- Encallados en plena fase de la emergencia, y al mismo tiempo, en los albores de una crisis dado este gigantesco parón de la economía mundial. La palabra que tanto tardó en aflorar tras el crack financiero de 2008 ya está aquí. Si la crisis algún día se fue del todo, ha vuelto, súbita y global, a causa de un virus que ha puesto a prueba en cuestión de semanas el sistema sanitario y las protecciones sociales. Una crisis colosal que sobrepasa las contingencias de medio mundo y pone en alarma al otro medio, en donde se encuentran países muy vulnerables o simplemente rotos en cuestión de desarrollo y justicia social. Este es el delicado panorama que atraviesa como una lanza la política, la economía y la sociedad. De una forma muy especial en Europa. Una crisis en casi todos los sectores de la economía, que como siempre afecta de manera especialmente brutal a los más vulnerables. Europa tiene mucho que hacer para tratar de articular un dique.

En este torrente informativo, tocados por el número de fallecidos, y por la acumulación de días de confinamiento, pasada ya esa primera sensación de irrealidad, hemos puesto el foco en Europa, y en el siguiente reportaje, hemos pulsado las impresiones del director de Acción Exterior del Gobierno de Navarra, Mikel Irujo, y de cuatro eurodiputados, (Adriana Maldonado, Pernando Barrena, Idoia Villanueva e Izaskun Bilbao), que se están acostumbrando estos días a trabajar de forma telemática. Puede que hasta junio o julio no vuelvan de forma presencial al Parlamento Europeo, y que no haya plenos hasta septiembre. Otro síntoma de por dónde va el futuro inmediato, una obligada mudanza a otro escenario.

Para Pernando Barrena, de EH Bildu, "la situación económica que va a quedar va a ser terrible" también por un previsible cambio en las costumbres de consumo de la ciudadanía, "que va a necesitar de mucha inyección de dinero público". Barrena aboga por una renta mínima europea, "para que todos los ciudadanos y ciudadanas puedan tener un nivel suficiente de protección ante los problemas de empleo que van a surgir."

Maldonado e Irujo hablan de problemas de comunicación de la UE muy serios, a los que hay que prestar atención. A pesar de que la crisis complica sobremanera el año 2020 en Europa, Maldonado es partidaria de no posponer las negociaciones del Brexit, "porque si no la situación que nos vamos a encontrar es que tengamos una salida dura, que no haya un acuerdo, y por lo tanto nuestras economías todavía se vean mucho más afectadas. Bilbao recuerda que la Unión "es y hace lo que le permiten los estados", y coincide con Irujo que a veces se despacha la realidad de la UE con brocha gorda. La eurodiputada peneuvista reclama una agencia europea que defina territorial y sectorialmente los confinamientos bajo un criterio más homogéneo. Barrena considera que los países más reacios a los coronabonos "poco a poco van a ir modulando, ya lo han empezado a hacer, porque los países del norte también tienen sus mercados entre nosotros". Barrrena reclama tener "mucho cuidado con las políticas que nos puedan imponer de restricción del gasto social si al final el criterio que se impone es que las ayudas se dan en clave de rescate". También demanda otra fiscalidad para las grandes tecnológicas, y muestra su preocupación por si las medidas de geolocalización permanente puedan convertirse en permanentes.

Para Villanueva, una de las lecciones de la crisis es la dependencia que provoca la deslocalización de empresas. En esa línea, Maldonado e Irujo abogan por un impulso industrial, para producir equipamientos que hoy se demuestran básicos. En las páginas siguientes los cuatro eurodiputados y el director general desarrollan sus puntos de vista.