El Parlamento de Navarra dio este viernes carpetazo casi definitivo al debate presupuestario con la votación de las enmiendas fiscales. Y lo hizo garantizando para el Gobierno que las normas que marcarán los ingresos de las Cuentas para 2021 no estarán condicionadas por las políticas de Navarra Suma, que propuso 48 modificaciones en diversos impuestos -IRPF, Sociedades, Patrimonio, otros tributos- que de haber salido adelante hubiesen recortado la recaudación en unos 100 millones de euros.

Una cantidad que PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E cuestionaron a la derecha de dónde habría que detraerlos, teniendo en cuenta que los Presupuestos, con 230 millones más, están diseñados para afrontar las necesidades de la pandemia.

Fue el colofón a una semana de debate de enmiendas parciales, y que terminó con el guion previsto: con el bloque progresista cohesionado hasta el final y garantizando los retoques fiscales que ya expuso la consejera Elma Saiz el pasado 7 de octubre. Se recogen en la página siguiente, pero cabe mencionar que en esta última sesión se aprobaron cuatro enmiendas in voce, es decir, de última hora. A los nuevos límites en las deducciones de los planes de pensiones habrá que sumar una deducción del 100% en el IRPF si se contrata a trabajadores del hogar para el cuidado de personas dependientes; la prórroga de las exenciones fiscales en las ayudas por la covid; y la prolongación del aumento de las deducciones en la compra de materiales para transición digital.

El debate volvió a mostrar dos realidades: la de los 30 escaños de los socios funcionando a una, y la de la derecha, aislada en la defensa, con escasa convicción, de sus enmiendas.

Fue algo llamativo. María Jesús Valdemoros, a quien se le nota mucho su perfil de profesora de Economía, hizo una defensa muy teórica de su modelo. Suele emplear muchas metáforas, como las que cabe esperar en una clase de alumnos para que sigan el hilo de la explicación. Habló de la historia de Juan sin tierra, de los impuestos a las ventanas de Reino Unido, de la metáfora del sembrador... un circunloquio para terminar abogando por impuestos bajos y el modelo de bonificaciones empresariales que, precisamente hoy, estudia la Hacienda por su poca efectividad.

"Pero es que esto no es la facultad de Económicas, ni nosotros somos sus alumnos", le contestó, atinada Ainhoa Unzu (PSN). Ella fue quien primero respondió a Valdemoros desde el pragmatismo político que ha caracterizado el discurso del bloque durante toda la semana. Le siguieron todos los demás. También estuvo divertido el portavoz Mikel Asiain (Geroa Bai), que resumió la actitud de la derecha en este debate con una metáfora literaria: "El coronel Esparza no tiene quien le escriba".

Sola se ha quedado la derecha "con el café para todos que proponen para los arrendatarios sin tener en cuenta la progresividad", o para las ayudas a las familias sin tener en cuenta los ingresos. "Quieren servicios nórdicos, pero no es posible con su fiscalidad", dijo Asiain.

Adolfo Araiz, de EH Bildu, defendió que en ningún caso se puede hablar de "una subida de impuestos generalizada", y criticó que las medidas de la derecha abunden en los "agujeros negros" de la fiscalidad. "Hablamos de las deducciones de I+D+i como si fueran la panacea, y son muy importantes, pero se han convertido en el agujero total de Sociedades".

Una línea similar mantuvo Mikel Buil, de Podemos, que felicitó a los socios por haberse alejado de las fórmulas de la derecha, "pensadas para mejorar las condiciones de las grandes empresas".

Por último, Marisa de Simón, de I-E, cargó duramente contra las medidas de Navarra Suma, tildando Sociedades de "paraíso fiscal", y precisamente reprochó al Gobierno la tibieza de no gravar más a las empresas.