pamplona - Nombres propios para el último tramo de la conversación: Torra, Puigdemont, Arrimadas, Pujol y Mas. Francesc-Marc Álvaro los perfila en estas líneas.

¿Torra es el mayor error de Puigdemont?

-Torra es una mala elección de Puigdemont en la medida que no es un político, es un activista y una persona que no tiene un concepto claro de lo que representa ser president de la Generalitat. Confunde su papel como activista con su papel institucional, y eso ha debilitado la presidencia de Catalunya.

El futuro de Puigdemont llena de incertidumbre la evolución a corto plazo del conflicto y sus derivadas.

-Puigdemont es la única pieza que por ahora el Estado español no controla de todos los dirigentes independentistas, en la medida en que está, digamos en el exilio. Este factor le convierte en un elemento disruptivo pero también impide que su espacio político genere una estrategia a largo plazo, porque todo está sometido a la táctica judicial que él utiliza para eludir la larga mano del Estado español.

¿La marcha de Arrimadas a Madrid es indicio de un posible declive de Ciudadanos en Catalunya?

-Su crecimiento en diciembre de 2017 fue sobre todo porque se convirtió en un voto refugio de aquellos catalanes que tenían más temor a una secesión exprés. Pero Ciudadanos tiene muy pocos concejales en los ayuntamientos y ningún alcalde. Mi previsión es que ya no va a conseguir un resultado tan fuerte como entonces, y eso va a beneficiar a los socialistas, al PP y también en parte puede que a los Comunes.

¿En qué hubiera cambiado el procés, de haber mantenido Jordi Pujol su antigua reputación?

-Una buena pregunta. Pujol no fue nunca independentista. De haber podido salir a dar su opinión, si era coherente con su trayectoria, no hubiera sido favorable a la independencia, como en privado ha hecho llegar que él no lo veía muy claro. Pero claro, Pujol es el ocaso.

¿Volverá Mas a ser candidato?

-Forma parte de las especulaciones, dado que pronto finalizará su inhabilitación por la consulta del 9-N. Representa respecto a Torra y Puigdemont una forma de hacer política mucho más convencional, tranquila y ordenada. Pero también responde a esa Convergència que fue periclitando. Él mismo abrió la puerta a Puigdemont. Por tanto, es responsable de lo que ha venido luego. Así que no creo que su retorno solucionaría ni cambiaría mucho las cosas. - J. Barcos