- Se muestra satisfecho. Renueva su cargo en un 2020 de hondas efemérides para el EAJ PNV, que ha cumplido 125 años de existencia, y en Navarra 110. Hualde ha sido reelegido dentro del proceso de votaciones a las direcciones territoriales y del Euzkadi Buru Batzar, culminado con éxito a pesar de las dificultades que imponía la covid. Considera "un honor y una responsabilidad" que los afiliados en Navarra le hayan otorgado de nuevo su confianza y revalidar así en la presidencia del Napar Buru Batzar hasta 2024. Un aval que acometerá al frente de una ejecutiva renovada y paritaria, de cinco mujeres y cinco hombres , de procedencias territoriales diversas dentro de Navarra, que combina la experiencia de María Solana, Javier Ollo o Blanca Regulez como nombres más conocidos, con la de concejales como Iñigo Uharte, Joseba Moreno o Andoni Serrano, más otras tres caras nuevas que se incorporan a tareas de dirección política.

¿Cuál ha sido la línea de Unai Hualde para el PNV, y cuál es el proyecto para los años venideros?

-El Partido Nacionalista Vasco es una formación de largo recorrido. Son 110 años los que llevamos trabajando en Navarra, por y para Navarra, adaptándose a las circunstancias de cada momento. La etapa 2016-2020 ha centrado sus principales esfuerzos en desempeñar un papel institucional muy relevante que nos ha tocado desarrollar dentro de la coalición Geroa Bai. La apuesta por Geroa Bai iniciada hace 10 años, supuso ser en 2015 el agente político principal en el cambio que se produjo y el sostenimiento de un gobierno del cambiado liderado por la coalición de la que formamos parte. Todo eso ha empleado mucho tiempo en esta primera etapa, en la que las sucesivas convocatorias electorales, por la inestabilidad política que tuvimos en el Estado, también ha ocupado mucho tiempo. En los próximos años no tenemos elecciones a corto y medio plazo, aunque todo en esta vida puede cambiar, y quizá sea una etapa para emplearnos más en la organización y el crecimiento interno.

Su partido ha cumplido 125 años, 110 en Navarra. ¿Ese bagaje imprime cultura organizativa?

-Denota una organización sólida, con experiencia, a la que por su amplia trayectoria le ha tocado vivir circunstancias muy diferentes. Denota también una capacidad para adaptarse a los tiempos y leer a la sociedad en cada momento. A todos los niveles el Partido Nacionalista Vasco está en un muy buen momento, capta las inquietudes de la sociedad y sabe representarlas adecuadamente.

En el PNV, en contraste con las fricciones generacionales que se dan en el PSOE, parece que existe mayor respeto por la generación que gestiona ahora el partido.

-En el caso de Navarra, donde recientemente también cumplimos un siglo de los primeros representantes del PNV en el Ayuntamiento de Pamplona, ha habido diversas generaciones de dirigentes, y creo que una cierta continuidad, pero a la vez con adaptación a las circunstancias y a la sociología de cada momento. Eso imprime carácter.

Con todo, reciben periódicamente la acusación de no ser un partido de Navarra.

-Hay determinados partidos en esta comunidad, sobre todo a la derecha, a los que les interesa mantener ese soniquete de la injerencia. Negar legitimidad a que el Partido Nacionalista Vasco pueda hacer política en Navarra y para Navarra. Los hechos y nuestra propia historia acreditan nuestra presencia centenaria.

Hace 10 años organizaron unas jornadas en Pamplona denominadas Think Gaur, que exploraban cómo debía evolucionar el nacionalismo. ¿Parte de esas proyecciones se han cumplido a partir de 2015?

-Hace más de 30 años, el PNV en Navarra ya tenía una apuesta de llegar a un espectro de entendimiento entre personas del ámbito vasquista y progresista. Eso ha tenido su traslado en coaliciones plurales. En su día Nafarroa Bai, y después Geroa Bai, por un espacio de encuentro que creemos que tenía y tiene capacidad de crecimiento. Desde 2010 hasta aquí ha sucedido algo fundamental. Ese espacio, durante muchos años excluido por las sucesivas combinaciones de gobierno de UPN y de Partido Socialista de Navarra, ha pasado a tener un bagaje institucional. Por lo tanto es un espacio que está de moda y que se ha demostrado que puede gestionar y hacerlo además con solvencia y estabilidad las instituciones navarras.

Dice Daniel Innerarity que una cuestión hiriente para la convivencia es que se acuse a políticos vasquistas, navarros y navarras, de querer cargarse Navarra.

-Es uno de los clichés o de los mensajes interesados. Es absolutamente clara la apuesta del PNV en Navarra por que Navarra tenga el estatus que los navarros y navarras decidan, y esa es la máxima, el respeto al estatus que las ciudadanas y los ciudadanos navarros quieran para su comunidad en cada momento. Y en cualquier debate que pueda haber sobre el encaje territorial, esa va a ser la máxima tanto por parte del PNV como de Geroa Bai absolutamente clara. A partir de ahí, todavía tenemos mucho trabajo que hacer para desarrollar en su máxima potencialidad el autogobierno con el que contamos desde la LORAFNA de 1982, y esa es la hoja de ruta y la acción de los últimos años. Creo que el hecho de que nuestro espacio, tanto el del PNV como el de Geroa Bai, haya estado en las instituciones, ha supuesto un acelerador al desarrollo del autogobierno en diferentes manifestaciones.

¿Cuál es el planteamiento que tiene que tener el vasquismo en Navarra en estos momentos?

-Es una reflexión que tendremos que hacer en los próximos años del papel en esta nueva situación. Durante mucho tiempo hemos vivido en unas inercias de bloques. En este momento, creo que hay una colaboración entre todo el espectro vasquista, progresista y plural de Navarra, y hay un aislamiento por parte de Navarra Suma, que se está anclando en el pasado. Un panorama diferente en el que cada espacio tendremos que reflexionar sobre el papel que debemos jugar. Yo creo que por la propia sociología existente, el vasquismo tiene que ser en Navarra abierto, muy pedagógico respecto a otros sectores que han sido muy reacios a nosotros durante tiempo. Se están dando pasos en ese sentido de normalización en los últimos años, aunque quedan también muchos por dar.

Se aproxima el congreso fundacional de Geroa Socialverdes-Sozialberdeak, y esa fricción que hubo sobre el nombre parece que está asumida y fuera de discusión.

-Ahora se está en un proceso que culminará en las próximas semanas de conformación del nuevo partido, y en nuestro caso, hemos estado en un proceso de renovación interna, por lo que habrá tiempo de seguir hablando.

Pero en cuanto al nombre, ya no hay mucho más que hablar, ¿no?

-Hay que hacer una cierta pedagogía de dónde venimos. Cuando Nafarroa Bai desaparece, los independientes junto con el Partido Nacionalista Vasco conforman Geroa Bai, una apuesta estratégica por un espacio y una coalición. En sus pocos años de historia, a Geroa Bai le ha tocado asumir unas altas responsabilidades institucionales, que quizá ha dejado pendiente el debate de su estructuración interna. Desde ese punto de vista, que los independientes de Geroa Bai se estructuren como partido político, desde luego el PNV, lo dije desde un primer momento, lo ve con absoluto respeto y además con lógica. Era algo que estaba pendiente y estructurarse como partido puede fortalecer la coalición, y ese es nuestro mensaje: respeto; abogamos por que fortalezca la coalición. Sobre que se utilice para el nuevo partido una parte del nombre, que es Geroa, nosotros entendíamos, porque así lo trasladaba la afiliación y algunos independientes, que podía inducir a confusión entre la coalición y el nuevo partido. El PNV se ve absolutamente parte consustancial de Geroa Bai. Si el objetivo, como se está diciendo por parte de Uxue Barkos o del resto de promotores del nuevo partido es fortalecer la coalición, ahí nos vamos a encontrar porque ese es desde luego el objetivo del Partido Nacionalista Vasco. Tenemos que buscar todo aquello que nos una y aparcar aquello que pueda suponer alguna incomodidad o fricción.

Mirando al futuro, el espacio que quiere ocupar Geroa Bai tiene competencia en algunos lindes con el PSN, que lidera el gobierno de coalición, pero también con la estrategia que mantiene EH Bildu.

-Yo creo que eso de alguna manera es la normalización, es lo que pedíamos. Geroa Bai ha sido el principal agente político que ha hecho posible esto en Navarra. Veníamos de un régimen cimentado en una derecha que utilizaba de muleta al Partidos Socialista de Navarra para perpetuarse en el poder, y excluir a todo el resto. Bienvenida sea la incorporación del Partido Socialista después de la experiencia de gobierno de 2015 a 2019. Bienvenida sea también la evolución y el giro que Euskal Herria Bildu ha dado en los últimos 10 años. De estar el mundo de Sortu jaleando acciones violentas o estrategias violentas, a estar haciendo política, negociando presupuestos, llegando a acuerdos, etcétera. La lectura tiene que ser positiva. Es una competencia buena. Estamos en un panorama absolutamente distinto al que estábamos.

El vasquismo se erige como un elemento que contribuye a la configuración de una mayoría progresista dentro del Estado.

-Sí, en este momento hay un contexto político en el que se está por influir y por facilitar, y eso puede que en el futuro ofrezca oportunidades también de resolver el encaje territorial y otras problemáticas. Creo que la posición de EH Bildu en el Estado no debería ser noticia, está ocupando mucho, pero es un síntoma de normalización. Nadie se debería rasgar las vestiduras porque afortunadamente ahora se puedan sacar presupuestos también con el concurso de EH Bildu. Lo que sí sorprende, en este nuevo rol, es el contraste con la crítica que se ha mantenido en el pasado con la posición del PNV cuando hacía esto mismo. En su día nosotros éramos vendidos, españoles, etcétera, y ahora la posición de EH Bildu es posibilista para buscar la soberanía y la república. Ha habido una evolución que desde luego nos parece que es buena, pero también es verdad que supone una autoenmienda a su pasado.

En las elecciones en la CAV del pasado mes de julio, el PNV volvió a erigirse en primera fuerza. ¿Cuál es la fórmula del éxito?

-Y el lehendakari Urkullu acertó a pesar de lo que tuvo que oír, porque fue sin duda el mejor momento desde el punto de vista sanitario para celebrar aquellas elecciones, que no se podían quedar postergadas sine die. El resultado es consecuencia de que el Partido Nacionalista Vasco en la CAV va acertando en las apuestas que en cada momento se ponen por delante, y que sabe leer a la sociedad, que va evolucionando. Tenemos la capacidad de conectar con las personas y hacer una política muy centrada en sus necesidades, humanista y social. Creo que ninguna política progresista puede dar lecciones a la política social del PNV, y que eso va calando.

En la CAV se ha reeditado el pacto con el PSE. La coalición con el PSN en Navarra y la entente con el PSOE en Madrid cierran un triángulo importante de entendimientos.

-En la Comunidad Autónoma Vasca se está consiguiendo ser referente en un espacio de centralidad con el Partido Socialista de Euskadi, y en Navarra con el PSN. Quizá la sociedad está muy harta de extremos, de discursos excluyentes y muy dogmáticos, y creo que en el centro está la virtud. Esa puede ser la clave del entendimiento de gobierno que el Partido Socialista y el Partido Nacionalista Vasco están compartiendo en diferentes ámbitos.

Es 6 diciembre, aniversario de la Constitución. ¿Qué posición tiene el PNV al respecto?

-La reflexión que surge es que las personas por debajo de los 60 años no han tenido oportunidad de votarla, porque cumple 42 años prácticamente sin ninguna alteración. Se está demostrando con mayor énfasis en los últimos años que están aflorando los problemas de encaje territorial, y que los partidos estatales deben abordar la reforma de la Constitución. Cuanto más tiempo pasa sin afrontar este debate y sin cambiar una coma del texto constitucional del 78, estos problemas se agudizan. Desde el punto de vista de Navarra, a pesar de que algunos se denominan constitucionalistas a ultranza, se ha demostrado que el Estado no ha sido muy leal con el pacto constitucional. El ejemplo es que la LORAFNA sigue sin ser cumplida después de 38 años de su entrada en vigor. Hay que seguir peleando para culminar transferencias; hay todavía muchas materias pendientes. También se demuestra que son muy poco constitucionalistas quienes atacan el Convenio Económico desde la posición de partidos estatales como el Partido Popular, el Partido Socialista Obrero Español o Ciudadanos. Estamos viendo manifestaciones estos días. Parece que no se han leído la Disposición Adicional Primera de la Constitución. Creo que PSN, UPN o Ciudadanos tienen una labor de pedagogía que hacer con sus compañeros de partido.

¿La llamada de Nadia Calviño a revisar todo el sistema fiscal les genera confianza?

-La lealtad con el pacto constitucional exigiría que el Concierto y el Convenio no tengan ninguna alteración. Pero ante cualquier reforma anunciada por el Estado siempre hay que estar alerta, porque las tentaciones recentralizadoras ahí están. Tenemos toda una historia de recursos por parte del Estado ante el Tribunal Constitucional.

Las mayorías existentes no dan lugar a pensar que en esta legislatura se abra el melón de la reforma

constitucional, y si se abriese, el riesgo es el involucionismo o la recentalización.

-Llevamos años escuchando que esa reforma es necesaria, pero no se acaba de producir. A nosotros sí nos parece que cuanto más pasa el tiempo no podemos tener una Constitución estática, y a pesar de todos los riesgos sería recomendable que se produzca ya la reforma.

Le pregunto ya como presidente del Parlamento de Navarra. Vienen fechas muy delicadas desde el punto de vista sanitario. La presidenta Chivite ha dicho que no pueden ni deben ser unas navidades como las de otros años. Les va a tocar incidir mucho en esta idea.

-El mensaje sobre la responsabilidad individual es absolutamente fundamental por parte de las instituciones. Tanto el Parlamento, al igual que los ayuntamientos, la Federación Navarra de Municipios y Concejos y el propio Gobierno, hemos insistido a lo largo de este año en que más allá de las medidas restrictivas, la responsabilidad individual de cada uno es muy importante, porque no nos la podemos jugar, porque el virus todavía está ahí, y porque queda tiempo por delante aún para superar esto. Esperemos que lo más pronto posible, pero ahí está la situación epidemiológica, todavía delicada. Seamos responsables y entendamos que esto no es broma.

"Que los independientes de Geroa Bai se estructuren como partido puede fortalecer la coalición"

"Cuanto más tiempo pasa sin afrontar el debate de la reforma de la Constitución, los problemas se agudizan"

"Los 125 años del PNV, y los 110 en Navarra, denotan una organización sólida que se ha adaptado a los tiempos"

"El PNV y Geroa Bai han supuesto un acelerador en las instituciones para el desarrollo del autogobierno"