- Los nombres están sobre la mesa, se han intercambiado durante semanas, y solo falta que el PP levante la bandera blanca en son de paz para renovar el Consejo General del Poder Judicial. Pero no lo hace. El partido de Pablo Casado volvió a dar largas ayer y aclaró que no habrá acuerdo antes de fin de año. Pretende que Unidas Podemos quede fuera del acuerdo aunque es uno de los dos partidos que integran el Gobierno español de coalición, y quiere que se retire la reforma que se reserva el Ejecutivo como plan B para reducir la mayoría necesaria en el nombramiento de los vocales por si el PP mantuviera el bloqueo, y evitar que accedan juristas (también a la Fiscalía) que hayan ejercido un cargo político durante la década anterior. Esta es la gota que colma el vaso para el Gobierno de Pedro Sánchez, que había dado por hecho que había acuerdo y cree que el PP no es serio. Se van a cumplir dos años con el órgano de gobierno de los jueces sin renovar, el Ejecutivo comienza a dar señales de hartazgo y plantea un ultimátum al PP: ayer avisó de que moverá ficha con rapidez para activar la reforma legal porque el tiempo se agota. Esa reforma la había congelado Sánchez como guiño al PP, después de que decidiera votar en contra de la moción de censura que presentó Vox.

En algunos ámbitos se está especulando con que la fecha límite sea el 15 de diciembre, en dos semanas, aunque la portavoz del Gobierno español, María Jesús Montero, avisó de que, si no se materializa el pacto con el PP, se reactivará la tramitación de la reforma que registraron el PSOE y Podemos para rebajar la mayoría de tres quintos y convertirla en una mayoría absoluta en segunda votación. Montero afeó al PPsus “idas y venidas” con este asunto y que, cuando el acuerdo ha estado a punto de cristalizar, “han buscado excusas para desdecirse de todo lo andado”. El secretario general del PP, Teodoro García Egea, avisó en La Sexta de que no habrá acuerdo antes de Navidad y aclaró que es mejor que el CGPJ “siga como está” antes que cerrar una “mala negociación”.