- Los últimos vaivenes de Navarra Suma en la negociación presupuestaria han terminado provocando el efecto contrario al que quería la derecha: reforzar la cohesión del bloque progresista que representan PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos, I-E, las fuerzas que alumbrarán los Presupuestos para 2021. Tras semanas de mano aparentemente tendida -hubo quien, como Chivite, Barkos y Buil, interpretó certeramente desde el principio que se trataba de una trampa-, Javier Esparza se descolgó el miércoles de cualquier acuerdo entre críticas al Gobierno. Un movimiento que no ha gustado nada al PSN -Ramón Alzórriz, portavoz socialista, cargó ayer duro contra Esparza, con quien tuvo un pequeño rifirrafe-, y que además ha despejado la vía al bloque progresista, que ha visto como la única alternativa de estabilidad política en Navarra pasa por sus pactos. Algo que pudo comprobarse ayer mismo en el Parlamento, donde los socios de Gobierno mostraron buena sintonía con EH Bildu y coincidieron en referirse a las ofertas de Navarra Suma como un órdago político fracasado, aunque Esparza mantenga, por eso de que no se pueda decir que fue por su culpa, que se abstiene si se excluye a EH Bildu. Pero eso no va a ocurrir, lo sabe el propio Esparza -que desde el miércoles piensa en clave de oposición frontal- y no puede ocultarlo en sus declaraciones, que cada vez suenan menos convincentes.

RESPUESTA CONTUNDENTE

El pleno arrancó con fuerza. Las declaraciones de Esparza del miércoles por la tarde, esas en las que echó en cara al Gobierno que nunca ha querido negociar con ellos, que el Presupuesto no contiene aspectos importantes en medidas sociales y que el Ejecutivo se ha dedicado a mentir, soliviantaron al PSN. Ramón Alzórriz replicó que los socialistas han entendido que la derecha se descuelga entre palabras gruesas y quiso mandarle varios mensajes. “Estos son unos Presupuestos de emergencia foral, así que le decimos a Esparza que deje de llorar por las esquinas, que deje de patalear, que se ponga el mono de trabajo y atienda lo que piden los ciudadanos, que es un Presupuesto social”. El mensaje fue tan claro y tan dirigido que, en un primer momento, incluso despertó las risas de los parlamentarios de Navarra Suma que se acercaron hasta el atrio para seguir los canutazos, como coloquialmente se denomina a las breves intervenciones antes de que arranquen los plenos. “No es una broma ni una disputa política”, terció Alzórriz, bastante serio. “Quien se niegue a aprobar los Presupuestos de Navarra, y también de España, está imposibilitando también que lleguen fondos europeos”. No fue una declaración casual, porque alude directamente a un anuncio reciente, como es que UPN tampoco apoyará las Cuentas de Sánchez.

Así se entiende que Alzórriz ya empiece a hablar en pasado, como se alude a los casos perdidos. “Navarra Suma se ha preocupado más de vetar y excluir a una formación que han votado miles de ciudadanos [en referencia a EH Bildu] que de las necesidades de esos ciudadanos”, reflexionó, antes de lanzar una de esas frases que suenan a romper peras: “El que no apoye en este momento pasará a la historia como quien abandonó a la ciudadanía de Navarra cuando más se necesitaba”. Y tiene pinta de que terminará siendo lo que ocurra, ya que Alzórriz confió en que el acuerdo con EH Bildu se oficialice “en un tiempo breve”.

La reacción de Alzórriz debió sorprender a Esparza, porque de normal el líder de la derecha suele estar más hábil en estos lances. El portavoz de Navarra Suma pidió “tranquilidad” al PSOE, volvió a ofrecer su abstención e instó al Gobierno a elegir. “O con EH Bildu o con Navarra Suma, creo que lo he dejado bastante claro”. Y el Gobierno foral ya ha elegido.

“Nos hemos ofrecido y no nos han llamado; ¿cuántas reuniones ha tenido el Gobierno con EH Bildu?”

Portavoz de Navarra Suma

“Quien se niegue a apoyar estos Presupuestos pasará a la historia como el que abandonó a la ciudadanía”

Portavoz del PSN