PAMPLONA - La consejera de Seguridad del Gobierno Vasco, Estefanía Beltrán de Heredia, afirmó ayer que la Ertzaintza está preparada para prevenir y atajar los posibles incidentes que se puedan producir con motivo de la cumbre del G-7 que se celebrará en Biarritz y la contracumbre de Irun. En una entrevista en Radio Euskadi, Beltrán de Heredia detalló los datos del dispositivo programado en Euskadi en el que participarán 4.000 ertzainas, la mitad de la plantilla.

Según indicó, una de las principales afecciones de la cumbre que se celebrará entre el 24 y el 26 de agosto será al tráfico, ya que Francia ha anunciado restricciones en la muga, lo que coincide con el retorno de vacaciones. En estas fechas, recordó Beltrán de Heredia, “año tras año suelen ser alrededor de 30.000 vehículos los que traspasan la frontera directamente, por lo tanto, cualquier restricción, mayor control o medida que suponga la ralentización del tráfico, lógicamente va a tener una incidencia importante”.

En cuanto a la posibilidad de que se produzcan altercados, ya que hay programada una contracumbre en Irun, la consejera indicó que los actos “están comunicados, tienen su propio servicio de seguridad”, aparte del ofrecerá la Ertzaintza. “Por ese lado, esperamos que no haya incidentes”, manifestó. Por ello, señaló que habrá que estar “a la espera y alerta” por lo que ocurra en Francia y las decisiones que tome el país galo. Para eso, “también se ha planificado un servicio de seguridad acorde con los posibles escenarios que se puedan dar”, precisó.

Manifestantes pacíficos La contracumbre del G7 espera reunir a unos 10.000 manifestantes en la marcha que se celebrará el día 24 entre Hendaia e Irun, una movilización que será “pacífica”, afirmó ayer Egoitz Urrutikoetxea. Los organizadores calculan que habrá 2.000 personas en la acampada que se prepara coincidiendo con la cumbre (programada del 24 al 26) y 4.000 participantes en las conferencias, destacó Urrutikoetxea, coordinador de estas jornadas.

El objetivo de la contracumbre es “dar la palabra a los ciudadanos” y ofrecer “una alternativa” a la “globalización capitalista” que representan los líderes del G-7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) y que está viviendo “una verdadera crisis sistémica”. - D.N.