Madrid. La fase 0 o de preparación de la desescalada ha comenzado en España con la prórroga del estado de alarma en el aire, suspendida en el fragor de un tenso debate político, en el que presiona el PP, que considera que ya no tiene "ningún sentido", presionan ERC y el PNV, pendientes de su autogobierno, y presiona el Ejecutivo apelando al estado de necesidad y al "caos" sanitario y económico.

La imagen que se deriva de este pulso ha restado algo de protagonismo a la apertura, bajo cita previa, de los primeros pequeños establecimientos no alimentarios, representados como ningún otro por las peluquerías, y a algunos "nuevos" pasos que se han podido ver en las islas de La Gomera, El Hierro y La Graciosa, en Canarias, y en la de Formentera, en Baleares, adelantadas a la fase 1, prevista en el resto de España para el día 11.

Estas aperturas siguen el camino del relajamiento de las restricciones con la salida de los niños el 26 de abril y la de adultos y mayores desde el pasado sábado, ante las que epidemiólogos y autoridades sanitarias reiteran su llamada a la prudencia cuando comentan la evolución de la epidemia, que este lunes ha marcado otro punto de inflexión en su ritmo decreciente, pese a que pueda haber infranotificaciones por el puente de mayo.

LA EVOLUCIÓN DE LA EPIDEMIA

Por segundo día consecutivo, las muertes consignadas se han situado por debajo de las 200, en concreto en las 164, las mismas que el domingo, con una tendencia sostenida, que tiene su reflejo en la cifra de pacientes, cada vez menor, ingresados en las ucis, 21 en las últimas 24 horas. En cualquier caso, las defunciones acumuladas (25.428) no dejan de ser un lastre y eso que no incluyen las de miles de personas que fallecieron con síntomas de la COVID-19.

Especialmente significativo ha sido este lunes el número de contagios, que han llegado a su punto más bajo, con 356 (0,16 %), aunque en este caso hay, como ya es habitual desde hace 20 días con este parámetro, "desorden estadístico", puesto que Madrid, que sigue reajustando su sistema, sólo ha comunicado 1, aunque ha registrado 190.

Con tan baja cifra de infecciones llaman todavía más la atención -y subrayan la difícil interpretación de los datos- los 1.214 profesionales sanitarios notificados hoy como positivos, que elevan el total a 43.325, lo que supone el 19,8 %.

En el inicio de la octava semana de confinamiento no se han registrado por vez primera casos de coronavirus en tres comunidades: Valencia, Murcia y Baleares, ni tampoco en Ceuta. Otras diez autonomías han informado de menos de 10 hospitalizados. El total de contagiados diagnosticados por pruebas PCR asciende a 218.011.

La tasa de infectados acumulada en los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes, que sirve para medir la difusión de la pandemia (con 28, dos positivos diarios como objetivo), es ahora inferior a 18 en siete comunidades y en Ceuta y Melilla. La media en España ha bajado hasta 50,99, aunque Cataluña y Castilla y León siguen por encima de los 100, de los que ha descendido Madrid a la espera de concretar sus ajustes.

Este será uno de los marcadores epidemiológicos a tener en cuenta durante la desescalada, pero sólo desde el punto de vista cualitativo, ya que Sanidad ha avanzado que los dos únicos parámetros cuantitativos serán los de disponer o poder disponer en un plazo de cinco días de entre 1,5 y 2 camas de cuidados intensivos y entre 37 y 49 hospitalarias para enfermos agudos por cada 10.000 habitantes.

TEST Y RASTREOS

Que en la desescalada en España va a haber repuntes de la epidemia es algo que prácticamente sostienen todos los expertos, que aluden a la importancia de aplicar de forma escrupulosa la regla epidemiológica de las tres "t", "test, track and trace": hacer test, localizar a las personas contagiadas y rastrear sus movimientos para aislar a quienes estuvieron en contacto con ellas.

Esta estrategia, que ya se ha visto como funcionó en Corea del Sur y China -que ya la habían probado con el SARS y el MERS - y en la que insiste la OMS, remite al sistema de vigilancia epidemiológico para ser capaces de cortar las cadenas de contacto, y ese sistema en España, según subrayan expertos en sanidad pública, es un sistema "precario", que habría en alguna medida que redimensionar y ese es un trabajo prolijo para desarrollarlo de inmediato.

El reforzamiento de la atención primaria, que se va a hacer cargo de esta difícil y compleja tarea, es una de las premisas, pero también el de dotar de recursos y tecnología a los sistemas de información para que los rastreos puedan ser efectivos y cumplan su función de contener de forma precoz las fuentes de contagio.

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha dicho hoy que uno de los objetivos en la desescalada es que las comunidades autónomas vuelvan a hacer las identificaciones de casos como al principio de la epidemia, con el seguimiento de contactos a través de llamadas o aplicaciones, de tal modo que se reduzca el tiempo a un máximo 48 horas, en lugar de 10 o 15 días como ahora.

ESTADO DE ALARMA

A dos días de que el Congreso debata una nueva prórroga del estado de alarma, se redobla la presión sobre el Gobierno, que aún no tiene garantizados los apoyos para sacarla adelante. El líder del PP, Pablo Casado, ha asegurado este lunes que la renovación del estado de alarma "no tiene sentido" y ha avanzado que, "a día de hoy", su partido "no puede apoyarla".

Casado, que después de hacer esas declaraciones en Onda Cero ha mantenido una conversación de cerca de una hora con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, considera que el Ejecutivo actúa de forma unilateral y sin informar ni negociar.

Esa crítica también la sostienen algunos de los aliados del Ejecutivo, como ERC y el PNV, que reclaman más autogobierno y más participación de las autonomías en el proceso de desescalada. ERC ha anunciado que votará no. El PNV todavía no ha definido el sentido de su voto.

El Gobierno, consciente de las graves dificultades que le ocasionaría perder esa votación, insiste en llamar a la responsabilidad del PP, al que advierte de que sin estado de alarma la alternativa es el "caos": "Mejor no hacer experimentos que nos pueden llevar al caos", ha dicho el ministro Illa. "No apoyar la prórroga del estado de alarma nos puede llevar a España a un caos sanitario y económico", ha afirmado el ministro Ábalos.

EL 50% DE LAS PELUQUERÍAS

La Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) estima que el 50% de los salones de peluquerías en España ha abierto sus puertas este lunes, bajo las medidas de seguridad requeridas durante la fase 0 de desescalada, con el objetivo de asegurar la protección de trabajadores y clientes.

A lo largo de la semana, el sector prevé que entre el 70% y el 80% de las peluquerías abra sus puertas a partir del miércoles, con el pronóstico de que todos los locales estén abiertos a partir de la próxima semana.

No obstante, Stanpa asegura que, para algunos centros, esta apertura "no será viable", debido a su imposibilidad de hacer frente a la nueva situación, que incluye un servicio personalizado, cita previa y medidas adecuadas de protección de trabajadores y clientes.

En concreto, algunas de las medidas de seguridad adoptadas se basan en la necesidad de acudir con cita previa para asegurar la atención individual de los clientes, así como el uso de mascarillas individuales, el lavado frecuente de manos y el uso de guantes cuando proceda.

Otras recomendaciones se centran en la adecuación de espacios para mantener las distancias mínimas, la correcta higienización del material o medidas de prevención como el control de temperatura en la entrada al centro.

"Estas cifras demuestran la predisposición y adaptabilidad de un sector que emplea a más de 150.000 trabajadores de forma directa y que el último año facturó 4.100 millones de euros. Además, cuenta con una gran capilaridad, con 48.200 salones de peluquería que operan en España, están presentes en todo el territorio nacional", defiende la asociación en un comunicado.

A MEDIO GAS

Después de 50 días de confinamiento de la población contra la pandemia del coronavirus, España comenzó este lunes la desescalada con la apertura de los pequeños comercios, aunque muchos no pudieron abrir sus puertas porque las restricciones impuestas por el Gobierno les hacen cuestionarse su viabilidad económica.

Los negocios que han tenido más éxito en su apertura son sin duda las peluquerías. La mayoría llevaba días cogiendo citas y muchas han agotado los turnos disponibles para esta semana. Un ejemplo es la que regenta Carmen Romero en el casco histórico de Sevilla, que ha recibido a su primera clienta a las 9,15 horas de la mañana con varios repuestos de batas, gel hidroalcohólico, aparatos para desinfectar los utensilios y mascarillas.

De momento, ella sola atiende a sus clientas habituales de una en una y prevé que la próxima semana se incorporen dos empleadas, que son las encargadas de la manicura, pedicura, depilación y trabajos de estética. Por el espacio con el que cuenta, no podrán atender a más de tres clientas simultáneamente, lo que le genera "incertidumbre".

"¿Que cómo lo voy a afrontar? Pues trabajando y renunciando a las vacaciones, no hay otra posibilidad", asegura a EFE Romero con la voz entrecortada.

En Cáceres, la barbería Alpha también reinició este lunes la actividad con "las tijeras a pleno rendimiento". "La acogida es muy buena... mejor de lo esperado", relata su gerente, Lorena Mayz.

Quien más y quien menos necesita un corte de pelo después de tantos días sin poder hacerlo. Porque, pese a poder trabajar a domicilio, estos servicios apenas se han solicitado.

Así lo atestigua Miguel, regente desde hace más de dos décadas de Golpe Peluqueros, en Oviedo. Ha recibido al primer cliente a las 9,30 horas y tampoco tiene prácticamente hueco para el resto de la semana. "No he hecho ningún servicio a domicilio. La gente no ha llamado por la psicosis", asevera.

ARREGLAR LOS DESASTRES

Por eso ahora es turno de arreglar desaguisados. Noelia, peluquera de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), cuenta que en su primer día lo que más está haciendo es "arreglar los desastres hechos en casa" tirando de tijera y baños de color.

Lo mismo le ocurre a Marisa, peluquera en Sabadell (Barcelona), que ha visto cómo su teléfono "echa humo" desde que el Gobierno habló de la reapertura por el aluvión de mensajes de sus clientas para pedir cita.

"Muchos necesitaban venir. Teñirse en casa parece fácil, pero no lo es. Imagínate además para las personas mayores", señala.

Sin embargo, algunos dudan de la rentabilidad del negocio una vez que pase este "boom" inicial. Desde su peluquería en Santiago de Compostela (A Coruña), Sonia Carneiro no sabe si podrá salir adelante y considera que los clientes "no van a acudir en masa", especialmente porque se pregunta "quién se va a arreglar para ir de fiesta, a un evento o a un concierto, cuando la prioridad, y lo posible, es pasear y, cuando se pueda, estar con la familia". "La estética pasa a un segundo o tercer plano", añade.

Las peluquerías han sido los negocios que más se han decantado por la apertura, llegando a abrir hasta el 50 % de ellas, mientras que el pequeño comercio y la hostelería son sectores que se han mostrado más reticentes, según la organización de autónomos ATA, con sólo un 20 % y un 3 % de negocios que han iniciado la desescalada, respectivamente.

ESCASA ACTIVIDAD COMERCIAL

Para la Confederación Española de Comercio (CEC), la escasa actividad comercial, durante el primer día en el que los comercios menores de 400 metros cuadrados han podido abrir con cita previa, se debe a que hay mucha "incertidumbre" e "indefinición".

Ese es el principal motivo que ha llevado a Noelia Idoate, regente de una ferretería en Pamplona, a mantener cerradas las puertas de su negocio. Tiene dos empleados a su cargo que se han acogido a un ERTE y asegura que tiene muchas dudas sobre la posible desprotección laboral a la que se arriesga con una apertura apresurada este mismo lunes, sin el respaldo de una normativa detallada.

No obstante, cree que para este tipo de negocio las perspectivas "no son malas" y que van a vender.

"No vendemos artículos de lujo ni supercaprichos. Son cosas que se van rompiendo en casa, más aún cuando estos días la gente ha estado confinada un tiempo. La gente ha cocinado mucho, se ha desgastado el menaje y se ha dedicado a hacer mucho más bricolaje que antes", advierte.

No sucede lo mismo con otro tipo de comercios, como las floristerias. El cierre de los tanatorios y el cese de ceremonias fúnebres afectan de un modo importante a estos negocios. Así lo atestigua Carlota Mateos, regente de un negocio familiar que cuenta con una floristería del centro de Pamplona y un vivero de plantas en la cercana localidad de Ororbia (Navarra), que considera que, a pesar de ponerse en marcha de nuevo hoy, no recuperará el grueso de su facturación.

Con dos propietarios autónomos y seis trabajadores, ahora en ERTE, la floristería notó un ligero repunte pasado fin de semana con los encargos por el Día de la Madre. A partir de ahora, la idea es funcionar sobre todo con encargos telefónicos y evitar al máximo la presencia física de clientes.

"Ojalá todo vaya bien, aunque dudo de que con las circunstancias que estamos pasando, no sé si el tema de las plantas y las flores será para la gente algo tan necesario como para salir, venir y comprar", señala Mateos.

INVERSIÓN EN MEDIDAS DE PROTECCIÓN

Muchos comerciantes han tenido que realizar inversiones para poder atender a sus clientes con la máxima seguridad. Uno de ellos es Javier Fernández, propietario de la tienda de ropa masculina Hughon en Murcia, que no atenderá a sus clientes hasta el próximo día 11.

Mañana instalará una máquina de ozono que ha adquirido por unos 300 euros para desinfectar las prendas cuando la gente se las pruebe y el propio espacio, ya que cubre entre los 80 y cien metros cuadrados transformando el oxígeno en ozono.

No obstante, las perspectivas no son inciertas, ya que se han suspendido bodas y comuniones, celebraciones que suponían ingresos importantes para este negocio.

MÍNIMA APERTURA EN RESTAURACIÓN

Los bares, cafeterías y restaurantes pueden desde este lunes volver a abrir sus locales en el marco del proceso de desescalada, pero únicamente para dar servicio de comida para llevar, un tipo de venta con escaso peso en España. Por eso pocos se han animado a abrir.

"¿Abrir solo para hacer comida para llevar? Es una ruina, abrir significa activar las cámaras frigoríficas, aumentar los gastos de agua, electricidad y todo lo demás, y sacar del ERTE a los trabajadores", reflexiona el propietario de un establecimiento del centro de Sevilla.

En declaraciones a EFE, el empresario asegura que la temporada alta de la capital andaluza se ha "perdido" después de haber hecho un gran "acopio de mercancías", y vaticina que muchos bares de Sevilla cerrarán para siempre.

En este sentido, el presidente de la Asociación de Hostelería de Sevilla, Antonio Luque, ha asegurado que es "totalmente inviable que un negocio con doce veladores, por ejemplo, sólo pueda abrir con seis (inicialmente se dijo el 30 %)", por lo que ha aconsejado no abrir ningún bar hasta que "el Gobierno ofrezca una seguridad económica y sanitaria".