- El presidente ruso, Vladímir Putin, convocó ayer para el 22 de abril el plebiscito en el que los rusos votarán una reforma constitucional que le permitiría seguir en el poder hasta 2036.

“¿Aprueba usted los cambios a la Constitución de la Federación Rusa?”, será la pregunta que se hará, según el decreto presidencial.

La prensa rusa había especulado con la posibilidad de que se aplazara la consulta popular debido al coronavirus, ya que el número de infectados se ha cuadriplicado en la última semana hasta alcanzar ayer los 114.

Al respecto, Putin matizó justo después de firmar el decreto que la votación se celebrará “sólo en el caso” de que lo permita la “situación epidemiológica”.

Así se lo manifestó a la presidenta de la Comisión Electoral Central, Ella Pamfílova, a la que llamó a seguir adelante con los preparativos.

“Con toda la importancia que tienen los cambios a la Carta Magna, no hay nada más importante que la salud y la vida de nuestros ciudadanos”, dijo Putin, quien aseguró que la situación en relación con el coronavirus está, “en general bajo control”.

Los rusos deben responder sí o no a un solo proyecto de ley de reforma constitucional, aunque se trata de casi 200 enmiendas.

La más importante es la propuesta para que Putin permanezca en el Kremlin después 2024, ya que la actual Constitución le obliga a dejar el cargo después de otros dos mandatos consecutivos (2000-2008 y 2012-2024).

El pasado 10 de marzo, Putin intervino ante la Duma o cámara de diputados, y puso como condición para volver a presentarse a la reelección que el Tribunal Constitucional (TC) diera primero el visto bueno a la reforma que él propuso el 15 de enero en su discurso sobre el estado de la nación.

El TC dictaminó el lunes que las enmiendas se corresponden con los artículos 1, 2 y 9 de la Carta Magna (fundamento del sistema constitucional, derechos humanos, civiles y libertades, y enmiendas y revisiones de la Constitución).

Recibida la luz verde del TC, en caso de que los rusos apoyen la reforma, Putin podrá presentarse a las elecciones presidenciales en 2024 y en 2030.

Según el Kremlin, “más de la mitad” de los rusos que acudan a las urnas deben adoptar la ley para que entre en vigor.

La enmienda que permitirá a Putin optar a la reelección, presentada por la primera mujer cosmonauta de la historia, Valentina Tereshkova, ha sido muy criticada por la oposición y un buen número de intelectuales, al considerar que es antidemocrática y permitirá a Putin perpetuarse en el Kremlin.

Lo mismo ha ocurrido con el método elegido por Putin para la consulta popular, un plebiscito, más propio de una dictadura, según el líder liberal, Grigori Yavlinski.

Y es que un referéndum exigiría un mínimo de participación para que la votación sea considerada válida y permitiría a la oposición hacer campaña en favor del no.

El plebiscito coincidirá con el 150 aniversario del nacimiento -22 de abril de 1870- del fundador de la Unión Soviética, Vladímir Ílich Lenin, por lo que los comunistas se oponen a la fecha.

Las autoridades rusas han tomado en los últimos días una serie de medidas para contener la propagación del coronavirus, como el cierre de fronteras y las cuarentenas obligatorias de ciudadanos procedentes de los países más afectados por la pandemia.

Aval constitucional. Las enmiendas constitucionales han sido aprobadas en apenas una semana después de que una diputada del partido gobernante, Rusia Unida, lo propusiera. Tras ello, el Parlamento dio su placet y el Tribunal Constitucional lo avaló.