pamplona - Los expresidentes del Gobierno Felipe González y José María Aznar mostraron sus discrepancias sobre la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat constituida el miércoles, pero coincidieron ayer en la necesidad de penar la “deslealtad” institucional con mayor dureza. En el debate inaugural del I Congreso Nacional de la Sociedad Civil Repensar España, los dos reclamaron que se penalice con más dureza a nivel político la deslealtad, incluso a través de una reforma constitucional si fuese necesario aunque solo “si se dan las condiciones para hacerla”, según Aznar.

Ambos pusieron el broche a su intervención hablando de la necesidad de consensos y de “sustituir el insulto por el razonamiento”, según González, y de “dedicarse a construir”, en palabras de Aznar, tras un análisis de la situación política actual distinto en algunos aspectos. Así, mientras Aznar advertía sobre la mesa de diálogo con Cataluña como un “hecho devastador” que tendrá “graves consecuencias”, González la ve como una “performance” de cara a las elecciones catalanas en la que no ha pasado “nada formalmente”. El expresidente socialista ha repetido en varias ocasiones que es necesario “sacarse el cuchillo de la boca” para entenderse en política y ha acusado a todos los representantes políticos de que “no se les oye hablar, sino solo el silbido de la navaja” por lo que instó a dejarla a un lado y “reflexionar”.

Para Aznar la situación es mucho más negra y llegó a decir que se siente “ciertamente angustiado como ciudadano” por lo que está viendo políticamente. Frente a un González que instó a huir del “ombliguismo” y enmarcó la situación española en la del entorno internacional, Aznar cree que España tiene un “problema doméstico” específico ya que “el pacto constitucional ha sido roto” por la reunión que se produjo este miércoles entre el Gobierno y la Generalitat.

Más allá de que haya o no acuerdo en este foro, considera que “las formas son esenciales” y criticó el hecho de que se haya producido en la sede del Gobierno, en la Moncloa.

tiempo de ideas Por su parte, González no se mostró preocupado por la forma, sino por el fondo, y aunque dijo que le parece “bien” que se dialogue puso límites a este diálogo, como el de la autodeterminación. Tiene claro que “no hay espacio para la amnistía ni la autodeterminación” y aseguró que si a alguien se le ocurre reformar la Constitución para darle cabida a esta última figura él hará “campaña en contra” y votará en contra.

Al mismo tiempo, instó a “desdramatizar” la negociación, y cuando Aznar le espetó: “Yo no lo hubiera hecho y tú tampoco”, el expresidente socialista replicó que hay muchas cosas que él no hubiera hecho, pero tampoco hay que dejarse llevar a los extremos del “bibloquismo dominante”.

El expresidente popular se mostró de acuerdo en que es “tiempo de construir” pero para esto considera que hay que poner “ideas encima de la mesa” y que estas puedan ser compartidas, algo que ve más difícil que González, para hacer un ejercicio de “perseverancia y continuidad” sobre el pacto constitucional.

El exlíder socialista que no se debe “volver a tirar los dados al aire porque pueden no caer bien” y las cosas “serias” no se construyen así, al azar, sino estableciendo “consensos razonables”.

Aunque el debate entre los dos expresidentes, moderado por el presidente del Real Instituto Elcano, Emilio Lamo de Espinosa, versaba sobre el lema de Repensar España se colaron otros temas de actualidad, como la epidemia de Covid-19.

González, al hablar sobre la angustia que producen los cambios vertiginosos en la sociedad actual, reconoció que es “incapaz de opinar sobre el coronavirus” pese a la cantidad de opinadores que hay “más ignorantes” que él e ironizó sobre si debería ponerse mascarilla para “hablar con tranquilidad”.