Londres - Un documento oficial del Gobierno británico, divulgado ayer por el Financial Times (FT), revela que el Ejecutivo de Boris Johnson planea alejarse de la normativa de la Unión Europea (UE) sobre derechos de los trabajadores y protecciones medioambientales una vez consumado el brexit.

El texto, elaborado por el Departamento para la Salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), con participación de Downing Street, indica que este país estaría abierto a una separación significativa frente al bloque comunitario en cuanto a normativa laboral y protección del medioambiente, pese a que Bruselas ha insistido en mantener provisiones regulatorias equiparables después del “divorcio”.

Los 27 socios restantes deliberan este fin de semana sobre la solicitud de Londres de retrasar el brexit (salida del Reino Unido de la UE) hasta el 31 de enero, o bien proponer una prórroga más corta.

El primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, anunció esta semana que intentará convocar unas elecciones generales anticipadas en el Reino Unido para el próximo 12 de diciembre. Johnson dijo que otorgará más tiempo a los diputados para debatir el acuerdo del brexit, pero solo si aceptan respaldar su llamada a las urnas.

El líder conservador necesita una mayoría de dos tercios en la Cámara de los Comunes para adelantar unos comicios antes del término de la legislatura, en 2022, por lo que le resulta imprescindible el visto bueno de las fuerzas de la oposición.

Según el FT, existen temores en algunos sectores de la UE, especialmente en Berlín, a que Johnson esté llevando a cabo preparativos con idea de reformar el Reino Unido y convertirlo en una especie de Singapur sobre el Támesis, una economía ligeramente regulada, de bajos impuestos, a orillas de Europa, una vez se consume el brexit.

El documento filtrado, de acuerdo con esa información, señala que la manera en que se ha redactado en la legislación del brexit los compromisos referentes a los derechos laborales y protección medioambiental deja “lugar para la interpretación”. Según esto, la “interpretación de esos compromisos (por parte de Londres y de la UE) será muy diferente”.

La responsable laborista para el brexit, Jenny Chapman, admitió que el texto confirma sus “peores temores”, al considerar que se trata del plan del primer ministro de “desregular la economía, lo que verá destruidos derechos y protecciones vitales”. Esto parece contradecir los comentarios hechos por Johnson el pasado miércoles, cuando aseguró que el Reino Unido está comprometido “al máximo” con esos derechos y protecciones.

El Parlamento británico votará el lunes la propuesta de convocar unos comicios. Para que prospere, es necesario el apoyo de dos tercios de la Cámara de los Comunes, por lo que es imprescindible el visto bueno de al menos una parte de los diputados laboristas. Otras fuerzas de la oposición, como el Partido Nacionalista Escocés (SNP), el Partido Liberal Demócrata y el nacionalista galés Plaid Cymru tampoco respaldan por ahora los planes de Johnson.

Productos del Sahara Marruecos firmó ayer con el Reino Unido un acuerdo de asociación que incluye medidas que garanticen la continuidad de las relaciones económicas y comerciales entre ambos países en previsión del postbrexit. Ambos países firmaron también una declaración política y llevaron a cabo un intercambio de cartas, instrumentos jurídicos que prevén mecanismos de resolución de litigios y estipulan que todos los productos procedentes de Marruecos y del Sáhara Occidental entren en el mercado británico “con las mismas condiciones y sin ninguna discriminación”.

El acuerdo fue rubricado por el titular de Exteriores marroquí, Naser Burita, y el ministro de Estado británico encargado de Desarrollo Internacional, Oriente Medio y África, Andrew Murrison, en Londres, informó la agencia oficial marroquí MAP. Ambas partes subrayaron que este pacto entrará en vigor una vez que los acuerdos entre la UE y Marruecos cesen de aplicarse para el Reino Unido y tiene como fin garantizar la seguridad y la fluidez de las relaciones comerciales entre los dos países tras el brexit.

“Es un mensaje fuerte hacia la comunidad de los negocios y los consumidores de ambos países (...) para garantizar la continuidad y desarrollo de los intercambios y relaciones comerciales una vez que el Reino Unido deje de pertenecer a la Unión Europea”, declaró Burita a la agencia. - Efe