pamplona - El presidente de UPN, Javier Esparza, dio comienzo al curso político sin señales de autocrítica, redoblando descalificaciones. Acusó al PSN de haber actuado “con complejo de inferioridad y desde el rencor” y acusó a la dirección del PSN y a María Chivite de ser “el salvavidas del nacionalismo vasco en Navarra”.

Esparza habló para la militancia en el acto de apertura del curso político de su partido, celebrado en Cintruénigo y al que asistieron cerca de 400 personas ligadas al partido. En ese ambiente, acusó a María Chivite de poner a UPN al “mismo nivel que a los testaferros del terrorismo de ETA”, de “engañar a los votantes socialistas” y de aceptar unos votos de EH Bildu que “no van a salir a gratis”. “Con esta decisión del PSN, que tuvo la oportunidad de conformar un gobierno de constitucionalistas en mayoría y escogió el pacto de los perdedores para evitar que gobernáramos quienes habíamos ganado, el nacionalismo vasco va a seguir mandando mucho en Navarra”, dijo.

Además, Esparza reprochó a los socialistas navarros que no valoraran la oferta de UPN de abstenerse en el Congreso de los Diputados para que Pedro Sánchez fuese investido presidente del Gobierno de España “sin depender de los nacionalistas”. Y dijo que a Sánchez “no le interesan España ni Navarra, que simplemente le interesa el poder, y debería aclarar si seguirá la ruta de pactos de Navarra o convocará elecciones para no marear la perdiz más, y que decida si, como en Navarra, pacta con los independentistas, los populistas, los comunistas, o si convoca elecciones”.

Esparza valoró los resultados electorales de UPN tanto en las generales como en las municipales y autonómicas, señalando que la formación “ha mejorado su presencia en todos los escenarios” y en Navarra ha “recuperado alcaldías importantes y tiene un 40 % de los parlamentarios” en la cámara foral.

Tras redoblar las descalificaciones y los insultos al PSN, Esparza aseguró que “ofrecerá a Chivite una reunión para trabajar sobre una batería de medidas comunes”, ya que considera que los socialistas mostraron durante toda la legislatura pasada posturas sobre ámbitos como la política lingüística o el desarrollo económico que “comparten en gran medida con UPN”. Asimismo, como ya hiciera en campaña electoral, animó a los “socialistas que creen en un progreso de verdad y no comparten las directrices de su partido” a que “se unan” al proyecto de UPN. “Miles de ciudadanos que votaron al Partido Socialista no le van a votar nunca más”, aseguró, al tiempo que llamó a su militancia a estar “orgullosos del trabajo que hemos realizado, y le prometió con su habitual lenguaje que, van a denunciar “cada incoherencia del PSN, cada cesión que haga al nacionalismo vasco y cada traición que haga a esta tierra”.

A medio camino entre la condescendencia y la amenaza, afirmó Esparza que “tomarán nota de las decisiones que lleve a cabo el PSN” y que “lo sucedido este verano marca un antes y un después entre UPN y el PSN”, “No vamos a negarnos a dialogar con ellos”, dijo, sino que “le vamos a dar la oportunidad de que pueda demostrar a la sociedad navarra si va a mantener las posiciones políticas que ha venido defendiendo en temas fundamentales para Navarra”. Si el PSN “cede en cuestiones sustanciales ante el populismo y el nacionalismo vasco, nos tendrá enfrente”. En este caso, “tendrá la oposición dura que se merecen aquellos que traicionan sus principios, mienten a los navarros y ponen sus intereses personales y partidistas por delante del bien común”. - D.N