pamplona - La popular Isabel Díaz Ayuso logró ayer ser investida presidenta de la Comunidad de Madrid al lograr la mayoría absoluta gracias al apoyo de Ciudadanos -con quien gobernará en coalición- y de Vox, tras comprometerse a cumplir los acuerdos adquiridos con ambos partidos. Tras un bronco debate parlamentario de ocho horas centrado en castigar a la izquierda y presentar la exigencia de explicaciones por parte de la oposición como una “campaña machista”, la popular recibió el apoyo de su grupo, el de Cs y el de Vox, en total 68 diputados que le permitieron ser elegida en primera votación con mayoría absoluta, frente a los 64 noes de PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos Izquierda Unida Madrid en Pie.

La ya nueva presidenta de la Comunidad de Madrid llegó a la recta final del proceso para su nombramiento acuciada por las informaciones periodísticas sobre las propiedades que le donó su padre después de arruinarse para evitar un embargo, lo que podría ser constitutivo de un presunto delito de alzamiento de bienes en todo caso ya prescrito. La presidenta regional electa, que tomará posesión de su cargo el próximo lunes, finalizó el debate denunciando al borde del llanto una campaña de “desprestigio” en su contra, por las informaciones que cuestionan el préstamo dado por Avalmadrid a una empresa participada al 50% por su padre, ya fallecido.

La popular acusó a la izquierda de “traspasar una línea”: “meter por medio a la familia” y una persona, su padre, que “no está en vida para defenderse”. Según explicó, su familia, “de clase media” se arruinó en la crisis tras haber creado trabajo y puesto “en juego” el patrimonio de sus hijos y su padre, defendió, fue un hombre “bueno” y “trabajador” que estaría “orgulloso” de verla como presidenta.

Más Madrid anunció tras el pleno que su partido llevará a la Fiscalía las informaciones que relacionan a Ayuso con Avalmadrid ante un posible alzamiento de bienes por parte de la popular por haber recibido dos inmuebles de su padre cuando éste era moroso, según publicó Infolibre.

Ayuso también presumió de una de sus antecesoras, Esperanza Aguirre, ahora imputada por la financiación ilegal del PP, a su juicio, “hundía una y otra vez en las urnas” a la izquierda. En otra de sus intervenciones, la jefa del primer Ejecutivo de coalición de la región, junto a Ciudadanos, pidió los votos de Vox “de manera humilde y sincera” y señaló que seguirá trabajando para buscar “puntos en común” con esta formación porque sabe que no tiene un “cheque en blanco”.

La portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, trasladó en su intervención al PP y a Ciudadanos, socios de UPN, que su partido “no renuncia a ninguno de sus contenidos programáticos”. “Nuestro compromiso con el PP y Ciudadanos acaba en el momento en el que comienza el de ustedes con nosotros, que es después de esta votación” (de investidura), subrayó en tono desafiante. Ante las quejas de Monasterio, crítica con el “consenso progre” y el aumento de las consejerías (de nueve a trece), Ayuso subrayó que ambas están más unidas de lo que la izquierda quisiera.

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos y futuro vicepresidente, Ignacio Aguado, no criticó en ningún momento a Ayuso y dirigió sus reproches a la izquierda por, a su juicio, tergiversar las 155 medidas pactadas con el PP. De Vox se limitó a señalar que sus exigencias no eran incompatibles con lo ya acordado con los populares.

Durante el debate, Ayuso atacó al resto de sus adversarios políticos, sobre todo al líder de Más Madrid, Íñigo Errejón, al que calificó como el personaje “más traidor de la política española” por su marcha de Podemos. Además, lo acusó de tener las “manos manchadas de dictadura” y de ser cómplice de los dictadores latinoamericanos y el de Más Madrid le respondió expresándole su “miedo” a que sea presidenta quien no aguanta “15 minutos de debate”. Errejón pidió a Ayuso que utilizara su tiempo ilimitado en el debate para aclarar entre otros asuntos las informaciones que la relacionan con la Púnica por sus contactos con el supuesto conseguidor de la trama, Alejandro de Pedro, asunto que no mencionó en ningún momento la popular.

También criticó a la recién investida presidenta el portavoz de los socialistas, Ángel Gabilondo, que abogó por un cambio político “con urgencia”. Asimismo, afeó a Ciudadanos que ratifique un modelo “económico caduco y sin horizontes” que, a su juicio, perpetúa una fuerte “desigualdad”.

Desde Unidas Podemos Izquierda Unida Madrid en Pie su portavoz, Isa Serra, acusó a Ayuso de “criarse entre corruptos” y dar continuidad al Gobierno de Esperanza Aguirre, de quien es “hija política”. - D.N,

Casado, ausente. Finalizado el debate, en el que estuvo respaldada por dirigentes del PP como Teodoro García Egea, Cayetana Álvarez de Toledo o el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, una Ayuso visiblemente emocionada recibió el aplauso de sus compañeros y los de los diputados de Ciudadanos y Vox.

68

votos

La triple alianza formada por los partidos de derechas ha sumado en su apoyo 68 votos, por los 64 en contra que han unido el PSOE, Más Madrid y Podemos. Con lo que el primer gobierno de coalición de Madrid estará condicionado por la extrema derecha, que será decisiva para que el Ejecutivo apruebe leyes y presupuestos.