- "La situación de hecatombe en España se veía venir. No solo porque a posteriori es más fácil analizar, soy consciente de ello, sino porque quien sabe de epidemiología y se dedica a ello domina los parámetros predictivos y además es advertido por organismos conocedores". Así despacha la investigación sobre el 8-M el informe del forense adscrito al juzgado de Madrid, Julio Lorenzo Rego, y en el que carga contra el director de alertas sanitarias, Fernando Simón, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, pese a no estar imputados, además de contra los consejeros autonómicos o el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, por no calibrar la "gravedad" del escenario que deparaba la crisis por el coronavirus que, a su entender, "minimizaron". En su escrito de 59 páginas entregado a la jueza Carmen Rodríguez-Medel, el forense asegura que "no es posible saber" si una persona que asistió a cualquiera de las manifestaciones que hubo esos días se infectara en esas concentraciones pero "lo que sí es seguro" es que si no hubieran tenido lugar "se habría evitado una amplia difusión de la enfermedad", al igual que si se hubiera advertido a la población del "gran riesgo de contagio" y de las medidas higiénicas de protección.

La imparcialidad de Lorenzo Rego a la hora de elaborar el documento está en cuestión, no solo por sus escasos conocimientos en epidemias sino por su adscripción a la congregación ultracatólica de los Legionarios de Cristo, ilustrando en terapias contra la ansiedad y la depresión, además de por ser hermano de Elena Lorenzo Rego, la terapeuta multada por impartir cursos para "curar" la homosexualidad, dirigidos por el obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla.

"Un tsunami se prevé, se sabe que va a venir porque ha existido un fenómeno previo, terremoto con epicentro en el fondo del mar, que así lo indica", añade el médico forense en un segundo informe datado el 8 de junio, reprochando a las autoridades que faltó autoprotección a los ciudadanos que asistieron al 8-M y que no se hizo una valoración de riesgos como pidió la OMS el 14 de febrero, ni se atendió a "algunas" de las recomendaciones de la alerta europea del 2 de marzo, lo que habría aminorado "el daño a la salud" y "las consecuencias económicas y sociales". Lorenzo Rego ratifica que "no es posible saber si una persona que haya asistido a cualquiera de las manifestaciones" antes del estado de alarma decretado el 14 de marzo y que resultara infectado "lo haya sido en esas concentraciones masivas de personas o en otro lugar, transporte público, establecimientos públicos...". "En cambio", añade, "no se instó a que quienes comunicaban manifestaciones o concentraciones en la vía pública en el periodo objeto de investigación dispusieran la evaluación del riesgo sanitario que dichas comportaban, como recomienda la OMS desde que se instauró la epidemia".

En doce puntos de conclusiones, el médico forense califica de "elevada" la posibilidad de contagio en concentraciones donde los "participantes podían estar transmitiendo la enfermedad sin ser conscientes de ello, aun cuando aún no tuvieran síntomas". Ahora bien, no solo se produjo en esas fechas la marcha del 8-M, sino también eventos deportivos o un mitin político de Vox, entre otros. Ya desde el principio, introduce valoraciones personales como que es consciente de que el caso se ha tornado muy "mediático" y que existe un "clima de cierta crispación social" y que "se podría pensar que ello influye en algún sentido en la imparcialidad del informante", es decir, de él. Pero trata de librarse de este cliché de parcialidad afirmando "con alivio" que ni él ni "ninguna persona" de su "amplia familia (madre, suegra, mujer, cuñados, hijos, nietos, hermanos, tíos ni sobrinos) han sufrido síntomas de covid-19".

Lorenzo Rego cita también un documento de la OMS de 14 de marzo -posterior a la manifestación- donde se dice que las reuniones masivas pueden ampliar la propagación de enfermedades para añadir que "no haría falta recurrir al estudio científico para demostrarlo, y hasta la ministra Irene Montero lo reconocía en varias ocasiones durante su espontánea -y por lo tanto sincera- manifestación ante unas cámaras de televisión", en alusión a las palabras de la titular de Igualdad reveladas la semana pasada en una conversación informal durante una entrevista concedida a ETB.

En su opinión, "no es casualidad" que un "número indeterminado de las personas" que estuvieron el 8-M, como "ministras y demás personajes públicos", contrajeran coronavirus, aunque "el estar en una manifestación y tener la enfermedad no es signo inequívoco de haberla contraído allí".

"Quien sabe de epidemiología y se dedica a ello domina los parámetros predictivos"

Médico forense de la causa del 8-M