PAMPLONA. El vicepresidente del Gobierno, Javier Remírez, ha recordado en comisión parlamentaria que corresponde a la Cámara el nombramiento de un director o directora de la Oficina de Buenas Prácticas y Anticorrupción y que cuando lo haga el Ejecutivo será un "colaborador estrecho y necesario".

Remírez ha declarado que se mostró "sorprendido" al ver la petición de comparecencia propuesta por Navarra Suma que le pedía asistir para informar sobre la designación de una persona al frente de esa oficina, cuando en el artículo 33 de la Ley 7/2018 se indica que la propuesta del nombre le corresponde, precisamente, al Parlamento.

Así como la elección, que la ley atribuye al Pleno, y el nombramiento, a cargo del presidente del Parlamento, un procedimiento que ha recordado que también se lleva a cabo al elegir cargos en órganos como el Defensor del Pueblo o la Cámara de Comptos.

Además, ha añadido que, con el reciente acuerdo del Gobierno de Navarra y EH Bildu, se ha acordado expresamente que "a lo largo del primer semestre" se proceda a implementar la aplicación efectiva de ley de creación de Buenas Prácticas y Anticorrupción con una partida de 10 euros ampliable.

En respuesta, Iñaki Iriarte (NA+) ha comentado que "no sabía muy bien a quién tenía que pedir responsabilidades" y ha asegurado que esta ley "pasará a la historia como un paradigma de malas prácticas y de falta de transparencia".

Iriarte le ha pedido analizar las "malas prácticas" del anterior gobierno, como "el reparto de ayudas a los medios de comunicación", el "clientelismo" con el que actuaron subiendo el sueldo a altos cargos o las irregularidades denunciadas en la Cámara de Comptos, a lo que ha agregado: "Algo me dice que no lo hará".

Asimismo, ha calificado a la Oficina de Buenas Prácticas como "un ojo de Sauron" creado para "levantar alfombras" y "atacar a la oposición" y ha acabado preguntando a Remírez si ya tenían algún nombre y, de haberlo, si lo habían propuesto ellos o Bildu.

Javier Lecumberri (PSN) ha criticado el atrevimiento de Iriarte de "pronosticar" lo que va a hacer una oficina "que aún no existe" y de sentar la "semilla de la duda" de las buenas prácticas del Gobierno, a lo que ha añadido: "ojalá seamos capaces de ponernos todos de acuerdo" con el nombramiento.

Blanca Regúlez, de Geroa Bai, ha emplazado al resto de los grupos para "buscar un consenso" y "encontrar a la persona adecuada" y, además, ha reprochado la "teatralización" de Iriarte en su discurso, algo que también han compartido Ainhoa Aznárez, de Podemos y Adolfo Araiz, de EH Bildu.

Araiz ha calificado de "falta de valor político" la ruptura de la disciplina de voto que dos personas, de las cuales no se conoce su identidad por ser el voto secreto, produjeron en la anterior votación para designar a la persona candidata a estar al frente de esta oficina.

Este hecho, para Araiz, ha "imposibilitado" que la oficina se ponga en marcha, pero ha asegurado que "hay un compromiso político" para que suceda.

Aznárez ha preguntado a Iriarte: ¿Cuántas de sus leyes no fueron desarrolladas y las tuvo que "recuperar del cajón" el anterior gobierno?, citando algunas como Accesibilidad o Memoria Histórica y le ha recordado que "parte de sus socios" de Gobierno se gastaron 500.000 euros en fondos reservados para destruir pruebas de su Caja B.

Marisa de Simón (I-E) ha definido la situación de "auténtico desastre" y ha afirmado que le provoca "vergüenza" que a día de hoy no esté la oficina en marcha y los daños irreparables provocados a la candidata que "de forma sorpresiva" no obtuvo la mayoría absoluta en la votación. "Yo no fui", ha aseverado.

En su réplica, Remírez ha defendido la existencia de esta oficina porque "es una práctica propia de democracias maduras y se recoge por las Naciones Unidas en la Agenda 2030". "Les invito a usted y a su grupo a que estén en el Siglo XXI" y a hacer "política en positivo", ha continuado, dirigiéndose a Iriarte.