Pamplona - El despacho principal de la planta noble del edificio de Hacienda tiene nueva inquilina. Elma Saiz Delgado (Pamplona, 1975) dirige desde agosto la política financiera del Gobierno de Navarra. Un puesto clave en una comunidad con autonomía financiera, y desde el que debe afrontar un escenario de incertidumbre económica que exige “prudencia” pero “ningún alarmismo”. “La situación es buena”, apunta Saiz, que prevé un crecimiento económico del 2,2% en 2020 que le permite aumentar en 212 millones el presupuesto del próximo año, que ahora deberá negociar en un Parlamento en minoría. Antes sin embargo tiene que aclarar qué ocurre con el IRPF de la maternidad tributado entre 2013 y 2018 después de que la Justicia haya rechazado las demandas de las familias que reclamaban su devolución. “Vamos a buscar el consenso siempre desde la seguridad jurídica”, avanza Elma Saiz con la resolución todavía en caliente.

¿Cómo valora la sentencia?

-No hemos tenido tiempo de analizarla en profundidad, pero nuestro compromiso con las madres y padres afectados se mantiene firme. La sentencia desestimatoria nos marca ahora el camino que debemos seguir, siempre desde la seguridad jurídica.

¿Cuáles son los pasos a seguir ?

-He llamado a las madres afectadas nada más conocer la sentencia para comunicarles que nuestro compromiso se mantiene firme. La semana que viene nos reuniremos con ellas y trataremos de buscar una solución que sea jurídicamente viable y que genere el mayor de los consensos. Nuestro objetivo es tenerlo cerrado antes de que termine el año.

2013 es un ejercicio fiscal ya prescrito. ¿Se quedarán sin cobrar?

-No lo sé, igual hay gente que ha interrumpido la prescripción de alguna manera. Es un tema complejo con situaciones muy dispares, y habrá que analizar caso por caso.

¿Por qué hay que devolver el dinero si la sentencia dice que la ley de 2012 estaba bien hecha, y que quienes la aprobaron pretendían precisamente eliminar la exención?

-Porque la política está para solucionar los problemas. Para mejorar y corregir actuaciones. Y porque los compromisos políticos están para cumplirlos.

¿Es por un compromiso electoral del PSN, entonces?

-No es un compromiso electoral, es un compromiso político. Tanto la presidenta como mi departamento estamos comprometidos en dar una solución. Y las leyes están para cumplirse, pero también se pueden cambiar si es para mejorarlas.

¿Se puede cambiar una ley tributaria con efectos retroactivos? La pasada legislatura los informes técnicos cuestionaban esa opción.

-La retroactividad, siempre que no empeore la situación del contribuyente, es un mecanismo legal perfectamente válido. Tenemos algún ejemplo reciente en la pasada legislatura, por ejemplo. Al final, los técnicos trabajan siempre con la ley en la mano, y yo respeto profundamente el trabajo del departamento técnico.

¿Es justo devolver 8.000 euros a quien cobra 80.000 y dejar a cero a quien está en paro o no llega al mínimo de tributación?

-Evidentemente, el impuesto de la renta debe ser progresivo, y este Gobierno tiene como objetivo trabajar por la progresividad y la redistribución de la riqueza. Y buscaremos la solución más adecuada, se lo aseguro.

También hay otros colectivos más desfavorecidos que tributaron por su prestación de baja médica o de desempleo durante el mismo periodo. ¿Por qué ellos no van recibir la devolución?

-No se trata de comparar quién está mejor y quién esta peor. Hablamos de un compromiso político con un colectivo concreto. Indudablemente, también habrá que hacer leyes que apoyen al resto de colectivos para ahondar en la redistribución de la riqueza. Yo no estoy cerrada a ninguna reforma.

La devolución supondrá unos 45 millones para las arcas públicas, a los que hay que sumar otros 80 millones anunciados para abonar el grado de los funcionarios y las vacaciones a los docentes. ¿Nos estamos gastando los ahorros?

-El IRPF todavía no sabemos cómo se va a pagar, por lo tanto tampoco su efecto presupuestario. Y el grado se ha decidido hacerlo ahora con tesorería para afrontar 2020 sin compromisos presupuestarios anteriores. Son problemas que nos hemos encontrado al llegar, y a los que estamos tratando de dar solución.

¿Cuál es la situación de las cuentas públicas de Navarra?

-La situación es buena, Navarra está fuerte. Nuestra previsión es cumplir con los criterios estabilidad y la previsiones de los organismos independientes para 2020 son positivas.

¿La caja está ordenada entonces?

-La situación es positiva, y los ingresos han ido mejor de lo esperado. Pero también es cierto que lo han hecho con una carga fiscal excesiva sobre las rentas medias y las familias con hijos.

¿Y cómo lo van a corregir?

-Habrá que revisar los mínimos personales y familiares y distribuir la riqueza sin cargar en exceso a esos colectivos. Es lo que marca el acuerdo programático, que es la hoja de ruta del departamento.

De momento sin embargo lo único que han anunciado es la supresión del impuesto al patrimonio empresarial.

-Era una medida que había que atender. Pero estamos al inicio de la legislatura y habrá que ir viendo cada cosa a su tiempo, tenemos cuatro años. Soy además muy consciente de que tenemos que buscar consensos en el Parlamento, y eso también nos va a marcar.

¿Con quién buscarán el acuerdo para aprobar el presupuesto?

-Con todos. Vamos a hacer el mejor presupuesto posible para Navarra, y cada grupo tendrá que explicar después por qué se opone. Yo voy a tender la mano a todos.

Pero al final tendrá que mirar a la derecha o a la izquierda.

-Yo siempre miro hacia adelante. Si haces un buen presupuesto para Navarra, que prima la igualdad de oportunidades, que trae progreso y que apuesta por la innovación, no tiene que ser incompatible para nadie.

¿Se puede gobernar con presupuestos prorrogados?

-Yo trabajo con la ilusión de tener unos buenos presupuestos que van a ser aprobados. Porque para Navarra es muy importante tener presupuestos, y me gustaría que a los grupos parlamentarios les preocupe Navarra. No la que describen en Madrid, sino la Navarra real.

¿Es posible aprobar la política fiscal con la derecha y el proyecto de gastos con la izquierda?

-Hay cuestiones que hay que sacar de la confrontación política. Los ciudadanos nos están pidiendo otra forma de hacer política, más centrada en el bien común y menos en la confrontación gratuita. Si se gasta bien y se es eficaz creo que podemos encontrar consensos con todo el mundo.

Para el próximo año se ha elevado el techo de gasto en 212 millones. ¿Cómo se van a repartir?

-Cada departamento deberá fijar ahora sus prioridades, en consenso con las cuatro fuerzas que apoyan al Gobierno. Pero hay algunas cuestiones que hay que atender, como la cartera de servicios sociales, el pacto educativo, la innovación o la seguridad. Y también la aportación al Convenio, claro.

¿Hay tensiones entre departamentos por el reparto de fondos?

-Somos un Gobierno de personas muy comprometidas y responsables. Todos lógicamente queremos poder hacer más, pero somos conscientes de que existen prioridades y de que debemos gastar mejor.

¿Qué es para usted gastar mejor?

-Evaluar más la eficiencia del gasto. Hay que estudiar si la inversión aprobada revierte de verdad en los servicios públicos o no. O si las deducciones por empleo sirven realmente para crear empleo de calidad. Ahí tenemos margen de mejora. El objetivo es optimizar el gasto público.

No les queda más remedio. La ley de estabilidad exige a Navarra déficit 0 el año que viene y solo podrán gastar lo ingresan. ¿No habría que modificar la ley de austeridad?

-La ley se hizo en un momento complicado para corregir determinados comportamientos. Pero la economía está viva, así que puede ser un buen momento para flexibilizar la ley y hacerla más eficaz. Lo que no quiere decir que Navarra no deba cumplir. Estamos en España y en Europa y debemos tener el mismo contexto económico.

¿La previsión de crecimiento del 2,2% para el año que viene es realista en este contexto de incertidumbre económica mundial?

-Está avalada por organismos independientes. Es verdad que hay un contexto de incertidumbre, y que vamos hacia una desaceleración económica. Somos prudentes en eso. Pero tampoco debemos caer en el alarmismo porque eso es contraproducente para la economía.

¿Ha hablado ya con la ministra de Hacienda para renegociar la aportación al Estado?

-De momento solo hemos tenido un intercambio de cortesía tras llegar al cargo. Con la situación actual es difícil avanzar. Ojalá tengamos pronto un interlocutor con el que poder empezar a negociar.

La última vez hubo que tensionar la situación para forzar un acuerdo. ¿Se ve en esa situación?

-No tengo que tensar lo que no está tenso. Contamos con un equipo que conoce perfectamente el Convenio, y vamos a ir a negociar con mucha pedagogía, pero también con mucha firmeza. Navarra es solidaria y lo va a seguir siendo. Sí creo que sería importante sacar el Convenio de la arena política, flaco favor le hacen a Navarra quienes lo ponen en cuestión. En esto tenemos que ir todos a una, y voy a trabajar para ello.

¿Le preocupa el escenario que pueda quedar en Madrid tras las elecciones del 10 de noviembre?

-Sí, claro. Más allá de que políticamente prefiero un Gobierno liderado por Pedro Sánchez, es importante que acabemos con la interinidad, porque la falta de estabilidad nos debilita como país. Lo que me preocupa es que lleguen a La Moncloa formaciones hostiles con el Convenio Económico. Para Navarra es vital quién ocupa La Moncloa.

Lo que ocurra en Madrid puede condicionar el Gobierno foral.

-No. Ha costado mucho llegar hasta aquí, y se ha hecho un esfuerzo importante por plasmar el acuerdo programático. Es un buen instrumento para que Navarra avance en convivencia, en respeto, en pluralidad y en igualdad, y merece la pena dejarse la piel para que esto dure más de cuatro años.