París - Un día antes de que el Gobierno francés desvele su proyecto de reforma de las pensiones, la movilización en las calles continuó ayer por sexta jornada consecutiva, con una segunda huelga general que mantuvo al país parcialmente paralizado. Con una gran presencia de profesores, estudiantes y sindicalistas, la afluencia de la marcha disminuyó con respecto a fechas pasadas: frente a los 250.000 que contaban el jueves, los sindicatos hablaban ayer de 180.000 manifestantes en París. En el país también reconocieron una caída de la participación en las manifestaciones, 885.000 participantes, frente al 1,5 millones que reivindicaron el pasado jueves. “Espero que Macron escuche el enfado social que se manifiesta aún con mayor fuerza estos días pero que venimos viendo desde hace meses. Que retire su proyecto y discutamos con seriedad la mejora necesaria del sistema, que es uno de los mejores del mundo”, defendió el secretario general de la Confederación General de Trabajadores (CGT), Philippe Martinez, al inicio de la manifestación.

En la víspera de que el primer ministro, Édouard Philippe, presente la totalidad de la reforma, que aún no ha sido llevada ante los diputados, Martinez reconoció que hay un problema de “financiación”, pero reclamó que los ajustes sean “solidarios” y que se arregle creando más trabajo, elevando la cotización que pagan los empresarios y subiendo los salarios. “Lo que queremos es que el Gobierno retire completamente esta reforma y después hablamos”, añadió el sindicalista, que anunció que al final de la jornada decidirían en una reunión intersindical de qué manera continúa el movimiento. En la capital, el dispositivo de seguridad en torno a la manifestación mantuvo bloqueada buena parte del área sur, desde el jardín de los Inválidos hasta la plaza Denfert-Rocheareau, por donde se desarrolló la marcha, en una ciudad que permaneció marcada por la falta de transporte público, pues solo funcionaron 6 de las 16 líneas de metro.

Al grito de “Todo el mundo odia ser precario” o “Institutos en huelga”, fueron los estudiantes y profesores quienes mostraron con más fuerza su rechazo a la reforma que, en opinión de algunas personas consultadas, supone “la gota que colma el vaso”. “Tenemos la sensación de que nos ahogan cada día más. Esto va más allá de la jubilación, es un grito contra el empeoramiento de los servicios públicos, las condiciones de trabajo, las clases desbordadas y los estudiantes agobiados por la precariedad”, señaló Charlene Dupont, profesora de la Universidad de París-Este Créteil.

La huelga tuvo, según el ministerio del ramo, un menor seguimiento que el jueves pasado, entre un 12% y un 19% de ausentes en la educación primaria y secundaria, (62% según sindicatos), y un mayor apoyo en el sector transportes.

transporte A nivel nacional, con tres cuartos de los conductores en huelga, la compañía nacional ferroviaria SNCF contaba tan solo un 20% de sus trenes de larga y media distancia y, según el director general de los trenes de media distancia, Alain Kakovitch, la situación será “difícil hasta el final de la semana”.

Air France canceló más del 30% de sus vuelos y EasyJet hasta 92%, después de que la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) pidiera la reducción de los programas de vuelo en un 20%.

Hoy, el tráfico ferroviario seguirá “muy afectado”, con tan solo uno de cada cinco trenes en funcionamiento, mientras que las líneas con España e Italia permanecerán cortadas.