pamplona - El Partido Socialista ha arrancado de la mayoría de partidos un acuerdo para reducir el coste de las elecciones sin tocar una de las principales partidas de gasto público: el envío de publicidad que inunda los buzones en periodo electoral. Aunque la manera de negociar el ahorro por parte de los socialistas ha molestado a prácticamente todo el ámbito parlamentario, las principales fuerzas del Congreso llegaron ayer a un pacto por lo que no colocarán banderolas en los lugares reservados como gratuitos por los ayuntamientos, ni contratarán publicidad exterior o espacios comerciales para carteles El acuerdo, propuesto por el PSOE, fue firmado ante notario por PP, Ciudadanos, Podemos, Vox, ERC, JxCAT, y Compromís. Solo el PNV anunció que no lo firmaría al considerar la medida como “demagógica y ridícula”.

Fuera del convenio queda, además de los envíos postales de publicidad política la colocación de carteles y pancartas que se produce de manera tradicional la noche de inicio de la campaña electoral en los espacios gratuitos que los ayuntamientos habilitan de acuerdo con la Ley Orgánica de Régimen Electoral (LOREG). Así pues, aquellas formaciones con mayor potencia económica seguirán llegando a los buzones de todo el territorio nacional, a pesar de que cientos de miles de votantes ya han pedido al Instituto Nacional de Estadística que les borren de los listados para evitar la propaganda en sus buzones.

La publicidad exterior mediante carteles y banderolas que emplearon los partidos en la última campaña electoral fiscalizada por el Tribunal de Cuentas, correspondiente a las elecciones de junio de 2016, costó más de 2,4 millones de euros, aunque formaciones como el PSOE, Podemos y Bildu no gastaron nada.

En concreto, el importe total del dinero dedicado a estos fines contabilizados por el Tribunal de Cuentas en su informe de fiscalización de las elecciones generales de junio de 2016 asciende a 2.428.508 euros repartidos entre la mayoría de los 18 partidos y coaliciones que se presentaron a aquellos comicios.

Según informó en un comunicado, el PP firmó el pacto para ser “coherentes” con la posición que han mostrado hasta ahora y porque creen que los españoles “merecen más propuestas y menos propaganda”. Los populares informaron de que eliminarán toda la publicidad electoral en el exterior, excepto un gran cartel en la fachada de su sede que cada día ofrece una pregunta a modo de lema porque considera no debe ser considerado “publicidad exterior”.

Tampoco están contentos en Unidas Podemos y Ciudadanos, que acabaron optando por firmar el acuerdo para no quedar señalados como contrarios al ahorro electoral. Y aunque la formación naranja firmó el pacto ante notario, lamentó que la propuesta socialista no incluya unificar en un envío la publicidad electoral de los partidos a los domicilios que, según cálculos de la formación naranja, supondría un ahorro de 20 millones de euros.

Unidas Podemos lamentó, asimismo, que no se hayan acordado medidas que supongan un mayor ahorro, como la del mailing único, y que tampoco se haya contemplado la celebración de dos debates entre los candidatos de los principales partidos, que han propuesto.

Vox argumentó que se suma a la iniciativa de “ahorro publicitario” para la campaña electoral porque siempre ha defendido que el coste de los partidos políticos “no puede seguir recayendo en el bolsillo de los ciudadanos a través de indemnizaciones y subvenciones”.

Por su parte, Compromís justificó su firma del acuerdo con el objetivo de “reducir gasto electoral” y conseguir una campaña “más sostenible”. También reclamó que el PSOE no utilice el Consejo de Ministros como su “publicidad exterior” haciendo propuestas electorales desde la institución.

De la firma conjunta del pacto, que puede convertirse con rapidez en papel mojado, se desmarcó el PNV, que tachó el compromiso de “ridículo y demagógico”. Según sus cálculos, el acuerdo sólo supondría una rebaja del 10% del total de los gastos que se pretenden controlar, los de publicidad exterior. Además de considerar que los partidos de ámbito territorial salen perjudicados, indica que la propuesta está “llena de cinismo”: se quiere reducir el gasto en publicidad exterior, pero no se toca la inversión en medios o en grandes actos de campaña, que es “donde reside el grueso del gasto”, apuntan los nacionalistas vascos.

El PNV recordó que la reducción de gasto electoral que se dice perseguir hubiera sido posible, en términos absolutos, con un ahorro de las elecciones. Por ello, se pregunta “si lo que se persigue es un ahorro real o es más bien una propuesta de cara a la galería, en línea con la forma de hacer política en España”. Por último, invitó a los partidos a poner en práctica medidas dirigidas a la sostenibilidad de las campañas electorales, como las que ya se vienen implementando en la CAV tras un compromiso multipartito donde la publicidad exterior de banderolas, farolas y otros soportes invasivos fue eliminada.

EH Bildu tampoco firmó el acuerdo, porque, según dijo, ya pone en práctica lo que se plantea. “Ya las cumplimos en todas las campañas y, por tanto, no vemos necesidad de participar en un acuerdo impulsado por los principales partidos del Estado con un claro objetivo electoral”, alegaron. A su juicio, serán esos partidos quienes “tendrán que explicar por qué no lo han hecho hasta ahora”. “Nuestras campañas siempre han sido low cost. De hecho, ni siquiera pedimos un solo euro a los bancos, autofinanciamos nuestras campañas”, afirmaron. - D.N.