respaldo inequívoco a la operación política que se ha cerrado con éxito en Nafarroa, y que los jeltzales consideran que debe ser el espejo en el que se miren los socialistas y Podemos a nivel estatal para superar el bloqueo en la investidura de Sánchez. El PNV aboga por un acuerdo como el que se ha dado en Nafarroa entre el PSN, Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra. Sin entrar en las fórmulas de gobierno, cree que se ha demostrado que el entendimiento es viable.

los contactos Sánchez tiene previsto viajar a Sabin Etxea a partir del día 19 de este mes para ganarse el apoyo del PNV en una nueva votación de investidura, que tiene como límite el día 23 de septiembre. Fuentes jeltzales no tienen de momento nada que decir. Pero este encuentro sería muy significativo, porque tendría lugar al máximo nivel entre Sánchez y Ortuzar. El PNV se había quejado de que los socialistas no habían hecho ningún movimiento desde su última reunión el 8 de julio. Y fue una cita con cargos intermedios, no con Sánchez. El PNV cuenta con seis escaños y ha mantenido una posición facilitadora con su abstención, pero daría su voto a favor en una nueva investidura si hubiera compromisos sobre infraestructuras como el TAV, transferencias, y reformas sobre las pensiones o la Ley Mordaza. Sánchez ya se citó ayer con Compromís, y le prometió una nueva financiación en el primer año de mandato. Está reactivando la ronda tras la investidura fallida con la intención de presionar a Podemos.

Los llamamientos del PNV en las últimas horas llegan en puertas de que hoy mismo el lehendakari Urkullu acuda a la toma de posesión de Chivite como presidenta navarra. El propio PSOE se va quitando el complejo y está haciendo pedagogía para aclarar que solo han contado con la abstención de la izquierda abertzale, sin pactar con ella. El ministro José Luis Ábalos respaldará hoy a Chivite, junto al ministro Planas.

El gobierno navarro del PSN, Geroa Bai y Podemos, con el apoyo externo de I-E, se ha acordado a pesar de las fuertes presiones de la derecha, que ha tratado de frenarlo por todos los medios sacando a relucir que la operación necesitaba la abstención de la izquierda abertzale, un mensaje muy parecido al que agita en Madrid cuando se refiere a las abstenciones de la propia EH Bildu y, sobre todo, de los soberanistas catalanes. Pero el pacto navarro, además, se ha cerrado sin que afloren mayores tensiones entre los socialistas y Podemos a la hora de dar entrada al partido morado en el gobierno. Para rizar el rizo, es el propio secretario general de Podemos en Nafarroa, Eduardo Santos, quien ocupará una consejería (la de Políticas Migratorias y Justicia), pero es solo una, y no toca la parte económica.

El día de la investidura, Ortuzar dejaba claro en Twitter que “el acuerdo en Nafarroa es un buen espejo en el que pueden mirarse los que tan remisos se muestran en Madrid”, para añadir después que el pacto ha sido “fruto de un acuerdo hecho entre diferentes y que afronta el reto de construir un territorio de convivencia desde la pluralidad de identidades, lenguas y sentimientos”. Ayer, el máximo responsable del PNV en Nafarroa y presidente del Parlamento foral, Unai Hualde, aseguraba a Onda Vasca que “hay una oportunidad” de que se produzca en el Estado “un acuerdo en clave plural y progresista, como en Navarra”.