El Gobierno y el PSOE han intensificado los contactos con las direcciones de Cs y del PNV para garantizar que mañana, en el Congreso, continúe el estado de alarma.Fuentes conocedoras de estos contactos han confirmado a Efe que no es solamente la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, la que los está efectuando, sino que también están interviniendo otros altos cargos de la formación y del Gobierno, con un papel destacado de la vicepresidenta Teresa Ribera.

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha precisado en su cuenta de Twitter que le ha telefoneado la vicepresidenta primera, Carmen Calvo.

La líder de Cs, Inés Arrimadas, ha señalado en La Sexta que efectivamente está negociando con el Gobierno y fuentes conocedoras de las conversaciones añaden al PNV, pero también a ERC, Más País, Compromís, Teruel Existe y otros partidos minoritarios con presencia en el Congreso.

Según estas fuentes, Lastra ha telefoneado al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, después de que la formación independentista anunciara ayer que abandonará la abstención de las votaciones de las prórrogas anteriores y se decantará por el "no" a la cuarta.

Asimismo, la vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha tenido distintos contactos con el diputado de Más País, Íñigo Errejón, tal y como indican fuentes de este partido.

El representante de Compromís, Joan Baldoví, también ha hablado con Ribera, al igual que el de Teruel Existe, Tomás Guitarte, entre otros.

Más País y Compromís han avanzado que mañana en el Congreso seguirán votando a favor de la continuidad del estado de alarma.

Pero tanto Errejón como Baldoví han transmitido al Gobierno que el diálogo debe ser más fluido y frecuente.

La dirección socialista y altos cargos del Gobierno se han puesto esta mañana manos a la obra. La posibilidad de que el PP vote en contra de la cuarta prórroga dejaría la continuidad del estado de alarma pendiente de un hilo.

Con una abstención de los populares, la cuarta prórroga podrá decretarse sin problemas, pero un "no" obliga a los socialistas a tener amarrados los apoyos de los diez diputados de Cs y de los seis del PNV.

Los nacionalistas vascos llevan días advirtiendo de que la forma en que el Gobierno está gestionando la lucha contra la pandemia del coronavirus, mediante el mando único que le faculta el estado de alarma, no le gusta. Ha pedido que devuelvan competencias.

El presidente del PNV, Andoni Ortúzar, ha expresado su confianza en que el Gobierno tenga "cintura" y dialogue. Las fuentes consultadas corroboran que las conversaciones han sido intensas, pero no precisan ni quiénes las han hecho ni sobre qué.

El pleno del Congreso debatirá y votará mañana la autorización de la cuarta prórroga del estado de alarma, lo que alargaría esta situación excepcional, con limitación de movilidad, hasta finales de mayo.

PARTIDO POPULAR

Los principales presidentes autonómicos del PP apuestan por aceptar una última prórroga del estado de alarma, hasta casi finales de mayo, frente a la postura de la dirección nacional de partido, manifestada ayer por su líder, Pablo Casado, de "no apoyar" la aprobación mañana de este nuevo decreto del Gobierno.

Tanto la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, como el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, se han manifestado en las últimas horas en este sentido, y también la Junta de Andalucía, que preside Juanma Moreno, sitúa en su plan de desescalada el fin del estado de alarma para finales de este mes.

Mientras la postura pública de Génova es la que se mueve entre el no y la abstención a la prórroga del estado del alarma, que se vota mañana en el Congreso, las opiniones de estos barones regionales abren la puerta a que el PP actúe finalmente como en los debates de los decretos anteriores.

En las prórrogas previas del estado de alarma, iniciado el pasado 14 de marzo, Casado siempre votó a favor aunque con reiteradas advertencias al Gobierno para que rectificase su gestión ante la crisis por el coronavirus y puntualizando que su apoyo tendría una fecha límite.

Para Ayuso se podría dar al Gobierno "los últimos quince días" para mantener el estado de alarma y que la salida de la población se produzca "con las mejores garantías" de la situación actual de confinamiento, aunque ha insistido en que este estado excepcional debe acabar "lo antes posible" para que se reactive la economía.

La presidenta madrileña ha apostado por articular medidas que conjuguen "salud y economía", para lo que cree que el Estado tiene medidas como las leyes de salud pública de 1986 y 2011.

Por su parte, Núñez Feijóo ha admitido que el Gobierno puede que "necesite tiempo para organizarse", algo que considera que es "más entendible" que las razones que han expuesto públicamente hasta ahora para prorrogar el estado de alarma.

En este sentido, Ayuso ha coincidido en criticar que el Ejecutivo amenace con "la prórroga o el caos", cuando considera que lo vivido en España durante esta pandemia ya lo ha sido, al tiempo que ha resaltado que han tenido 45 días para organizar "una salida con seguridad" y no lo han hecho.

Nuñez Feijóo, tras recibir una llamada de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, para informarle sobre la situación ha destacado, a través de un mensaje en su cuenta de Facebook, que "lo primero es la salud y no hay que dejar de actuar" pero ha advertido que no se puede prolongar "sine die" el estado de alarma.

Desde Andalucía, otra de las comunidades gobernadas por el PP, el plan de desescalada diseñado por el Gobierno de Juanma Moreno, reclama que el estado de alarma "no se prolongue más allá de finales de mayo o principios de junio", lo que aún dejaría margen al menos para una prórroga más, tras la actual que finaliza el 10 de mayo.