Madrid - La expresidenta madrileña Cristina Cifuentes se desmarcó ayer ante el juez del caso Púnica de la presunta financiación irregular del PP madrileño e indicó que nunca supo nada de la existencia de una caja B en el partido en la región. “No tuve ningún tipo de responsabilidad ni ningún tipo de participación referida a la administración, a la gestión económica y a la financiación del partido ni de sus campañas, absolutamente ninguna”, apuntó Cifuentes a su salida de la Audiencia Nacional, donde compareció como investigada por la supuesta financiación del PP madrileño en las campañas de 2007, 2008 y 2011. Es más, precisó que si algo hizo como presidenta “fue luchar contra la corrupción” y personar a la Comunidad de Madrid como acusación particular en el caso Púnica.

Durante sus tres horas de declaración, la expresidenta madrileña, que llegó a mencionar al líder del PP, Pablo Casado, solo contestó a la Fiscalía y a su defensa para asegurar que no tenía competencias en materia de financiación, que nunca manejó dinero ni recibió regalos y que no supo de ninguna reunión con empresarios que supuestamente favorecieran al partido, según fuentes presentes en la declaración.

Implicación de aguirre Sobre la presunta participación de Esperanza Aguirre (citada el 18 de octubre) en los hechos, indicó que no lo sabía dado que ella trabajaba en las campañas para el PP y no para Aguirre, que tenía su propio equipo. Su función, explicó, se limitaba a movilizar a las estructuras del partido y a que los actos estuvieran llenos, si bien no llevó ningún asunto relacionado con la gestión de las campañas ni con la recaudación.

También defendió la legalidad de varios contratos que la Asamblea de Madrid adjudicó al grupo Cantoblanco, del empresario Arturo Fernández, y que el juez sospecha estaban amañados a cambio de sus aportaciones al partido. Según la investigación, Fernández habría realizado dos donaciones de 160.000 euros en 2007, año en que Cifuentes era patrona de Fundación para el Desarrollo Económico y Social de la Comunidad de Madrid, organismo en el centro del presunto desvío de fondos a la caja B del PP, si bien la expresidenta señaló que no le consta que el empresario donase dinero.

Durante la batería de preguntas de la Fiscalía sobre Fundescam, la expresidenta madrileña citó por sorpresa al líder de su partido, Pablo Casado. “En un determinado momento estuvo incluso Casado como miembro de Nuevas Generaciones”, dijo.

La expresidenta venía preparada e incluso aportó un certificado de 2006 sobre su papel en la fundación. El documento llamó la atención de las fiscales que preguntaron reiteradamente cómo es posible que ese documento esté en su poder cuando Fundescam ha negado en requerimientos judiciales disponer de documentación anterior a 2010.

En relación a una reunión con el empresario Juan Miguel Madoz, administrador de Swat -empresa que supuestamente participó en el sistema de financiación investigado- y otros cargos del partido, la expresidente afirmó que la ex directora general de Medios de la Comunidad de Madrid Isabel Gallego la situó en ese encuentro por “animadversión”. El Ministerio Público considera clave su asistencia a estos encuentros, pues define a Madoz como “uno de los cooperadores en el desvío de fondos públicos para pago de gastos electorales”.

La declaración de Cifuentes se interrumpió en dos ocasiones porque, a pesar de no ser pública, se estaba escuchando en la sala de prensa por un error técnico. Tras más de media hora de interrogatorio, el juez decidió cambiar de sala. Un asunto que suscitó cierta tensión entre los abogados, que barajaron la posibilidad de pedir la anulación de la declaración, si bien finalmente decidieron continuar. - D.N.