Mucho se ha hablado de los Presupuestos durante estas semanas. Los encuentros entre el Gobierno, sus socios en el Parlamento y los grupos de oposición se han sucedido y han dado sus frutos (con un acuerdo muy encauzado con EH Bildu para alumbrar unas Cuentas progresistas para 2021), pero lo cierto es que el trámite parlamentario, el que terminará por pulir todos los detalles, arranca hoy.

Será a partir de que la propia consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz, lleve personalmente el proyecto a la Cámara. A partir de ahí, más de un mes de trabajos y sesiones que prevén enmiendas a la totalidad (inminente por parte de Navarra Suma si esta semana se oficializa el pacto entre el Gobierno y Bildu), debates de enmiendas parciales y otros trámites, con un objetivo en el horizonte: el 23 de diciembre. Es la fecha en la que se ha colocado el pleno que debatirá y votará definitivamente los Presupuestos para 2021, que estarían listos para su entrada en vigor (también con sus medidas fiscales) el 1 de enero.

Una vez registrados hoy, hay varias fechas importantes en el calendario. La primera que hay que tener en cuenta es cuando finalizará el plazo para que los grupos parlamentarios puedan presentar enmiendas a la totalidad. De prosperar, tumbarían las Cuentas. Pero a día de hoy, el único grupo que podría presentar una enmienda a la totalidad es Navarra Suma, y no tendría fuerza suficiente para ejecutarla. El día 19 acaba el plazo de presentación, y de haberse registrado alguna, se celebraría un pleno específico para debatirlas. Sería el 26 de noviembre. Hasta ahí, las enmiendas totales. Las enmiendas parciales, los cambios puntuales que se hacen sobre el texto del Gobierno, tienen otro recorrido, más largo y habitualmente más interesante, ya que todos los años hay cambios significativos por esta vía, que representa la genuina negociación presupuestaria en el Parlamento. Hasta el día 24 a mediodía los partidos tienen tiempo para presentarlas, y ese mismo día se remiten al Gobierno. El Parlamento es quien tiene la última palabra, pero el reglamento confiere al Ejecutivo la capacidad de rechazar algunas enmiendas si entiende que provocarían un perjuicio económico grave para las arcas forales. El 1 de diciembre, el Gobierno tendría que comunicar cuáles se admiten y cuáles se quedan fuera (suelen ser muy pocas, muy específicas, y bien justificadas), y quedará abierto un pequeño plazo hasta el 4 para interponer recurso por parte de los grupos. La Mesa abordará los recursos el 9 y, ese mismo día arrancará el debate de enmiendas parciales en comisión, que este año terminará el 16 y ocupa dos semanas diferentes, lo que permitirá dosificar mejor las fuerzas. Porque son debates largos, departamento a departamento, y el volumen de enmiendas es muy grande. En otros tiempos, el debate de enmiendas parciales dejaba alguna sorpresa. Hoy, es cierto que todo viene ya pactado entre los grupos y simplemente es una escenificación. Pero siempre se incorpora alguna enmienda de última hora.

De ahí emanará un dictamen, que no es sino el proyecto con todas las enmiendas incorporadas, que se debate y vota definitivamente en el pleno del 23 de diciembre, la fecha inicialmente marcada para aprobar definitivamente las Cuentas.

Hoy, al Parlamento. La consejera de Hacienda, Elma Saiz, lleva hoy los Presupuestos a la Cámara.

Enmiendas a la totalidad. Los grupos tienen hasta el 19 para registrarlas, y en caso de que las haya se debatirán el 26.

Enmiendas parciales. Tienen que estar registradas para el día 24. Se debatirán en comisión del 9 al 16 de diciembre.

Dictamen y pleno. Hasta el 18 de diciembre hay plazo para mantener enmiendas rechazadas, que se debatirán el 23 de diciembre, cuando se aprobarán las Cuentas.