pamplona - Los partidos del arco parlamentario coincidieron ayer en hacer una cerrada defensa de las pensiones, pero discreparon en las recetas para hacer sostenible el sistema público, cada vez más amenazado después de que los últimos gobiernos de España hayan vaciado la hucha, que llegó a tener 66.815 millones en 2011.

Organizado por la plataforma Mayores frente a la crisis, los candidatos al Congreso Sergio Sayas (Navarra Suma) y María Solana (Geroa Bai), los cabeza de lista al Senado Toni Magdaleno (PSN) y Neniques Roldán (Unidas Podemos) y la parlamentaria Bakartxo Ruiz (EH Bildu), que excusó la ausencia por motivos laborales de la candidata Bel Pozueta, participaron en un concurrido debate en el Palacio del Condestable de Pamplona.

Los cinco ponentes incidieron en que las pensiones son un derecho, si bien ofrecieron distintas propuestas para que sostenibilidad no peligre.

Por sorteo, correspondió el primer turno a Sayas, que citó la longevidad y la escasa natalidad entre los principales “riesgos” del mantenimiento de estas prestaciones, defendió que se incrementen con arreglo al IPC y no cerró la puerta a que “se complementen vía impuestos”. Dijo no estar de acuerdo con derogar la reforma laboral, que ha precarizado el empleo, “porque ha conseguido que haya más trabajadores”, si bien se mostró abierto a “introducir modificaciones”.

Lejos de apostar por el autogobierno, Sayas señaló que “un sistema navarro pondría en riesgo las pensiones” y cree que “las garantizaría mejor un sistema europeo”.

“mejor gestionarlo aquí” Visión totalmente opuesta tienen Solana y Ruiz, defensoras de que Navarra asuma las pensiones. “El autogobierno ha dotado a Navarra de mejores herramientas de gestión y gestionarlas aquí sería mejor”, sostuvo la candidata de Geroa Bai, que recordó que “alguien se ha gastado el dinero de las pensiones en otras cosas”.

“No me consta que Javier Esparza vaya a Madrid a hablar de pensiones, sino a romper este Gobierno”, continuó Solana, quien aseguró que “no es cierto que las pensiones no son sostenibles como dicen las derechas”. Solana se mostró contraria a los sistemas privados de pensiones y consideró que “se puede y se debe influir políticamente para mantener el sistema público”.

Bakartxo Ruiz compartió que el autogobierno sería un buen garante de las pensiones, abogó por que “exista una partida en los presupuestos destinada al pago de estas prestaciones” y consideró que no pueden “estar supeditadas a las reformas laborales que hacen PP y PSOE para dar pasos atrás”. Además, cree que en la detección de la economía sumergida y en la fiscalidad hay espacio para obtener ingresos con los que financiar en parte las pensiones.

Magdaleno, por su parte, resaltó que “las pensiones han subido más con gobiernos socialistas” y que “la mejor forma de garantizarlas” es elevando los salarios como ha hecho el PSOE con el SMI. Explicó también que están “planteando un impuesto específico” que supla los eventuales déficits de las pensiones, y recibió algún reproche de incredulidad cuando manifestó que en su partido proponen “acabar con la reforma laboral”.

Derogar esta ley es “imprescindible”, a juicio de Roldán, para la sostenibilidad de las pensiones, ya que “la precarización” del empleo reduce la recaudación. Asimismo, propuso que “las pensiones se actualicen por ley”, y consideró que “no hace falta un impuesto para hacerlas sostenibles, sino elevar el tope máximo de cotización, revisar las bonificaciones a empresas o luchar contra el fraude fiscal.