Pamplona - La portavoz de ERC, Marta Vilalta, discrepó ayer con la eurodiputada de JxCat Clara Ponsatí y apostó por la mesa de negociación con el Gobierno español porque cree que se debe aprovechar esta oportunidad, aunque es “escéptica”, y abogó por combinar diálogo y movilización. En una entrevista en TV3, Vilalta se refirió así al multitudinario acto del sábado en Perpiñán, en el que se escucharon críticas de Ponsatí a la mesa de diálogo cuando apeló al independentismo a no dejarse “embaucar” por lo que considera que es una “engañifa”. En el mismo acto, Carles Puigdemont evitó hacer mención a la mesa de negociación e instó al soberanismo a “prepararse” para la “lucha definitiva”, sin esperar “a tiempos mejores porque ya los tenemos aquí”.

Vilalta, que no asistió al acto como tampoco lo hizo el vicepresidente del Govern y coordinador de su partido, Pere Aragonès, remarcó ayer que en el procés se tiene que “combinar” tanto el “diálogo” como la “movilización”, es decir, “Madrid -donde tuvo lugar la primera reunión de la mesa de negociación- y Perpiñán”. “Diálogo en una mano y confrontación o movilización en la otra es lo que tenemos que combinar, y de esta combinación saldrá probablemente la victoria”, apostilló.

La secretaria general adjunta de ERC manifestó su absoluto “respeto” por las palabras de Ponsatí pero subrayó que Esquerra cree que hay que aprovechar la oportunidad de la mesa de negociación, aunque sean “muy escépticos”, pues saben “cómo se las gasta el Estado”. En todo caso, ha dejado claro que no están dispuestos a que les “tomen el pelo”, por lo que ha avisado al PSOE: “Si la mesa de negociación encalla, la legislatura habrá terminado”. Asimismo, el conseller de Acción Exterior de la Generalitat, Alfred Bosch, destacado militante de ERC aseguró que sin mesa de diálogo no habrá legislatura: “Sánchez sabe que tiene que haber progresos si quiere continuar en el poder”. En una entrevista en La Vanguardia, Bosch señalaba que la reunión entre el Gobierno y la Generalitat del pasado miércoles ha dado fuerza a los independentistas porque les valida “como interlocutores reconocidos por el Gobierno de España”, y ha indicado que no hay alternativa al referéndum. “Que el 100% de la población pueda votar piense lo que piense no es maximalista. No pedimos imponer la república catalana, pedimos que la gente lo decida”, y ha dicho que Sánchez tendrá que acabar abrazando la democracia, en sus palabras. En relación al acto de Perpiñán, Bosch explicó que la posición de ERC es avanzar hacia un referéndum con reconocimiento internacional y que, “si lo que hace Puigdemont contribuye a avanzar en esta dirección”, les parece correcto.

La Cup marca distancias Por su parte, la CUP reunió ayer a su Consejo Político de forma extraordinaria para definir su propuesta electoral de cara a los próximos comicios catalanes -anunciados, pero aún no convocados-, sin haber concretado aún los miembros que integrarán la futura candidatura. La portavoz del secretariado nacional de la CUP, Maria Rovira, explicó que se preparan para volver a ser “decisivos” en el espectro independentista, para así poder “condicionar” las políticas sociales y las relativas al procés. Con respecto al acto de Pepiñán, lo calificó como evento “electoral”. Pese a que acudieran algunos de sus militantes -Poble Lliure sí apoyó-, Rovira remarcó que asistir a la convocatoria no era “lo más adecuado”.