Pamplona - La Fiscalía de Madrid abrió ayer una investigación contra Rocío Monasterio por haber falsificado supuestamente un visado tras una denuncia presentada por Más Madrid. La política de Vox se presentó como arquitecta ante la prensa y sus clientes durante siete años, pero en realidad todavía no lo era. Monasterio utilizó un sello falsificado, según corroboró el Colegio de Aparejadores de Madrid y desveló el diario El País, en el trámite de un loft que compró el actor y presentador de televisión Arturo Valls. La dirigente presentó ese visado copiado y pegado en los trámites que hizo en el Ayuntamiento de Madrid en 2005, 2011 y 2016. Monasterio habría incurrido en un presunto delito de falsificación. De acuerdo a lo publicado, la política contrató en el estudio de arquitectura que lleva su nombre a una antigua compañera de universidad, una profesional adscrita al Colegio de Aparejadores, quien cumplió con el trabajo que se le pidió. Después de entregarlo no volvió a colaborar con Monasterio. Según se puede comprobar en los trámites administrativos que presentó a las autoridades, la política, a la que le quedaban varios años para terminar la carrera y colegiarse, un trámite necesario para visar proyectos, utilizó esos sellos de la aparejadora para estamparlos en otros documentos, sin que ella lo supiera, reveló el diario. Con ese sello replicado, la política se ahorraba tener que contratar a otros profesionales para visar planos y evitaba nuevos trámites. El Ayuntamiento, en 2016, detectó el engaño, pero no inició ningún procedimiento contra Monasterio ni su estudio. Sencillamente denegó la solicitud.