- El director general de Salud, Carlos Artundo, será el representante de Navarra en el grupo de trabajo que colaborará con el Gobierno español en la organización de la desescalada. Artundo contará con el asesoramiento técnico de Aurelio Barricarte, jefe de Enfermedades Transmisibles de Osasunbidea.

La ministra de Educación, Isabel Celaá, garantizó ayer que escucharán a las autonomías para orgnizar la fase de gradual regreso a la normalidad para reforzar la cooperación y la coordinación en la toma de decisiones para el fin del confinamiento y la salida escalonada del encierro domiciliario de la ciudadanía.

La salida escalonada será asimétrica y se modulará por comunidades, territorios, municipios o zonas, en función de varios marcadores sanitarios y técnicos, por lo que el conocimiento de la realidad de cada lugar será fundamental.

Las críticas cada vez más generalizadas al Gobierno español por la forma en la que está gestionando esta crisis sanitaria, especialmente por la unilateralidad y centralización de la información, toma de decisiones y en definitiva el mando han hecho mella en el presidente Pedro Sánchez y en los ministros. Al menos en sus discursos -este fin de semana durante la videoconferencia del presidente español con los presidentes autonómicos se verá sí también en los hechos- se reconocen errores, se piden disculpas y se rectifican actuaciones cuando la cascada de críticas se deja sentir. El tono lineal y centralista de este periodo del estado de alarma y el confinamiento podría dar paso en la desescalada a una etapa descentralizada.

La ministra Celaá anunció ayer que el Gobierno español tiene previsto crear un grupo de trabajo en el que las comunidades autónomas participarán con un representante de “confianza”. En declaraciones a Radio Vitoria, Celaá señaló que, aunque la última palabra la tendrá el ministro de Sanidad, Salvador Illa, el desconfinamiento va a ser asimétrico “porque hay condiciones distintas en cada uno de los territorios y no solo en los territorios, incluso en municipios y otras zonas” y reiteró que cada comunidad autónoma “distinguirá a una persona para poder seguir con la desescalada”.

La ministra reconoció errores e hizo un ejercicio de “autocrítica” para admitir que el Ejecutivo podía haber actuado “mejor” en algunos casos, pero denunció que no es “de recibo” que el Gobierno español “tienda la mano constantemente” y que encuentre siempre “una réplica feroz y negativa” por parte de algunos partidos.

En el caso de las críticas del PNV y del lehendakari, Iñigo Urkullu, que han acusado al Gobierno español de recurrir a la “imposición” y de invadir competencias autonómicas a la hora de gestionar la crisis, Celaá afirmó que, aunque ha criticado algunas de las decisiones adoptadas por el presidente Sánchez, Urkullu se ha comprometido a actuar con “lealtad” y a colaborar en la búsqueda de soluciones frente a la crisis. A su juicio, el lehendakari “es una persona pragmática y leal; y por eso colabora con el Gobierno, si bien quiere estar mejor informado, cosa que es legítima. Pero también es consciente de que hay que tomar decisiones con mucha rapidez”, apostilló la ministra.

“La desescalada del confinamiento será asimétrica y se hará de forma coordinada”

Ministra de Educación