Desgravaciones de planes de pensiones. En el IRPF, el Gobierno tiene encima de la mesa rebajar las desgravaciones fiscales de los planes de pensiones.

Bonificaciones fiscales. Los socios del PSN en el Gobierno y también EH Bildu han hecho llamamientos a que se reduzcan las bonificaciones de las que muchas empresas se benefician a través del impuesto de Sociedades. Sobre todo por creación de empleo -unos 10 millones al año- e inversiones -alrededor de 26-, y cuyo retorno está en entredicho.

Alquiler y trabajo precario. Otra propuesta en el IRPF tiene que ver con la petición de que se controle el precio del alquiler y que se bonifique fiscalmente a los trabajadores que no puedan acceder a la Renta Garantizada, pero siguen siendo precarios. Es lo que se ha venido en denominar “tercera fase de la Renta Garantizada”.

Fraude fiscal y economía sumergida. El refuerzo de la lucha contra el fraude ha sido una constante desde que se produjo el cambio de Gobierno en 2015. Pero ahora que se necesita que no se escape ni un euro, los socios creen que es necesario reforzar la infraestructura para luchar contra el trabajo en negro.

- El debate sobre los primeros Presupuestos de la pandemia va a tener en la fiscalidad uno de los mayores quebraderos de cabeza del Gobierno de Navarra, que ya tiene encima de la mesa las propuestas de los grupos para afrontar una situación endiablada: cómo mantener el Estado del bienestar en una época de crisis social y sanitaria cuando la recaudación y la economía se van a resentir. Y si bien la sensación general es de que la situación económica navarra no aguantaría una gran reforma fiscal, los socios del Ejecutivo -PSN, Geroa Bai, Podemos y en menor medida I-E, firmante del acuerdo programático- y EH Bildu (Navarra Suma ha ofrecido sus votos supuestamente gratis) coinciden en que algún retoque habrá que hacer para aumentar los ingresos propios, algo que podría hacerse estudiando medidas muy concretas, como rebajar las desgravaciones en planes de pensiones o las bonificaciones en Sociedades, ya que su retorno está en entredicho.

El Gobierno ya las conoce y va a poder darles respuesta esta misma semana, cuando está previsto que se celebre otra ronda de contactos. De hecho, hoy mismo el Ejecutivo volverá a verse con la oposición. Los soberanistas ya remitieron la semana pasada una propuesta que denominaron “moderada”. Plantean retoques en tres ámbitos: en IRPF, la revisión del ahorro a través de las desgravaciones en los planes de pensiones; en Sociedades, la evaluación de si son rentables o no para el Gobierno las bonificaciones empresariales, sobre todo las de reserva especial, empleo -unos 10 millones al año- e inversiones -5 millones al año-; y algunos detalles en fiscalidad verde. Una propuesta en la que realidad coinciden buena parte de los socios, sobre todo Geroa Bai y Podemos, que son conscientes de que la actual situación aboca a evaluar cada ingreso para tratar de optimizarlo. La lucha contra el fraude fiscal, cierto control de los precios sobre los alquileres o bonificaciones fiscales para el trabajo precario son otras de las cuestiones que van a ponerse encima de la mesa.

Pero poco más. El Gobierno no quiere trasladar un mensaje de revolución fiscal, pero asume que serán necesarios algunos gestos -como mínimo- para sacar adelante unos Presupuestos por la izquierda. La alternativa es la trampa de Navarra Suma, que mantiene su ofrecimiento de abstenerse a cambio de que EH Bildu no participe en las Cuentas. Un caramelo envenenado que solo busca erosionar la mayoría de Gobierno, y condenar a la inestabilidad a Chivite, quien a partir de entonces afrontaría la legislatura mucho más débil.