Madrid. Los 22 ministros del gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos han prometido este lunes mantener la "lealtad al rey" y respetar la Constitución en el desempeño de sus nuevos cargos en el acto de toma de posesión celebrado en el Palacio de la Zarzuela que ha concluido con un espontáneo aplauso.

Los cuatro vicepresidentes, entre ellos, Pablo Iglesias, y los otros 18 miembros del Gobierno han leído ante Felipe VI la fórmula de promesa sin introducir ningún cambio, salvo en la mención al "Consejo de Ministros", donde algunas han hablado solo de "ministras" y otros lo han dicho en los dos géneros, y sin presencia de la Biblia ni del crucifijo.

"Enhorabuena y mucha suerte", les ha deseado Felipe VI al saludar a los ministros, que han aplaudido tras hacerse la foto de familia con el monarca, algo que no se había dado hasta ahora en este tipo de acto.

El acto de promesa -ningún ministro ha jurado- ha tenido lugar en el Salón de Audiencias de Zarzuela, en presencia del jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, y de las principales autoridades del Estado.

Tras la lectura de los decretos de nombramiento, el primero en asumir el cargo ha sido el nuevo titular de Justicia, Juan Carlos Campo, para que, como es preceptivo, pudiera ejercer como notario mayor del Reino.

Iglesias, como vicepresidente segundo, ha sido el tercer miembro en prometer ante el jefe del Estado, después de Carmen Calvo.

El líder de Podemos se ha dirigido sonriente hacia la mesa donde estaba el ejemplar de la Constitución y el texto que tenía que leer.

Iglesias ha prometido "cumplir fielmente las obligaciones" de su cargo con "lealtad al rey y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros y Ministras".

El vicepresidente segundo ha hecho una ligera inclinación ante Felipe VI, al igual que posteriormente el nuevo ministro de Consumo y líder de IU, Alberto Garzón, quien, en vez de apoyar la mano derecha sobre la carta magna, la ha puesto al pie del texto de la promesa.

Tanto Iglesias como Garzón han ido con americana y sin corbata y han lucido un pin con un triángulo rojo invertido, en alusión a la insignia que los nazis ponían a quienes pertenecían a partidos de izquierda y que en la actualidad se emplea como símbolo antifascista.

Donde ha habido diferencias ha sido a la hora de leer la frase correspondiente a guardar el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros.

La titular de Igualdad, Irene Montero, y la de Trabajo, Yolanda Díaz, se han limitado a pronunciar la frase "del Consejo de Ministras", mientras que Iglesias y varios cargos socialistas han optado hablar de "Consejo de Ministros y Ministras", en un gabinete integrado por once mujeres y doce hombres.

Calvo fue la que introdujo esta variante cuando se constituyó el primer gobierno de Sánchez en junio de 2018, pero en esta ocasión, se ha limitado a decir la fórmula tradicional, sin emplear el femenino.

Algunos, como el titular de Agricultura, Luis Planas; el de Ciencia, Pedro Duque, o el nuevo de Universidades, Manuel Castells, propuesto por Unidas Podemos, se han parado ante el rey antes de hacer la promesa y le han hecho una inclinación con la cabeza.

La mayoría de los miembros del Gobierno han hecho este gesto de deferencia, aunque en algunos casos, ha sido apenas perceptible.

Una de las debutantes, la ministra de Política Territorial, la canaria Carolina Darias, ha recitado de memoria el texto de la promesa.

Duque ha pretendido hacer lo mismo, pero ha leído la parte final y se le ha olvidado decir, en la mención a la Constitución, que es "la norma fundamental del Estado".

Tras las promesas, todos los ministros han ido saludado, de uno en uno, a Felipe VI, quienes les ha dado la enhorabuena y les ha deseado suerte.

A renglón seguido, el jefe del Estado y el nuevo Gobierno se han hecho la foto de familia, en la que Iglesias se ha situado entre Sánchez y la vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera.

"¿Listo?", ha apuntado el monarca para dar por concluida la fotografía, la primera del nuevo gobierno de coalición al completo, que mañana, martes, celebrará su primera reunión en el Palacio de la Moncloa.

En un gesto inusual, los ministros han prorrumpido en un aplauso espontáneo al terminar el posado.

Mientras los medios abandonaban la sala, se ha visto a Iglesias charlar de forma distendida con don Felipe, mientras Sánchez estaba algo más retirado en otro de los corrillos que se han formado al término del acto.

Debido a que se trata del segundo gobierno más numeroso de la democracia, se ha tenido que ampliar algo más la tarima para hacerse la foto de grupo en el Salón de Audiencias.

Como ya hiciera Sánchez cuando prometió el cargo de presidente por primera vez en junio de 2018 tras ganar la moción de censura, todos los ministros han prescindido de la Biblia y el crucifijo, una opción que la Casa del Rey ofrece desde que comenzó el reinado de Felipe VI.

El ejemplar de la carta magna, un facsímil del original publicado en 1980, ha estado abierto, como es habitual, por el artículo 100, que se refiere al nombramiento y separación de sus cargos de los miembros del Gobierno.

De la ceremonia han sido testigos la presidenta del Congreso, Meritxell Batet; la del Senado, Pilar Llop; el del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, y el Tribunal Supremo y Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes.