MADRID. El Gobierno de coalición que presidirá Pedro Sánchez tendrá cuatro vicepresidencias, tres de ellas ocupadas por mujeres y la cuarta por el líder de Podemos, Pablo Iglesias. Carmen Calvo será vicepresidenta primera de Presidencia, con competencias sobre Memoria Democrática y relaciones con las Cortes; Nadia Calviño coordinará los asuntos económicos y la transformación digital; el líder de Unidas Podemos será responsable de Derechos Sociales y Agenda 2030, y Teresa Ribera se hará cargo de Transición Ecológica y el Reto Demográfico

"En el Gobierno del presidente Sánchez habrá cuatro vicepresidencias, enfocadas a cada una de las transformaciones que necesita la España que nos merecemos", según han avanzado fuentes de Moncloa.

Desde el Gobierno también se ha confirmado, tal y como había trascendido en los últimos días, que la portavoz de Podemos en el Congreso, Irene Montero, será ministra de Igualdad; la diputada gallega Yolanda Díaz, de Trabajo; el dirigente de Izquierda Unida, Alberto Garzón, de Consumo; y el sociólogo catalán Manuel Castells, de Universidades.

Son las primeras confirmaciones oficiales en torno a la composición y estructura del nuevo gabinete de la que, según la Presidencia del Gobierno, se irán conociendo más datos en los próximos días.

CARMEN CALVO La 'número cuatro' del PSOE, Carmen Calvo, repetirá en el Gobierno de Pedro Sánchez como vicepresidenta de Presidencia y Relaciones con las Cortes, con competencias en Memoria Democrática, un área que hasta la fecha dependía del Ministerio de Justicia, ha informado el Palacio de la Moncloa.

Calvo será la vicepresidenta primera (el nuevo Ejecutivo contará con cuatro vicepresidencias) pero perderá las competencias en Igualdad, que asumirá la 'número dos' de Unidas Podemos, Irene Montero, que será ministra.

Cordobesa de 62 años, es Doctora en Derecho Constitucional y ocupa la Secretaría de Igualdad en la Ejecutiva de Pedro Sánchez, un cargo que, hasta su entrada en el Gobierno en junio de 2018 tras la exitosa moción de censura contra Mariano Rajoy, ejercía sin recibir remuneración al compaginarlo con su labor de docencia como profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Córdoba.

La primera vez que Calvo se sentó en el Consejo de Ministros fue en el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004 como titular de Cultura, cargo al que llegó procedente de la Consejería también de Cultura en la Junta de Andalucía durante dos legislaturas.

Tras ser cesada por Zapatero en 2007 --era una de las ministras peor valoradas-- asumió el cargo de vicepresidenta primera del Congreso de los Diputados de 2007 a 2008 y presidenta de la Comisión de Igualdad de 2008 a 2011.

Feminista desde siempre, decidió apoyar en las primarias a Pedro Sánchez por la decidida apuesta de éste por el feminismo. No se cansa de repetir que la violencia machista es el principal problema del país, tarea a la que se ha dedicado hasta la fecha como titular de la cartera de Igualdad.

Su bagaje jurídico la convirtió en la persona que negoció con su antecesora en el cargo en el Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, los detalles de la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña.

Como vicepresidenta del actual Gobierno en funciones, también llevó el peso de las negociaciones con los independentistas durante la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado en 2019, que finalmente tumbó ERC, en la etapa en que el PSOE estuvo a punto de poner en marcha una mesa de partidos para hablar del conflicto catalán coordinada por la polémica figura del relator.

Tuvo asimismo un papel destacado en todo el proceso para exhumar los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, así como en la frustrada negociación con Unidas Podemos tras las elecciones de abril.

Afiliada al PSOE desde 1999, fue vicedecana de la Facultad de Derecho de la Universidad de Córdoba de 1990 a 1994; consejera del Consejo Económico y Social de Córdoba de 1994 a 1996 y secretaria del Instituto Andaluz Interuniversitario de Criminología de 1992 a 1996.

Carmen Calvo es aficionada al rock en español y a los toros, tradición de la que es defensora; de hecho es habitual su presencia en las corridas y su participación en actos culturales taurinos.

PABLO IGLESIAS El cofundador y secretario general de Podemos, Pablo Iglesias (Madrid, 1978), será nombrado vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030 del primer Gobierno de coalición que se conforma en España desde la II República.

Doctorado en Ciencias Políticas cum laude con mención europea y licenciado en Derecho por la Complutense, Iglesias ha logrado hacerse con este cargo gracias a su acuerdo con el presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, para conformar un bipartito.

El líder del partido morado, que llevaba cuatro años reclamando a los socialistas un Ejecutivo de coalición, se convierte ahora en un destacado miembro del Gobierno con su Vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030, de la que dependerán los Ministerios de Igualdad, Trabajo, Universidades y Consumo.

Estudiante brillante, y amante de las series de televisión y la comunicación política, Iglesias ejercía de profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense cuando saltó a la primera línea de la política en enero de 2014, con la creación de Podemos, aunque ya se había hecho un nombre como presentador y tertuliano en diferentes programas televisivos de debate.

Con su inconfundible coleta, Iglesias pasó de los platós y el aula universitaria al Parlamento Europeo, donde ocupó su primer cargo público como eurodiputado hasta octubre de 2015, cuando dejó el escaño para preparase sus primeras elecciones generales como candidato a La Moncloa, las de diciembre de 2015.

Del 'sorpasso' al PSOE al que aspiraba entonces y que se vaticinó aquel 2015 poco queda ya, con un Podemos que ha pasado de los 69 diputados que logró en esa cita con las urnas a los 35 de las generales del 10 de noviembre.

Sin embargo, Iglesias ha capeado el temporal y, a pesar de haber perdido más de 30 diputados y el tercer puesto del podio de partidos con más peso en España --ha sido superado por Vox en las generales de noviembre--, ha conseguido alcanzar el objetivo que Podemos se marcó cuando nació: llegar al poder.

El "asalto a los cielos" sin consenso que proclamó en la primera asamblea de Vistalegre en otoño de 2014 llega ahora, por el contrario, en forma de pacto con el PSOE, con una Vicepresidencia y cuatro Ministerios; una Vicepresidencia a la que en verano renunció, dando un paso atrás, como concesión para lograr salvar un acuerdo con el PSOE que nunca se llegó a fraguar.

Hicieron falta unas nuevas elecciones generales para que Podemos lograra convencer al PSOE de conformar el Gobierno de coalición que los morados llevan pidiendo desde enero de 2016. En concreto, desde la polémica rueda de prensa en la que, tras su reunión con el Rey, se ofreció a Sánchez como vicepresidente, sin habérselo trasladado antes en privado.

A Iglesias esa comparecencia le costó ser tachado de "soberbio y prepotente", dos de los principales defectos que le achacan sus principales detractores. Por su parte, sus seguidores y allegados siempre destacan de él su honestidad, su tenacidad, su alto sentido de la lealtad y su fuerte compromiso con sus ideas y con los suyos.

El ceño fruncido y el fuerte carácter que caracterizaban al Iglesias de los inicios de Podemos, el Iglesias que recriminó al PSOE "la cal viva" en el debate de investidura fallida de Pedro Sánchez de marzo de 2016, ha dado paso ahora a un perfil mucho más institucional y sosegado, de un Iglesias que ha asumido las implicaciones que tiene su nuevo papel de vicepresidente.

Junto a esa rebeldía, el 'sorpasso' y el 'asalto a los cielos' también quedaron atrás las críticas "a la casta" y al "régimen del 78" con las que Iglesias supo hacerse un hueco en la agenda y revolver el tablero político en 2014.

Seis años después, en lugar de pedir abrir un proceso constituyente como en sus inicios, Iglesias ha transformado la Constitución en su principal arma para reivindicar sus propuestas sociales, que ahora tratará de poner en marcha como vicepresidente segundo de Derechos Sociales y Agenda 2030.

NADIA CALVIÑO La fiabilidad que trasmite Nadia Calviño, avalada por sus años al servicio de la Comisión Europea, le ha valido la promoción a vicepresidenta en un momento en el que el crecimiento se frena y el Gobierno necesita trasmitir credibilidad y confianza a los agentes económicos.

La actual ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, será la vicepresidenta encargada de coordinar los asuntos económicos y transformación digital en el nuevo Ejecutivo de coalición que presidirá Pedro Sánchez.

Llegó con un perfil técnico e independiente al Gobierno que Pedro Sánchez tuvo que montar con premura tras prosperar la moción de censura contra Mariano Rajoy en junio de 2018, aunque desde la campaña electoral del pasado abril su discurso se tornó más político, con una defensa cerrada de la figura del presidente.

Calviño será la encargada de dar verosimilitud a la política económica de un Gobierno de coalición que despierta más recelos en el ámbito interno que en el exterior.

También tendrá que trasmitir a las autoridades europeas que el compromiso de España con la disciplina fiscal sigue intacto, un entorno en el que sabe manejarse, después de doce años de trabajo en la Comisión Europea donde los últimos cuatro (2014-2018) desempeñó el cargo de directora general de Presupuestos.

Desde la vicepresidencia es posible que mantenga una relación más estrecha con los empresarios, que no han ocultado su preocupación por la entrada de Unidas Podemos en un Ejecutivo que temen que se aleje de la ortodoxia económica.

En la anterior Legislatura, Calviño fue la ganadora de la batalla interna que se dirimió en el Gobierno socialista en torno a la que había sido una de las principales promesas del PSOE: la derogación de la reforma laboral que el PP hizo en 2012.

Si hace unos meses veía "poco productivo" deshacer la reforma laboral, ahora tendrá que manejar un compromiso que se ha vuelto a incluir en el acuerdo de Gobierno PSOE-Podemos y cuyo formato legal tendrá que pasar su filtro como previsible presidenta de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, trámite previo a la aprobación en Consejo de Ministros.

Nacida en A Coruña en 1968, es licenciada en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y en Derecho por la UNED, y pertenece desde 1994 al Cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado, desde donde dio el salto al Ministerio de Economía, razón por la que al tomar posesión como ministra más de dos décadas después aseguró sentirse "en casa".

Antes de dirigir el Presupuesto europeo, Calviño había sido directora general adjunta en materia de servicios financieros en la Dirección General de Mercado Interior y Servicios de la CE (2010-2014) y ocupado este mismo cargo en Fusiones y Defensa de la Competencia, en la Dirección General de Competencia del Ejecutivo comunitario (2006-2010).

Previamente había trabajado en España como funcionaria del Estado en diferentes ministerios, y antes de entrar en el sector público fue consultora para firmas de abogados y profesora asociada en la Universidad Complutense de Madrid.

TERESA RIBERA Teresa Ribera (Madrid, 1969) será la tercera mujer en ocupar un puesto como vicepresidenta en el nuevo Ejecutivo de coalición de Pedro Sánchez, desde el que concederá al medio ambiente un protagonismo similar a otras áreas, como economía, política y asuntos sociales.

Como responsable de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Ribera no perderá de vista el desafío inminente de aprobar una Ley de Cambio Climático y Transición Justa, un año después de la tramitación del anteproyecto, tal y como se comprometió el presidente del Gobierno en su discurso de investidura.

La lucha contra la emergencia climática y las cuestiones ambientales y de sostenibilidad forman parte por primera vez de las máximas instancias de un Gobierno con la creación de esta Vicepresidencia, petición histórica de las organizaciones conservacionistas.

Junto a Teresa Ribera, Carmen Calvo seguirá como vicepresidenta en las competencias políticas, Nadia Calviño lo hará en el apartado económico y Pablo Iglesias será vicepresidente en asuntos de derechos sociales y Agenda 2030.

Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y diplomada en Derecho Constitucional y Ciencia Política por el Centro de Estudios Constitucionales, Ribera asume la nueva etapa con el aval de una gestión centrada en la lucha contra la crisis climática que culminó con la celebración el pasado diciembre en Madrid de la XXV Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP25).

Antes de llegar al Gobierno en junio de 2018, había desempeñado cargos en los ministerios de Obras Públicas, Transporte y Medio Ambiente entre 1996 y 2004, como directora de la Oficina Española de Cambio climático entre 2004 y 2008 y como secretaria de Estado de Cambio Climático de 2008 a 2011.

En el primer Ejecutivo de Pedro Sánchez, abanderó el proceso de cambio que en su opinión debía asumir España para adaptar la economía a la preservación del planeta y así lo expuso ante el Consejo Europeo reunido para perfilar aspectos clave de la legislación comunitaria en materia climática, donde dijo que España dejaría de ser "un lastre" y se situaría entre los más ambiciosos.

Su anuncio de que presentaría antes de final de año una Ley de Cambio Climático fue criticada por el Partido Popular, que ya había diseñado una ley que no se pudo aprobar al prosperar la moción de censura.

En julio de 2018 el sector de la automoción desaprobó sus afirmaciones de que el diésel tenía los días contados y poco después otra polémica la enfrentaría con la Región de Murcia, tras afirmar que los trasvases entre cuencas eran algo de carácter extraordinario y sólo justificados para garantizar el agua de boca.

Uno de los hitos de su etapa fue la aprobación en febrero de 2019 del anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética como parte de un paquete que incluía el borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y la Estrategia de Transición Justa.

Otras medidas relevantes fueron la eliminación del llamado "impuesto al sol", la puesta en marcha de un Índice Nacional de Calidad del Aire y el mantenimiento de la fecha de 2040 para prohibir la venta y matriculación de vehículos de combustión e híbridos.

La ministra, muy volcada también en temas de biodiversidad, impulsó la aprobación en junio de 2018 de la declaración del corredor de migración de cetáceos del Mediterráneo como Área Marina Protegida, con una extensión de 46.000 kilómetros cuadrados.

En diciembre de ese año, la Sierra de las Nieves, situada en la malagueña Serranía de Ronda, se convertía en el decimosexto espacio español y tercero andaluz de la Red de Parques Nacionales, y dos meses después, el Gobierno amplió el Parque Nacional de Cabrera de las 10.000 hectáreas de superficie a 90.000.

El Gobierno del PSOE, en funciones después de que Sánchez no lograra ser investido presidente tras las elecciones de abril de 2019, se ofreció a organizar la Cumbre del Clima en Madrid, después de que Chile tuviera que renunciar por los disturbios internos en el país.

Teresa Ribera calificó de "agriculce" el resultado de esa reunión, aunque "logró el objetivo de aumentar la ambición climática", tras lo cual los ecologistas recordaron a la ministra su compromiso con la aprobación urgente de una Ley de Cambio Climático y Transición Justa.